En 2021, la Unión Europea generó 188,7 kg de residuos de envases por habitante, 10,8 kg más por persona que el año anterior.
Se trata del mayor aumento registrado en los últimos 10 años (aproximadamente 32 kg más desde 2011).
Esto es lo que demuestran los últimos datos de Eurostat, que certifican un total de 84 toneladas de residuos de envases, de los que el 40,3% son de papel y cartón, mientras que el plástico y el vidrio rondan el 19%, seguidos de la madera y el metal, con un 17,1% y un 4,9% respectivamente.
Además, en el 2021, cada persona residente en la UE generó un promedio de casi 36 kg de residuos plásticos y, de estos, solo se reciclaron 14,2 kg, es decir, menos de la mitad.
En materia de reciclaje, Italia se encuentra entre los países más virtuosos y avanzados de Europa, y la razón de esta supremacía se debe principalmente a un sistema eficaz y organizado que ha resuelto el problema ambiental colectivo garantizando el inicio del reciclado o la valorización energética de los residuos de envases en todo el territorio nacional.
La agencia de noticias Interris.it ha hablado con el doctor Stefano Leoni, responsable del sector de economía circular de la Fundación para el Desarrollo Sostenible.
Dr. Leoni, cuando hablamos de residuos y reciclaje, ¿a qué nos referimos?
«Los residuos son los desechos resultantes de un proceso de producción o consumo. La disciplina clasifica como residuo aquello que se desecha, se pretende desechar o se tiene la obligación de desechar.
El reciclaje, por su parte, es el tratamiento mediante el cual los residuos son tratados para obtener productos, materiales o sustancias que se utilizarán para su función original o para otros fines, excluida la recuperación de energía.
En otras palabras, el reciclado evita la extracción de materias primas vírgenes mediante la puesta en circulación de material que, de otro modo, se depositaría en vertederos o, en su caso, se quemaría».
¿Cuál es la tasa global de reciclado de residuos?
Para los residuos especiales, es decir, los procedentes de actividades económicas, el informe publicado el año pasado por ISPRA con datos de 2021, muestra una tasa de recuperación de materiales del 72%, que incluye también las operaciones que no son estrictamente de reciclaje.
En el mismo informe, el porcentaje de reciclaje de los residuos municipales, es decir, los procedentes de los hogares y, en cualquier caso, sujetos a la gestión municipal, es del 48,1 %.
¿Qué ocurre al poner en práctica el reciclaje?
«Esta buena práctica evita la extracción de sustancias vírgenes, que es uno de los mayores impactos ambientales en nuestro planeta.
Según el PNUMA, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el crecimiento del consumo y de la población mundial llevará en 2060 a duplicar la extracción de materias primas, llegando a casi 190 mil millones de toneladas al año. Por tanto, es necesario no sólo aumentar el reciclado, incrementando la tasa de sustitución de materias primas vírgenes, sino también disminuir la generación de residuos haciendo más eficientes los sistemas de producción y de consumo».
Los buenos modales empiezan por el individuo. ¿Cómo debe uno comportarse?
«A veces pensamos que un gesto individual de un ciudadano puede hacer poco, pero en realidad, si lo hacen millones de personas, puede convertirse en una acción de gran alcance. Me refiero a pequeños gestos como separar adecuadamente los residuos, comprar productos que contengan material reciclado, evitar los desechables, reducir el desperdicio de alimentos, reparar los bienes
siempre que sea posible, utilizar el uso compartido y, por último, pero no por ello menos importante, a la hora de comprar, leer atentamente las etiquetas de los productos».
Fuente: PRESSENZA.COM