Los estudios de tendencias laborales revelan que Argentina es el país en Latinoamérica con un mayor porcentaje de colaboradores trabajando de manera híbrida. Y surge la «procasturbación».
La pandemia de Covid-19 derribó grandes mitos sobre la necesidad de estar en la oficina para trabajar. En muchos casos incluso la productividad mostró mejoras. Pero hay procesos que aún requieren que las personas se encuentren. Así, los modelos híbridos son los que se imponen.
WeWork, la empresa líder en espacios flexibles de trabajo, realizó un estudio junto con Michael Page, la proveedora de reclutamiento permanente, en la cual entrevistaron a más de 8.000 personas en seis países de Latinoamérica incluyendo Argentina, para entender los nuevos hábitos, prioridades, demandas y valores de los profesionales que enfrentaron uno de los períodos de reinvención empresarial más desafiantes y creativos de las últimas décadas. Es así como, utilizando una metodología cualitativa y cuantitativa, el 70% de personas encuestadas afirmó que están realizando sus trabajos diarios de manera híbrida.
Particularmente en Argentina, un 83% de los encuestados trabajan de manera híbrida, un 14% de forma remota y solamente un 4% continúa yendo a las oficinas todos los días presencialmente. En otras palabras, la pandemia y el confinamiento cambiaron para siempre el modelo de trabajo al que estábamos acostumbrados, para darle paso a la flexibilidad.
Y ¿Cuáles son las ventajas de este nuevo esquema según los encuestados? El 87% considera que la reducción del tiempo de desplazamiento es la principal ventaja del modelo de trabajo híbrido. ¿Y cómo no serlo? Ahora, los colaboradores pueden decidir cuándo ir a trabajar de una manera mucho más amigable y menos estructurada, dando paso a la posibilidad de realizar otras actividades. Para el 51%, este tiempo lo piensan como un impacto positivo en el aumento de la productividad, salud mental y los procesos creativos.
Además, el 82% manifiesta sentirse más feliz y saludable compartiendo su jornada laboral entre la oficina y el home office, tener una rutina más dinámica y la flexibilidad de elegir donde van a trabajar.
De todas formas, hay factores como las relaciones que generamos dentro del ambiente de oficina que no se pueden reemplazar por computadoras y llamadas de equipo. De los encuestados, el 57% sienten que la formación de relaciones amistosas o estratégicas es lo que más extrañan de la presencialidad.
Estos números aumentan cuando analizamos a los encuestados que actualmente están trabajando de manera 100% remota, teniendo en cuenta que el 81% considera que establecer vínculos de confianza, colaboración y empatía entre equipos es el principal reto del trabajo remoto.
Aumenta la apuesta por el Lifelong Learning
Por otro lado, el estudio Termómetro de reclutamiento realizado a más de 1.700 empresas en América Latina por el software de reclutamiento SherlockHR y la bolsa de empleo CompuTrabajo, dio a conocer otros cambios y tendencias que darán forma al nuevo mercado laboral.
En un mundo cada vez más digitalizado y en constante transformación, si las empresas desean seguir siendo relevantes para el mercado, tanto organizaciones como colaboradores necesitan actualizarse y adquirir nuevas habilidades para innovar y seguir creciendo.
Bajo esta premisa cobra fuerza el Lifeling Learning o formación continua, una tendencia en la que el éxito de la empresa depende de las competencias y la capacidad de adaptación al cambio de su fuerza laboral.
En esta adquisición de nuevas competencias destacan las “reskilling”, aquellas que facilitan al talento moverse de un puesto a otro o de una función a otra. En tanto que el “upskilling”, busca que los colaboradores desarrollen las competencias necesarias para mejorar el desempeño de su rol actual.
En este contexto, el 96% de los empleadores del mercado argentino expresaron que la experiencia es lo que más valoran del candidato, para el 76% son los conocimientos técnicos y un 73% encuentra que la actitud es lo más importante porque muestra disposición para afrontar nuevos retos.
Procasturbación: sexo y teletrabajo
Una curiosa novedad que surge en el mundo de los recursos humanos es el fenómeno de la «procasturbación». ¿De qué se trata? Diversos estudios señalan que el teletrabajo ha impulsado el tiempo que dedicamos a las prácticas sexuales.
Un estudio realizado por Platanomelón, señala que un 24% de hombres y un 19% de mujeres asumen masturbarse en medio de su jornada laboral, una acción que tiene un nombre procrasturbación. Esto es la masturbación en horario laboral, otro de los efectos de permanecer la jornada laboral entre las paredes de nuestra casa.
Asimismo, otra encuesta realizada por Yellow Octopus entre más de mil empleados de Estados Unidos, Australia, Reino Unido y Canadá, concluyó que uno de cada cuatro empleados que trabajaban desde casa tenía sexo en horario laboral, concretamente, uno de cada tres hombres y una de cada cinco mujeres se masturbaba mientras teletrabajaba.
Para los especialistas, mantener relaciones sexuales (solo o en compañía) también tiene sus efectos positivos en cuanto a la reducción de la ansiedad, la mejora de la autoestima y del sueño, factores que cuando no son los apropiados, tienen una incidencia directa en el rendimiento profesional o incluso son responsables de bajas laborales.
Si eliminamos el factor trabajo, “la masturbación además de placentera, regula el estrés y devuelve la sensación de calma de manera instantánea, mientras alivia la ansiedad y libera tensiones. Por otro lado, aumenta la productividad y concentración, equilibra el estado anímico y reestablece la homeostasis del cuerpo”.