Viajar al espacio induce cambios moleculares, celulares y fisiológicos y plantea innumerables retos biomédicos al cuerpo humano, y ahora sabemos cuáles.
Los viajes al espacio, incluso de corta duración, son un desafío para la salud, con cambios a muchos niveles, aunque gran parte se normalizan al regreso.
En septiembre de 2021, cuatro tripulantes de la misión Inspiration4 de SpaceX hicieron historia como el primer equipo completamente civil en orbitar la Tierra. Durante su estancia de tres días en el espacio rompieron barreras en la exploración espacial, y en la actualidad proporcionaron datos detallados sobre los efectos de los viajes espaciales breves en el cuerpo humano.
Tres días en el espacio son suficientes para cambiar el cuerpo y la mente
La tripulación de Inspiration4, que incluía a la médica Hayley Arceneaux, al ingeniero de datos aeroespaciales Chris Sembroski, la geocientífica Sian Proctor y el empresario multimillonario Jared Isaacman, se sometió a pruebas exhaustivas antes, durante y después del vuelo, descubriendo cambios en su cuerpo y mente.
Estos cuatro astronautas pasaron tres días a 590 kilómetros de la Tierra (unos 200 por encima de la Estación Espacial Internacional, donde realizaron diversos experimentos y tomaron muestras de sangre, saliva, heces o biopsias de piel. De acuerdo a la investigación, existieron cambios significativos en estructuras cruciales como el cerebro, corazón, músculos, riñones y piel. También se observaron alteraciones en la regulación inmune y los niveles de estrés, así como en las mitocondrias, las “centrales energéticas” de las células.
Sin embargo, a pesar de los resultados, la mayoría de los cambios en los telómeros (extremos de los cromosomas), la química de la sangre, las proteínas o en la expresión génica vuelven “a la normalidad en unos meses. Más del 95% de los biomarcadores monitoreados regresaron a sus niveles previos al vuelo en los meses posteriores al regreso de la tripulación.
Los primeros son los cambios neurovestibulares, que tienen que ver con la orientación, provocando mareos y vómitos que afectan al 80 % de las personas, después se producen los relacionados con la sangre y fluidos que se redistribuyen hacia el tórax, el cuello y la cabeza.
Comparando con otras misiones
La investigación también comparó los datos de la misión Inspiration4 con información de 64 astronautas que participaron en misiones más prolongadas a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS) y otras misiones. Esto permitió analizar los efectos de niveles más altos de radiación, dado que Inspiration4 voló a una altitud de aproximadamente 370 millas (590 km) sobre la Tierra, más alto que la ISS.
“Hasta ahora, las mujeres parecen volver a la línea de base (estado previo al vuelo) más rápido que los hombres, pero nuestras cifras son demasiado pequeñas para que esto sea definitivo”, explicó Mason.