En el Día Mundial de la Salud, el intendente Adrián Maglia encabezó junto a la Secretaria de Salud y Ambiente Natalia Annunziata un reconocimiento organizado por la Municipalidad de Granadero Baigorria a todo el personal que luchó codo a codo contra la pandemia. Y que lo sigue haciendo.
“Sin descanso y poniendo en riesgo su propia integridad, decenas de personas de la ciudad dejaron todo de sí durante la pandemia del Covid19: médicos, enfermeros, estudiantes, voluntarios, personal de maestranza, ambulanciastas… Todos son héroes sin capa. Todos tienen nuestro eterno agradecimiento”, señaló el intendente Adrián Maglía.
En el Centro Cultural “Cholo” Montironi, que aún oficia como vacunatorio municipal, el Municipio preparó un reconocimiento masivo para todo el personal –municipal y no municipal- que trabajó y sigue trabajando para combatir la pandemia. “Decir gracias es quedarse corto, no alcanza para graficar lo que uno siente. Desde el primer día de la pandemia hemos trabajado sin descanso y nuestro trabajo ha sido reconocido en todo el país”, celebró Maglia.
Apenas iniciada la pandemia, Granadero Baigorria fue elegida entre las 12 ciudades en las que se instalaron hospitales sanitarios. A eso se sumó la asistencia de enfermos y seguimiento de casos. Y luego, cuando por fin llegaron las vacunas, se organizó el operativo de vacunación más importante de la historia de la ciudad.
Al día de hoy, se aplicaron en la ciudad cerca de 70.000 dosis contra el covid 19. “Y detrás de cada vacuna, así como de cada asistencia, atención o trámite, hay una persona que ayudó, que donó su tiempo y que hasta se puso en peligro. Hoy queremos decirles gracias y, ya que podemos, darles un abrazo”, destacó Annunziata.
Durante la jornada se otorgaron reconocimientos para el personal del vacunatorio, para profesionales, médicos y enfermeros del hospital, para el personal de maestranza y asistencia del “Cholo Montorini” y para todo el equipo de la Secretaría de Salud y Ambiente. Además, el intendente Maglia descubrió una placa conmemorativa en la Plaza del Bicentenario y plantó un árbol como símbolo de vida y esperanza en la misma plaza.