Milei quiere que la rebaja del impuesto PAIS a las importaciones y fletes de 10 puntos porcentuales, que regirá desde este lunes 2 de septiembre, permita perforar el piso de inflación del 4% mensual de los últimos meses.
Resignará, para eso, una importante cantidad de ingresos: unos $1,5 billones hasta fin de año. Y prepara reducciones de aranceles adicionales para importaciones que se plasmen en baja de costos y de precios finales, a riesgo de cebar una demanda adicional de dólares que hoy escasean.
El ministro de Economía, Luis Caputo, y sus secretarios del ala Comercio y Producción, Juan Pazo y Pablo Lavigne, transmitieron a las empresas que esperan que la reducción del impuesto -no extensible a la compra de dólares para pagar la tarjeta o gastos en el exterior- reduzca los costos. “En septiembre vamos a ver una baja de precios. Nos hemos juntado con muchas cámaras para transmitirles que la gente lo tiene que percibir del otro lado”, dijo Caputo este miércoles en radio Rivadavia.
Caputo afirmó que espera que la inflación de agosto sea “cercana a la de julio, espero que algo más abajo”. El mes pasado, el Índice de Precios al Consumidor marcó 4%, con Alimentos en 3,2%. Según consultores, la inflación viaja en torno al 3,8% este mes y Alimentos sube entre 2,5 y 2,8%. La estabilidad cambiaria y la recesión son las claves que ayudan a contener los precios.
Con todos los cañones puestos en la baja de la inflación, el Gobierno nota que le cuesta perforar el piso del 4% e ir al siguiente escalón, para que los precios converjan a la suba del tipo de cambio oficial, de 2% mensual, y avanzar otro paso en la demorada promesa de abrir el cepo. “En septiembre va a bajar, en parte por el impuesto PAIS y también porque tomaremos más medidas que tienen que ver con reducir el costo argentino”, adelantó Caputo. Algunas estimaciones preliminares marcan que la inflación podría bajar otro medio punto, a una zona en torno al 3,5% mensual.
Los funcionarios adelantaron a empresarios que, en las próximas semanas, reducirán aranceles a algunos insumos importados, como parte de la agenda aperturista. “Van por el import parity, que la industria compita con el importado”, dijo un ejecutivo que participó de una reunión con Pazo y Lavigne.
Las empresas avisaron a los funcionarios que la baja de precios no será lineal. Por un lado, porque hay stocks de productos que ya tienen incorporado el costo del impuesto PAIS del 17,5%. También, porque la proporción del insumo importado es disímil. El impacto debería ser más directo en bienes terminados (un auto hecho en Brasil, por ejemplo) y más difuso en otros con mucho agregado local (alimentos).
Por último, porque las grandes compañías ya vienen ofreciendo rebajas ante la caída de ventas, que en julio fue del 16% anual, según Scentia. “No habrá una baja de precios masiva, sino que esto ayudará a sostener los precios, como viene sucediendo en los últimos tres meses”, dijeron en una de las empresas más grandes de consumo masivo. “Puede ser que alguna categoría baje”, añadieron.
En donde puedan, las compañías buscarán recuperar los márgenes que vienen cediendo ante la sostenida caída de ventas. Y esto se dará a lo largo de toda la cadena productiva. “La clave del impacto de la reducción/eliminación del impuesto en los precios está en la puja que suceda en cada cadena de producción y comercialización”, indicó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
Cueste lo que cueste
El impuesto PAIS tuvo un recorrido marcado por la emergencia económica. Fue una creación de Alberto Fernández, al inicio de su mandato. El Frente de Todos gravó, en ese entonces, la compra de dólares para ahorro y el pago de gastos en divisa con tarjeta con hasta 30%.
A mediados de 2023, ya con Sergio Massa como ministro de Economía, el Gobierno extendió el impuesto a la compra de dólares para pagar importaciones de insumos y bienes terminados, con una alícuota del 7,5%. Lo usó como “zanahoria” para negociar acuerdos de precios: las empresas que firmaban los convenios quedaban exceptuadas del tributo.
Caputo masificó el impuesto PAIS a casi todas las importaciones (medicamentos y café quedaron exceptuados, por ejemplo) y subió la tasa a 17,5%, al inicio de su gestión, además de subir el dólar oficial más de 100%. Esto le permitió aumentar la recaudación del tributo que no se coparticipa y sostener las cuentas en momentos en que el IVA, impuesto a las Ganancias y otros ingresos pro cíclicos caen a tono con la recesión. Hasta julio, el impuesto PAIS recolectó más de $3,7 billones.
Este impuesto fue clave para que el Gobierno pudiera mostrar un superávit fiscal sostenido. La recaudación del PAIS “representó la mitad del superávit primario del primer semestre”, indicó la consultora Analytica.
El Gobierno suplirá una parte de lo que dejará de recaudar con el regreso del impuesto a las Ganancias a trabajadores en relación de dependencia y lo que entre por única vez por el blanqueo de capitales. Según Analytica, “la disminución de la alícuota de este impuesto a la importación de bienes representará menores ingresos por $1,5 billones entre setiembre y
diciembre, caída en un 40% compensada por el retorno del impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría, con un aporte estimado de $600.000 millones”.
“La rebaja de la alícuota del impuesto del 17,5% al 7,5% implicaría una pérdida de ingresos por 0,13% a 0,18% del PIB en los últimos cuatro meses del año”, sostuvo Iaraf. “Esta pérdida representa entre el 14% y el 20% del superávit fiscal anualizado”, añadió.
Analytica advirtió que la reducción del impuesto a las importaciones llega en la época “magra” de recolección de divisas. El mes próximo se acumularán pagos a importadores por el cambio de régimen de 4 a 2 cuotas mensuales en el acceso a las divisas. También, porque muchas empresas estaban esperando la rebaja del impuesto para pagar embarques ya planificados. “Se reduce el costo de las importaciones en un mes donde la estacionalidad es negativa para el mundo de los dólares. En los últimos 10 años, septiembre fue el mes con el menor saldo comercial en la balanza de bienes”, indicó la consultora.
El impuesto PAIS caerá definitivamente a fin de año, porque el Gobierno avisó que no buscará prorrogarlo. Para entonces, los consumos en divisa de viajes y otros servicios serán más baratos y el Estado resignará recaudación.
Fuente: CENITAL
Autor: Esteban Rafele