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Hola Hadad. Gracias por concedernos esta entrevista en un momento tan delicado para Siria y para todos los sirios refugiados. Antes que nada desearíamos conocer tu situación personal y cómo te han afectado los ya más de 13 años de guerra.
Mi situación es de intento de que los acontecimientos no afecten demasiado a lo personal, pero, a pesar de ello, experimento una fuerte erosión emocional correlativa al hundimiento de Siria. No se trata ya primordialmente de la disolución gubernamental y administrativa, sino que se trata ya de la desaparición de Siria como entidad política y territorial. Ese proceso está ya en curso, con Israel ocupando la zona sur de Siria (el área del Monte Hermon y colindante al mismo) y a punto de anexionársela formalmente, al considerarla parte de su “tierra prometida” por su “deidad”.
Desde el inicio de las hostilidades, no pude regresar a Siria más que en 2017, es decir, con la apertura de una fase de distensión relativa entre los contendientes, y resultante de la toma de Alepo por parte del Ejército Árabe Sirio en 2016. Una vez allí, fui testigo de los estragos causados por la invasión de los colono-mercenario-terroristas: Escaseaba el combustible en un país donde había sido barato, oscilando los precios de la gasolina paralelamente a la oscilación monetaria. Los campesinos quemaban madera para calentarse con hogueras, y al escasear tal combustible y sufrirse cortes frecuentes de electricidad, ya que las centrales habían sido destruidas. Había carestía de alimentos, que habían sido siempre puestos en el mercado en abundancia y asequibilidad, o a través de los circuitos cooperativos entre producción-distribución-consumo. Un país dotado de total seguridad, se había convertido en un país donde se practicaba el mercado negro y la especulación con bienes. La ruina presupuestaria resultado del bloqueo, del robo del oro por parte de los yihadistas, y de la ocupación imperialista de las zonas de extracción petrolera, son factores que habían repercutido en el deterioro de la enseñanza y de la sanidad, habiéndose al mismo tiempo iniciado la inversión extranjera en escuelas y universidades privadas. Gran parte de la industria había sido robada por los agentes de Turquía, o “pro-turcos”, usándose interminables caravanas de camiones, para ser re-montada en ese país. Extensiones de tierras de cultivo habían sido quemadas, junto con bosques, por los terroristas en sus retiradas sucesivas. La falta de reservas de oro había repercutido en las dificultades de la banca estatal, siendo bancos privados quienes pasaban a cubrir, con sus condiciones, la función cambista monetaria y crediticia. Escaseaba el hormigón para la reconstrucción, al haber sido destruidas varias plantas de producción cementera. Al visitar los pueblos de la cordillera litoral, y la misma ciudad de Tartús, vi las interminables hileras de carteles con el rostro de los caídos en combate contra los invasores y los fanáticos: hileras de fotografías de jóvenes sirios del EAS y de las milicias, sobre todo de la milicia del Partido Social Nacionalista Sirio. Etc.
Un país pionero en la historia en lo que se refiere a la agricultura, la fundición y el trabajo con metales, la cerámica, el monoteísmo y el panteón estructurado de dimensiones de lo Divino, las profesiones y oficios especializados, las ciudades, etc., arrasado por haber sido un ejemplo de economía política independiente de los mercados financieros occidentales y de sus Bolsas internacionales.
¿Cómo era Siria antes de la agresión Yihadista?
Siria era, por encima de todo, un país inocente. Un país cuya población, en su nobleza y cierta ingenuidad, no podía siquiera remotamente sospechar la malignidad de su entorno geográfico y los planes que le estaban siendo deparados. Siria era un país sin deuda externa. Un país que exportaba medicamentos, y donde uno podía dejarse las bolsas de la compra en cualquier lugar a la vista pública y sin miedo a que nadie las fuera a sustraer. Era un país de telecomunicaciones en soberanía, y, por tanto, de independencia militar en sus comunicaciones y tecnología informacional. Era un país de suntuosidad gastronómica y alimentaria. Un país de cultura de masas marcadamente pacifista e incluso un tanto buenista con respecto a la realidad regional árabo-sunní que rodeaba a los sirios. Un país donde los impuestos a la ciudadanía eran irrisorios, y donde el sistema fiscal funcionaba a partir de la extracción tributaria de una fracción importante de la ganancia industrial y del beneficio comercial, siendo reinvertido en políticas públicas, en el mismo desarrollo productivo, y redistribuido en inversiones sociales. La siria era una sociedad bien concienciada respecto de la cuestión palestina, y cuyo gobierno jamás reconoció al Estado de Israel ni dejó de apoyar la lucha de los palestinos. El imperialismo jamás se lo perdonó, como con el tiempo se vería.
¿Cómo valoras los últimos acontecimientos?
La Cumbre multilateral de Doha, al establecer acuerdos que involucraban a las dos entidades nacionales aliadas de la República Árabe Siria, y en un sentido de provocar una “transición” y cambio de modelo de Estado desde el Estado sirio Nacional hacia un nuevo Estado liberal e integrado en la división internacional del trabajo y de la extracción ganancial, dejó al EAS sin posibilidad práctica de defensión frente a un ejército de mercenarios que son representados como “espontáneos” en televisión, pero que son profesionales del mercenariazgo, la guerra y el asesinato en masa. El EAS había estado defendiendo Alepo y Hama, recuperando parte de las posiciones perdidas y reagrupándose en las afueras de esta última ciudad con objeto de asediar a los terroristas. Al saberse solos, pienso que fue la propia política civil la que emitió la orden de no combatir a la Oficialía, y ésta la trasladó a los Coroneles de los distintos regimientos del EAS. A ello sumar los serios problemas de las milicias de Hezbu Allah en Líbano tras las sucesivas ofensivas israelíes.
El Presidente Bashar es un gran patriota, y así se ha revelado en la casi década y media de unión resistente con su pueblo y su nación. Son difamaciones las que hablan de huida y abandono. Bashar fue evacuado por los rusos al constatarse que no había otra escapatoria que la aérea para burlar las Operaciones imperialistas-sionistas-terroristas para asesinarlo usando aviones no tripuladas. Antes de que lo asesinaran como habían hecho poco antes con el señor Hassan Nasarallah, Bashar fue salvado y trasladado a Moscú, a reunirse con su esposa, quien se halla en situación de recuperación de una enfermedad grave. Me alegro de que haya salvado su vida y, con el tiempo, pueda ser una voz disidente en relación al proceso abierto en Siria, y con cierta proyección internacional de sus declaraciones futuras.
El Presidente Bashar adoleció un tanto de excesivo idealismo. Pensó que la corrupción que involucraba a las terminales territoriales periféricas de la administración y de la burocracia civil y militar, se solucionarían con la apertura del país a posibilidades de negocio y con el movimiento de nuevas inversiones. Es decir, no emprendió una verdadera racionalización de la estructura burocrática en Siria, ni una vigilancia centralizada y sistemática de esas terminaciones administrativas regionales. Se equivocó, y tal laissez faire contribuyó al hartazgo de un sector no nimio de la sociedad civil siria.
También erró en la sobre-consideración del papel económico a jugar por el turismo, hecho que produjo una burbuja de venta de tierras al infundir expectativas irreales de prosperidad a muchas gentes del campo, sumándose al fenómeno la recalificación de terrenos. Ello, conjuntamente, empezó a modificar la estructura propietaria de la tierra en Siria, y hundió a campesinos tanto como a pequeños propietarios que combinaban sus explotaciones con el trabajo estacional a jornal. Estos, por familias al completo, hubieron de emigrar a unas ciudades sin mercado laboral capacitado para integrar activamente a la fuerza de trabajo proveniente. Junto con ello, la demanda de vivienda urbana subió, y correlativamente los precios, inasequibles para toda una nueva capa de habitantes urbanos excampesinos y con dificultades económicas.
Finalmente, erró en su laissezfairismo respecto de la prédica en las mezquitas y las actividades en su intramuros. Este dejar hacer permitió la acumulación de armas y el proselitismo, entre los devotos, de la Hermandad Musulmana. Se dejó hacer probablemente porque Siria se sabía observada “internacionalmente” por un imperialismo que amenazaba con su “lista negra” de países, y con un recuerdo todavía reciente de Iraq y Afganistán. Ligado a esta “acumulación de fuerzas internas” por parte de los Hermanos Musulmanes, el Estado sirio se equivocó al abrir fronteras, a menudo sin inspección alguna a las entradas, con Turquía. Eso abasteció de armamento a las células que los clérigos y los fanáticos preparaban ya a cubierto de mezquitas y de “colectividades culturales”, libres de hacer desde la nueva Ley de reunión y asociaciones.
¿Qué consideración te merecen Al Jolani y el HTS, que parecen haberse hecho con el control del país?
Basura inmunda: un supremacista confesional sunní, que está permitiendo ya las masacres de alawíes por parte de supuestos “incontrolados”, bajo mano en realidad del propio HTS, y que hacen de “poli malo” mientras él puede imputarles a ellos los estragos y lavarse por consiguiente las manos. Jolani es un neofeudal, quien redujo a la servidumbre a las poblaciones lugareñas cuando ocupó Idlib, y quien ha protegido el tráfico de esclavos sirios hacia los señores de la guerra libios, como eje primordial de su “nueva economía” en la misma Idlib. Es quien ejecutó a miles de personas en Idlib, para él infieles o “peor” que infieles, previo “paseo” enjaulados sobre camionetas. Los medios se guardan muy bien de hablar de sus cárceles y calabozos en Idlib.
Es un lumpen más, que se cree coronado, pero que se verá emparedado entre Turquía y su ocupación, al norte, e Israel y su ocupación, al sur Jolani es un títere sin cabeza ya, como se demostrará con el tiempo.
Él “ha comunicado” a occidente que instaurará el libre mercado en Siria y la integrará en la economía globalizada. Como si occidente no le hubiera “comunicado” a él tal directriz. Como si occidente no le hubiera puesto a él para que acometiera tal función “liberalizadora”. ¿Libre mercado para quién?: para el imperialismo exportador e inversor, y para la burguesía compradora sunnita siria, más los nuevos afincados del nuevo régimen, quienes harán negocio con las transacciones de capitales hacia el país y con el cobro a movimientos mercantiles.
¿Cual es la responsabilidad occidental de lo ocurrido en Siria?
Occidente basa su poderío ideológico mundial, y su capacidad de seducción planetaria, en presentar el chantaje de una encrucijada que predica: “O yo, o la barbarie oscurantista”. Se daba la “casualidad” de que Siria era el ejemplo viviente, a ojos del mundo árabe, de la falacia de tal dicotomía invocada. Puesto que Siria encarnaba una modernidad de progreso pero al mismo tiempo alternativa a occidente y a su pack de vacío ideológico, de individualismo, de monopolios privados y de desprotección social y des-vínculo inter-humano. Una modernidad alternativa así es insoportable para occidente, quien fabrica, en cambio, su propia alteridad monstruosa: un islamismo que parece validarlo a él ante las muchedumbres de espectadores. Ya ha entronizado occidente, en Siria, su contrapunto doméstico de bárbaros. Bárbaros a quienes el Presidente Bashar, contra las “peticiones” de Collin Powell en su momento, jamás pensó en legalizar en términos políticos u organizativos.
¿Qué puedes decirnos de Erdogan y los turcos?
Erdogan continúa con su empresa de empeño por devenir el caudillo del mundo musulmán sunní, puente ideológico-confesional hacia la consumación de su proyecto imperial neo-otomanista. Él ha construido una nueva burguesía de Estado, y hasta una nueva “Umma” turca, seducidas por estos cánticos de convertirse en el “centro del mundo musulmán”, y así tal vez con el tiempo del mundo entero. Esta ideología-proyecto considera tanto Centroasia como la Península Árabiga, y por ende a Siria, como parte de su “espacio natural”. Así, en su proyección de Abanderado de los árabes ha financiado a Hamas durante más de una década, persuadiendo a no pocos segmentos poblacionales árabes de ser su Padrecito Protector. El caramelo del Poder es siempre una tentación persuasiva para los árabes sunníes, que se recuerdan en Siria sistemáticamente privilegiados por la política otomana sobre tierras, mientras los alawíes eran objeto de intento de genocidio y los cristianos eran obligados a emigrar o transformados en siervos tributarios y de rendimiento agrario al servicio de la nomenklatura de terratenientes construida por el imperio turco al seno de la casta sunnita.
Asimismo, y en su pugna contra Rusia por establecer un eje centroasiático de influencia, Erdogan se ha lanzado a cofinanciar oleoductos y conductos de hidrocarburos destinados a ofrecer a occidente un abastecimiento alternativo al provisto por Rusia, con lo que Erdogan mata dos pájaros de un tiro, al lesionar los intereses rusos y a la vez ganarse la confianza de occidente. Paralelamente, Erdogan efectúa el rol de guardián/bombeador de refugiados (algunos reales y otros supuestos) sunnitas hacia Europa, que a los poderes fácticos occidentales les interesa importar a Europa de una manera controlada. A cambio de hacer de “condensador”, de “transmisor” y de “bombeador” de franjas demográficas confesionales retardatarias, con el consiguiente debilitamiento europeo y, así pues, fomentando la idealización europea de Israel como si fuera “la última frontera occidental” de autodefensa entorno a la cual cerrar filas, Erdogan posiciona sus productos en Europa vulnerando (consentidamente) las propias leyes comerciales de la UE: calzado, tejido, frutos secos, agroindustria masiva…, y pronto gas desde el Golfo Pérsico a través de gasoductos que, oh “casualidad”, pasarán por Siria.
¿Crees que el actual régimen, que cuenta con la bendición occidental, llevará por fin la paz a Siria?
Este Zelensky árabe de Jolani llevará a Siria, tal vez, la paz de los muertos, propiciando una siria vendida a la compra occidental de deuda y a los créditos de reconstrucción, con un Estado desguazado en su dimensión social y una sociedad civil alienada de su anterior dimensión productiva e industriosa independiente. Sin embargo, no creo tan siquiera en que esta paz llegue, pues el confesionalismo que encarna el HTS es una auténtica bomba de fragmentación que siembra el sectarismo, el sectarismo emanado del sectarismo, nuevas sectas y así sucesivamente. El antiguo proverbio beduino declara: “Yo contra mi hermano, mi hermano y yo contra mi primo, mi primo mi hermano y yo contra el extranjero”. Ya se producen combates embrionarios en el propio regazo del HTS, en la provincia de Idlib, siendo que, por lo demás, a Israel empujando desde el sur el HTS le parece demasiado pro-otomano, y a Turquía el mismo HTS le parece demasiado “descontrolado” en comparación a sus marionetas del Ejército Sirio Libre y sus franquicias sucesoras (ENS, etc.). Tal encontronazo entre potencias regionales le augura al HTS su “libanización”, y tal vez la de Siria.
¿Qué opinas del papel que a jugado Israel en la historia Siria?
El sionismo laico ha pretendido (con su Plan Shamir), y sigue pretendiendo, la construcción de un Nuevo Oriente Medio bajo supremacía sionista, y vertebrado en lo económico por una Confederación Comercial Árabo-israelí que reproduzca al nivel regional el juego imperialista de “intercambios desiguales”. En tal dinámica, las burguesías árabes serían eminentemente compradoras, y así importadoras de mercancías israelíes de alto valor añadido tanto como de capitales operativos israelíes en suelo árabe. Estos capitales repatriarían los beneficios tanto como los derechos comerciales con las mercancías producidas y los servicios turísticos e infraestructurales. A cambio, los países árabes se especializarían en dicha albergancia de capitales israelíes y en la exportación agroindustrial y pecuaria. Se comprenderá que el modelo económico nacional sirio no encajaba en tal proyecto.
Paralelamente, el proyecto israelí judeosupremacista ve, en la colonización demográfica del oriente árabe, y por ende de Siria, tanto como en el dominio político-institucional sobre el Canaan bíblico, que comprende zonas en Siria, en Jordania y en Líbano, las condiciones sine qua non para el cumplimiento de sus profecías relativas al advenimiento de su Mesías, quien vendría a otorgarles el “Eretz Israel” tras la destrucción de Damasco y la reconstrucción del Tercer Templo. Hablamos del arco geográfico comprendido de Oeste a Este entre los Ríos Nilo y Éufrates.
¿Consideras que el mundo árabe está dividido?
En mi opinión, el panarabismo y, con él, las expectativas por parte del Presidente Bashar en el sentido de construir un mundo árabe unido y armónico como plataforma transcontinental de contra-hegemonía al imperialismo, conforman planteamientos idealistas e irrealistas. Ciertamente tal categoría idealista de “mundo árabe” está realmente compuesta, y contrapuesta intestinamente, por raigambres socioculturales y sociohistóricas, por proyecciones geoestratégicas e ideosincrásicas, chocantes entre sí. El panarabismo ha sido, en gran medida, una ideología dada a luz por clases medias árabes ilustradas, académicas, intelectuales y formadas a veces en Colegios de Jesuitas o franceses, y quienes han percibido a la sociedad siria desde el prisma del romanticismo orientalista, a su vez influenciado por la obra de estudiosos europeos críticos del colonialismo pero a su vez imaginantes de una identidad solamente sita en sus cabezas. Cuando Lawrence de Arabia quiso unir a los beduinos peninsulares contra los turcos, estos solían responderles: “¿Qué es un árabe? No existen aquí. Yo soy de la tribu de Omar”, o de la tribu de x, y o z. El Panarabismo ha representado una voz alzada sugestiva contra el islamismo subdesarrollista, pero que obvia, entre otras muchas cosas, que el factor petróleo, geofísicamente distribuido de manera desigual a lo ancho del llamado “mundo árabe”, instituye países-sociedades-clase antitéticos entre sí. Unos imperialmente cooptados a cambio de jugar su carta petrolera, y otras naciones-clase árabes que, en su intento de independencia y soberanía, se encuentran confrontados inevitablemente con los primeros países-sociedades-clase.
¿Qué opinas del papel de Rusia?
Se es injusto en las críticas hacia Rusia. Siria habría dejado de existir hace varios años de no haber sido por el apoyo ruso. Paralelamente, Rusia se ha revelado como una potencia militar y presupuestaria secundaria respecto del occidente, y que ha tenido que concentrar sus fuerzas en no perder sus bastiones en la Ucrania Oriental, que, no lo olvidemos, lindan frontera con la propia Rusia.
La política rusa se considera depositaria de la antigua responsabilidad imperial romano-oriental con la cristiandad, y así ni ha olvidado ni olvidará a los sirios cristiano-ortodoxos, por quienes continuará interviniendo en Siria de un modo u otro. Mi opinión, en tal sentido, es que Rusia no se ha retirado definitivamente de escena, sino que se ha replegado tácticamente, volviendo a asomar en cuanto se presten las circunstancias. Ellos saben lo que representa el enclave del Levante Mediterráneo sirio tanto en términos geopolíticos como en lo que se refiere al tránsito mercantil naviero mundial, a la posibilidad estratégica de paso naval militar, y a la contención de la proyección de Turquía el Cáucaso, Irán y el Asia Central.
Por otro lado, los descendientes de matrimonios ruso-sirios se cuentan por miles en Siria, y constituyen todo un segmento poblacional a proteger, al haberse establecido durante décadas pasadas miles de profesionales especializados y personal ingenieril, técnico y científico soviético en la Siria baasista.
En lo que respecta a la “liberalización” económica de Siria, Rusia cede sin presentar grandes contraposiciones, pero sería ingenuo pensar que Rusia no ha injertado, a la sombra de sus destacamentos militares destinados en Siria, toda una tupida red de espionaje y servicios secretos, informadores, etc., reposando ahora tan solo aparentemente. Al mismo tiempo, no me cabe duda de que la resistencia siria armada se reconstituirá en el lapso de un par de años, y que en su financiación y logística hallaremos, afortunadamente, a Rusia.
¿Cual sería tu juicio sobre el camino de la esperanza para Siria y Oriente Medio?
Junto con la perspectiva de contraataque y contraposicionamiento ruso, que he comentado en el anterior punto, pienso que la reconstitución de una alternativa en Siria y en otros países árabes es indisociable de profundos cambios sociales y políticos llamados a darse en occidente. Tal que así: muertos los Amos, famélicos sus perros. Y no cabe duda de que el Islam Político es perro de sus Amos. Un tercer vector que puede empujar hacia la reconstitución de alternativas es el empuje israelí expansionista. Pienso que las masas árabes, con independencia de la posición de sus instituciones políticas, no consentirán tal expansionismo, que ahora se revela a espuertas con la invasión militar y colonialista de Siria. Solamente desde esta perspectiva internacional, que involucre a las masas árabes y occidentales, y de la mano táctica con el contrapoder ruso, podrán las masas sirias restituir su independencia patria, siendo que sectores enteros del mundo social civil sunnita sirio están llamados a arrepentirse de haber agarrado el caramelo del Poder supremacista en Siria en cuanto tengan “oportunidad” de hacer balance de su nueva situación material y en materia de seguridad a un tiempo vista.
Muchas gracias, añade algo más si lo consideras oportuno.
Muchísimas gracias por la oportunidad de entrevista que me ha brindado usted. Hoy más que nunca, cuando las necesidades, los intereses y el Poder de la finanza y de su tribu “internacional” de “Elegidos” resultan ser globales, la perspectiva para las naciones y para los pueblos deviene dialécticamente una perspectiva global… o la perspectiva no será. La victoria de Siria será, de manera indisociable, la victoria global de la humanidad en el terreno de su conciencia respecto de Siria y de la presión internacional popular resultante. Así sucederá que Siria, la humanidad, vencerá.
Fuente: Instituto Humanista de Pronosticación Sistémica
Autor: Instituto hps