El acelerador de partículas construido en Suiza, el mayor experimento internacional que reproduce las condiciones del universo cuando era nuevo, logró ayer sus primeras colisiones en una prueba que resultó "definitivamente exitosa", según el equipo argentino que lidera la física platense María Teresa Dova.
Una imagen durante el ensamblado de las partes del anillo de 27 km
"Hoy tuvimos colisiones en las energías más altas que el hombre nunca alcanzó", anunció Dova a la prensa, en el departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de La Plata desde donde siguió en directo el experimento del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN).
"Los experimentos están recogiendo sus primeros datos físicos: ¡estamos en un momento histórico!", escribieron los científicos del CERN en la red Twitter.
La colisión a siete TeV supone una energía 3,5 veces superior a la lograda jamás con un acelerador de partículas y marca el inicio de los experimentos científicos del LHC, con los que se pretende entender la naturaleza del universo. Un TeV equivale a un billón de electrovoltios.
"Es un gran día para los físicos de partículas", dijo el director general del CERN, Rolf Heuer, en un comunicado difundido por la agencia DPA. "Mucha gente ha esperado mucho tiempo por este momento, pero su paciencia y dedicación está comenzando a dar resultados".
El hecho de que se tardarán meses o años en evaluar los datos obtenidos no frenó la alegría de los investigadores, que ya hablan de una nueva era nacida en la ciencia.
"Miles de eventos" quedaron grabados en la primera hora de colisiones estables, que serán estudiados detenidamente por los científicos.
La primera colisión tuvo lugar a las 8:06 (hora argentina), un poco después de las estimaciones más optimistas pero en línea con las más cautas.
Al principio hubo algunos fallos y el sistema de seguridad frenó el experimento al caer algunos rayos de protones que pudieron ser rápidamente fijados, permitiendo a los científicos y a sus seguidores en todo el planeta observar el histórico momento.
Al igual que sus colegas de todo el mundo, Dova junto a los físicos Martín Tripiana y Fernando Monticelli, pasó la trasnoche interconectada con el CERN a la espera de que ocurriera el choque, tras la aceleración de partículas en un circuito de 27 kilómetros por los que circulan los haces.
"Cuando se produce la colisión, se obtienen partículas de alta energía y, por el principio de Albert Eistein, toda la energía se convierte en masa, que es colectada por el detector del cual nosotros tenemos que seleccionar los datos que tengan interés físico", contó la investigadora platense.
Otra vista del gigantezco acelerador de partículas
Los datos se colectan a través del detector Atlas, un gigante de 25 metros de alto y 46 de largo que cuenta con cien millones de canales electrónicos para transmitir la información.
Esos datos relevantes podrían informar de la existencia de la partícula de Higgs, un elemento hasta ahora teórico, que explicaría la masa de toda la materia y "también las partículas supersimétricas, que explicarían la materia oscura", indicó Dova.
El experimento, construido a cien metros de profundidad en la frontera entre Italia y Suiza, es seguido por 35 países y 169 instituciones de investigación.
La experiencia no recrea el Big Bang, la expansión de masa, energía, espacio y tiempo y es la teoría que rige hoy para explicar cómo se originó la conformación actual del universo, sino que "reproduce las condiciones que había en el universo cuando era joven", afirmó Monticelli.
El estudio de las partículas de alta energía, ahora no en forma de modelos simulados, sino "fotografiadas" en el experimento, pueden completar el entendimiento científico de cómo se comporta la materia.
"Hacemos en estos aceleradores lo que el universo está haciendo desde que es universo, ya que hay partículas con aceleración mayor a la que logramos en el colisionador, que ingresan permanentemente a la atmósfera terrestre”, observó la científica.
"Hace cuatro años que estamos preparándonos para analizar estos datos, la diferencia es que ahora, en vez de trabajar con datos simulados, estamos trabajando con datos reales que nos da la naturaleza y nosotros vemos", enfatizó.
Dova consideró que "la física va a girar en las próximas décadas alrededor de este experimento".
(Télam)