Es agua tomada del río Paraná que se transforma en vapor para generar energía eléctrica. Tras ese proceso, vuelve a hacerse agua para ser volcada al río Paraná, sin elementos contaminantes
Molinos Agro concluyó con la renovación total que realizó en su planta de tratamiento de efluentes líquidos.
La tarea implicó dos meses de actividad que llevó adelante dos empresas contratistas de la región (Respat SRL y Simach SRL), además del aporte de DH-SH SRL, firma que tuvo a su cargo el retiro de los efluentes generados en el período que demoraron los trabajos para tratarlos en su propia planta.
La renovación, que contó con un presupuesto de 700.000 dólares, tuvo como objetivo optimizar la calidad de devolución de agua utilizada en el proceso industrial, al río Paraná.
La agroexportadora se enorgullece con su flamante planta de efluentes, pues cumple con todos los requisitos establecidos por el Ministerio de Medio Ambiente de la Provincia, que exige ciertos límites máximos en el vertido que ahora fue mejorado en casi 10 veces con las nuevas instalaciones.
El agua necesaria para los procesos de la planta industrial se toma del río Paraná y se la acondiciona para poder utilizarla en las calderas de alta presión.
El vapor que se genera mueve una turbina Siemens alemana que genera 27 MWH de electricidad (equivale al consumo de una ciudad de 100.000 habitantes y la generación de gases «efecto invernadero» de la auto generación es 56 por ciento inferior al de la red eléctrica, es decir, provoca un ahorro en la emisión de 42.197 toneladas de CO2, en 2021).
El vapor residual, luego de generar la energía eléctrica, es de baja presión por lo que se utiliza en el proceso de molienda de soja. Luego es transformado en agua e ingresa a la renovada planta de tratamiento de efluentes líquidos para así volcarse en el río Paraná.