Fue con la compra simulada de terrenos en Funes. Eso permitió a Leo Peiti acumular patrimonio lícito con dinero sucioLa causa que investiga una vasta red de juego clandestino en la provincia dejó este jueves imputado al ex piloto de Fórmula 1 y ex concejal de Rosario Oscar Larrauri. El empresario frigorífico fue acusado de poner a disposición su capacidad económica para permitirle al empresario Leonardo Peiti, también presente en la audiencia, lavar en su favor entradas de dinero provenientes de ese negocio ilegal, que en este caso se cuantificaron en más de medio millón de dólares. El tercer acusado en el trámite fue el abogado José Fernández Chemes, quien intercedió como letrado de Peiti para que este pudiera inscribir a su nombre cerca de 30 lotes en barrios privados, a sabiendas de que lo hacía con plata que no podía justificar.
En la audiencia los fiscales indicaron que mediante las maniobras atribuidas a estas tres personas implicaron una modalidad extendida de apropiarse de lotes de terreno de mucho valor, en especial en Funes y Casilda, que luego se revaloraron. Para tal fin se utilizaron resortes judiciales, mediante engaños, y servicios profesionales. También describieron cómo se usaron estructuras financieras y políticas para darle una fachada de legalidad al juego clandestino. Lo que se hizo porque el flujo de dinero, sostuvieron, es enorme al igual que sus destinos.
Peiti está acusado de ser jefe de una asociación ilícita dedicada al juego ilegal en una red que explota 300 locales en la provincia. Fernández Chemes, que fue secretario legal y técnico de Villa Gobernador Gálvez, era su abogado. Los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery dijeron que en 2009 ambos ejecutaron maniobras para engañar en un trámite de escrituración al juez civil Luciano Juárez de modo que el magistrado otorgara la propiedad a Peiti de diez terrenos en la urbanización La Rastra en Funes. Esos terrenos, de acuerdo a la acusación, se negociaron con la falsificación de la firma del vendedor a una mujer que se los vendió luego a Peiti.
Fuente: La Capital