Ha muerto Isabel II de Inglaterra.
La cabeza de las Monarquías europeas.
96 años correteando por aquí.
Las monarquías junto con la iglesia en Europa, han supuesto un abuso de poder y manipulación a las poblaciones que ha durado demasiado tiempo…
Demasiado tiempo aprovechándose de la gente usando a «dios» como escudo para su propio beneficio. Monarquías-Iglesia, caminando juntas, repartiéndose el botín…
Pero todo llega a su fin en este espacio-tiempo.
Se cumplió su ciclo y con ello se va la «veterana» y tras ella vamos a ver cómo se desploma el resto…
Las monarquías, que no son queridas por los pueblos y que además son un gran gasto sin ningún sentido, saben que tienen los días contados. Nos meten a capón un 36 cuando ya calzamos un 42…
Estamos en la Era digital…, ya quedó atrás el cuento de la princesa custodiada en el castillo por un gran dragón, esperando que el príncipe (que será rey) la rescate y vivan felices forever, tan forever, que ha llegado a nuestros días.
En esta nueva Era, la humanidad se liberará del trabajo esclavizante para subsistir y se desarrollará sin límites… porque el valor central será la existencia humana. Aprendiendo a tratar a los del demás del mismo modo que queremos para nosotros mismos.
Viajando por el espacio que le llama… Ampliando su realidad, su nivel de conciencia. Pasando de una vigilia ordinaria (llena de ensoñaciones y ruidos) a una conciencia de sí, despierta, atenta a sí misma y a lo que ocurre a su alrededor. Ampliando así su espacio de representación.
En no mucho, va a empezar a ponerse interesante la evolución de esta especie «sagrada» nacida del Cosmos cuyo destino no está determinado ni escrito por nadie, solo por sí mismo y «algo» que le empuja siempre hacia el futuro, superando resistencias y dificultades en su proceso de continuo cambio y transformación…
Una evolución que trascenderá, finalmente, a la ilusoriedad de este espacio y tiempo en el que la conciencia humana se desenvuelve aún, pero estamos muy muy cerca de un nuevo salto en nuestro crecimiento como especie y tengo la corazonada de que lo vamos a ver.
Estamos todos, en silencio, empujando internamente para que algo bueno ocurra…
Las Monarquías, apernadas furiosamente a la ilusoriedad de un mundo de mentalidad medieval pero destronadas en el corazón del mundo del siglo XXI, están muertas y muy cerca de desaparecer. Arrastradas como hojas caídas en una tarde de otoño al que nos adentramos los europeos, arrastradas por este momento histórico de caída, sin remisión, de una civilización ya obsoleta.
¡Larga vida! Sí, pero al ser humano del presente que se proyecta hacia un futuro que comprende que nada hay por encima del Ser Humano y ningún Ser Humano por debajo de otro.
Nunca más.
Esther Bass
Fuente: Prensaldia.com