Razones para que esto suceda sobran, ante un gobierno nacional empeñado en terminar con este derecho humano y social.
Estudiantes, docentes, organizaciones sociales, obreras y políticas darán el presente en la calle, el próximo miércoles 2 de octubre. Habrá paro y movilización.
Por Marcela Isaías. El Eslabón
Dos semanas atrás, las y los estudiantes –organizados en la Feser y la Renace– escribían en un texto conjunto un contrato con la memoria, el presente y el porvenir. “Nunca más permitiremos que se violen nuestros derechos ni que la represión silencie las voces de nuestra lucha por la libertad y la democracia que se da en los barrios, la que se cultiva en las escuelas y la que nos dará a todas y todos las mismas oportunidades”, se prometieron en la marcha del 48° aniversario de la Noche de los Lápices.
Movilizados por la ciudad, pusieron en un lugar de privilegio el reclamo por el financiamiento universitario y de la educación pública para exigir que Milei no vete el dinero que necesitan las universidades nacionales. Y se posicionaron del lado de los salarios dignos y los derechos laborales de la docencia
“Nunca permitiremos que la educación sea un negocio corporativo, sino que la educación pública será nuestro más alto orgullo soberano”, expresaron en ese paso colectivo.
En el mismo sentido que lo hicieron los centros de estudiantes, las y los profesores de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) agremiados en la Coad llamaron a replicar “la multitudinaria marcha nacional del 23 de abril pasado” en defensa de la universidad pública. “El momento es muy crítico, con salarios por el piso y un presupuesto reducido a su mínima expresión”, dijeron, y remarcaron que “sobre la recientemente conquistada ley de financiamiento universitario se cierne la posibilidad del veto de Milei; el presidente sólo transgrede en sus metas fiscales para darle beneficios a los ultra ricos nacionales o extranjeros”.
Eso sí, la Coad trabaja para que la Marcha Federal del 2 de octubre se haga sentir en la ciudad. “Vamos a apuntar a que la marcha grande sea en Rosario”, dijo el secretario general de la Coad, Federico Gayoso, a El Eslabón, y anticipó que estaban en conversación con el movimiento estudiantil, con la Asociación del Personal de la Universidad de Rosario (Apur) y otros sindicatos.
A principios de la semana pasada, la Ctera convocó a la Marcha Federal por la educación pública y a parar en todas las provincias. Las banderas centrales que levantan pasan por presupuesto educativo para las universidades y las escuelas; la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) para garantizar salarios dignos, y el rechazo a las reformas previsionales, como la que se termina de aprobar de manera vergonzosa en Santa Fe.
“La situación es grave”, definió en una entrevista televisiva la secretaria general de la Ctera, Sonia Alesso, y de inmediato convocó a movilizarse en defensa de la educación pública “que es patrimonio de todos los argentinos”. Señaló además al Congreso de la Nación: “Está en manos de las y los legisladores defender la educación pública”. Y pidió que se prioricen la educación, la salud, la atención al hambre para no tener una Argentina cada vez más desigual.
Alesso alertó que el presupuesto contemplado para el 2025 representa un 50 por ciento del actual. “¿Adónde va el dinero que no se ejecutó en 2024? ¿Adónde va la plata que se le quita a la ley de financiamiento, a la ciencia, a la técnica, a la construcción de jardines, a la enseñanza técnica, a la formación docente? Va a pagar los intereses de la deuda externa”, denunció, y llamó a ser “cientos de miles en la calle, con un libro en la mano” para decirle no al veto presidencial al financiamiento universitario y en defensa de la educación pública.
Como sindicato de base, Amsafé provincial se suma al paro y movilización del próximo jueves.
“Si en este país, una nena dice que cuando sea grande quiere ser médica, abogada, contadora o ingeniera, nadie la va a mirar raro porque existe la universidad pública. Defendamos nuestro derecho al futuro. El 2 de octubre a la calle por la universidad pública”, convocó el secretario general del Sadop Rosario, Martín Lucero, a través de su cuenta de X (o Twitter).
Si en este país una nena dice que cuando sea grande dice que quiere ser médica, abogada, contadora o ingeniera… Nadie la va a mirar raro porque existe la Universidad Pública. Defendamos nuestro derecho al futuro El 2 de octubre a la calle por la Universidad pública.
Tincho Lucero. @tincholucero
De “caídos en la pública” y “pobres en la universidad”
El 21 de marzo de 2017, el entonces presidente Mauricio Macri pronunciaba una frase que ya es parte de la memoria educativa. “Tenemos que trabajar para terminar con la terrible inequidad entre aquel que puede ir a una privada y aquel que tiene que caer en la escuela pública”, decía al presentar los resultados de una evaluación estandarizada. Los dichos llegaron en medio de un paro nacional docente y a poco de concretarse la Marcha Federal Educativa que reunió en Plaza de Mayo a más de 400 mil maestras y maestros que llegaron de todo el país para reclamar por la paritaria nacional docente que habían dado de baja.
Poco más de un año después, el 30 de mayo de 2018, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, era invitada por el Rotary Club de la Ciudad de Buenos Aires a disertar sobre “Cómo veo a la Argentina”. En esa disertación, se preguntó: “¿Es de equidad que durante años hayamos poblado la provincia de Buenos Aires de universidades públicas cuando todos los que estamos acá sabemos que nadie que nace en la pobreza en la Argentina hoy llega a la universidad?”. Su señalamiento llegaba a poco de celebrarse los 100 años de la Reforma Universitaria de 1918 y a un año de cumplirse el 70° aniversario de que el gobierno de Perón hizo gratuitos estos estudios superiores.
Las barbaridades dichas por Macri y la ahora legisladora nacional recibieron cientos de respuestas de repudio, a la par de conmovedoras historias de vida, de agradecimiento a la escuela y a la universidad públicas.
Con el gobierno de Milei, las y los “caídos en la escuela pública” y los “pobres en la universidad” pasaron a ser los destinatarios de los insultos con que el presidente de la Nación los nombraba cada día. Una manera perversa y cruel de denigrar a la educación, la ciencia y la investigación.
El martes 24 de septiembre pasado, las y los rectores de todas las universidades públicas, reunidos en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), lanzaron un mensaje –Para seguir siendo una nación. Sí al financiamiento universitario– “para reclamar respuestas y convocar a la sociedad argentina a una nueva manifestación en defensa de la educación pública y del sistema universitario público argentino”.
El llamado a sumarse a la marcha del 2 de octubre surge “con la preocupación por un contexto cada vez más difícil, ante la desconsideración y el hostigamiento que no cesan y frente a la profundización del desfinanciamiento y la desjerarquización que ponen al límite de sus posibilidades al sistema científico y universitario”.
En ese documento, denuncian “una campaña injusta y falaz, sistemática y planificada, que intenta desprestigiar lo que sucede en el ámbito científico y universitario desmereciendo el esfuerzo de millones de estudiantes y miles de docentes y no docentes de todo el país”.
Aseguran que “la situación hoy es más crítica que a comienzos de año, con un capítulo dramático en materia salarial”. Y advierten que “más del 70 por ciento de las y de los trabajadores de la educación superior perciben salarios por debajo de la línea de pobreza y miles no recibieron incremento alguno desde principios de año”.
En ese escenario sombrío –dicen desde el CIN–, “la aprobación en el Congreso de la Ley de Financiamiento Universitario para sostener el sistema en el presente año abrió una esperanza, otorgando previsibilidad en materia presupuestaria y una respuesta a la angustiante situación salarial. Se trata de una ley responsable que resuelve los problemas de manera razonable porque evita comprometer fiscalmente al Estado. A pesar de saberlo fehacientemente, el Gobierno manifestó que optaría por vetarla. La esperanza abrió paso, una vez más, a la incertidumbre”.
Las y los rectores alertan además sobre el proyecto de presupuesto para el 2025 elevado al Congreso “que agrava aún más la situación”, y establece una escala de prioridades que no contempla ni la ciencia ni a la educación.
En ese mensaje, las y los rectores de todas las universidades públicas del país –entre ellos, el rector de la UNR Franco Bartolacci– tienen un pedido para el presidente de la Nación, para las y los legisladores nacionales y para la sociedad .
A Milei le reclaman que “no prospere con el veto a la Ley de Financiamiento Universitario 2024 y reconsidere el proyecto de presupuesto para el 2025. No hay en las universidades y en la ciencia un problema, allí descansa la posibilidad de encontrar una solución a los problemas que tenemos”.
A las y los legisladores nacionales los comprometen para que de “confirmarse el veto anunciado por el Gobierno nacional, sostengan en el Congreso la Ley de Financiamiento Universitario e introduzcan razonables modificaciones al proyecto de ley de presupuesto 2025 para garantizar al sistema universitario y científico las condiciones mínimas e indispensables para su funcionamiento”.
Publicado en el semanario El Eslabón del 28/09/24