¿Qué se puede hacer para evitar el colapso ambiental y económico?
Milko Schvartzman, experto en conservación marina, lanzó una fuerte advertencia sobre los peligros que provocan los buques extranjeros que pescan de manera ilegal en la Argentina.
Por Santiago Marani / El Destape / 5 junio 2021
Hace tan sólo unos meses, precisamente en marzo de 2021, se viralizaron algunos videos con imágenes de una especie de ciudad flotante en Argentina. Pese a que muchos quedaron maravillados con el show de luces que alumbraban el gigantesco y misterioso océano en la noche, el detrás de escena es más grave de lo que cualquier espectador se podría imaginar.
Aquel sitio se trata de la milla 201 del Mar Argentino, límite marítimo, donde cientos de barcos pesqueros extranjeros depredan de manera ilegal las especies de la región. Pero, ¿cuáles son las graves consecuencias que puede generar dicha actividad?
Milko Schvartzman, experto en conservación marina, dialogó con El Destape en el marco del Día Internacional de la Lucha contra la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada, y brindó un testimonio que, sin lugar a dudas, el Gobierno Nacional y las autoridades diplomáticas deben tomar en cuenta para poder evitar una catástrofe en el futuro.
Milko, que se desempeña como Coordinador de Biodiversidad en el Circulo de Políticas Ambientales y fue asesor de la ONU sabe bien de lo que habla e intenta ser minucioso con cada explicación desde su experiencia: «Desde mi lugar como activista ambiental participé en muchos organismos internacionales, en patrullas de embarcado con Prefectura y con Greenpeace en mares de todo el mundo; Lo que hago desde mi lugar es investigar permanentemente dónde están los barcos pesqueros ilegales, de dónde vienen y quiénes son».
Incluso, el activista aportó un dato fundamental para comprender cómo es que las flotas extranjeras que pescan de manera ilegal subsisten tanto en el Mar Argentino: «He escrito varios informes y soy una de las primeras personas que denunció que Montevideo (Uruguay) es el puerto base y logístico de estas flotas ilegales». Y agregó otro detalle sumamente escalofriante: «Uno de los aspectos que más he investigado también es el tema de los abusos a los Derechos Humanos. Exponiendo a todos estos problemas que tiene la flota, uno va mostrando quiénes son realmente, qué hacen y cómo lo hacen para que todos los ciudadanos conozcamos qué es lo que pasa y luego nuestros representantes actúen».
A pesar de los peligros latentes que Argentina puede sufrir en el corto o mediano plazo, Schvartzman advierte que la pesca puede ser una muy buena solución para beneficiar económicamente a miles y miles de personas: «La pesca nos puede brindar beneficios económicos, alimenticios y, a su vez, el hecho de conocer más puede provocar que sepamos más acerca de la pesca ilegal». Aunque el investigador sostiene que resulta fundamental que haya un cambio: «Los funcionarios se deben arriesgar más, participar más en organismos internacionales y en una industria pesquera más sostenible».
Cuándo se considera o denomina «pesca ilegal» y cuándo no
Para poder comprender bien la problemática de la pesca ilegal en la Argentina, en primer lugar, es importantísimo comprender bien a qué se refiere dicha terminología.
Milko Schvartzman: «La ‘pesca ilegal no reglamentada’ lo acuñó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO, en inglés) y se refiere a uno, dos o tres aspectos. La pesca puede ser ilegal, no declarada, no regulada o las dos o las tres de ellas. Es ‘ilegal’ cuando viola alguna norma: por ejemplo, cuando una embarcación pesca sin permiso en el mar de otro país o en otro área marina protegida. En ese caso, es pesca ilegal. ‘No declarada’ es cuando no hay manera de saber, no hay una auditoría independiente sobre cuándo se pescó, cómo o de qué manera. ‘No regulada’ es cuando no hay ningún organismo, institución o estado que pueda cumplir con reglas de ningún tipo de norma o regla de la captura que hace. Todas las flotas de barcos extranjeros que operan son no declaradas o no reglamentadas. Cuando alguna de esas embarcaciones ingresan al Mar Argentino para pescar, se vuelve ilegal, no declarada y no reglamentada porque ingresó al Mar Argentino y está violando normas. Pueden existir casos como cuando se encuentran en Mar Argentino, de manera no declara ni regulada, que igualmente es altamente depredatoria y destructiva. No es ilegal, pero causan daño severo en el Mar Argentino porque las especies que capturan esos barcos son las mismas que viven dentro del Mar Argentino. En la milla 199 o en la milla 201,el impacto ambiental es el mismo».
– Teniendo en cuenta que los peces se mueven de un lado a otro y sin tener en cuenta los límites marítimos, y que las embarcaciones depredadoras buscan pescar en la milla 201 -al límite del Mar Argentino-, ¿existe algún tratado internacional que aborde este tipo de problemáticas?
«Existen tratados internacionales, como por ejemplo, la Convención sobre Especies Migratorias (CMS), que es internacional y trata sobre las especies que salen de los límites de un país y pasan por el límite de otro país o de aguas internacionales. Y ese es uno de los acuerdos por los que Argentina podría actuar de manera más activa para restringir un poco la destrucción de todas esas cosas. Así como vos decís, no existe una pared de vidrio en la milla 200, donde las poblaciones de especies cruzan de un lugar a otro. Las merluzas que capturan las flotas extranjeras son las mismas que capturan los barcos argentinos. Lo mismo ocurre con el calamar, que capturan esas flotas, elefantes marinos, tiburones u otras especies que son de fauna marina, lo cual tienen un valor económico mucho más relacionado al turismo. Hay un impacto muy grave. A veces, los buques extranjeros no ingresan al Mar Argentino, pero igualmente el daño es el mismo al sistema marino y a la economía argentina».
– ¿De dónde vienen las embarcaciones que llegan al Mar Argentino a pescar de manera ilegal? ¿En qué sectores del país vienen a pescar de manera ilegal?
«Los países que tienen flotas de pesca ilegal son España, Taiwán, Corea del Sur, China y Japón. Frente al Mar Argentino, los barcos de Japón no operan, pero sí de los otros países. Entre esos cinco países capturan más del 80% de la pesca en aguas internaciones. Si uno lo analiza, son países altamente desarrollados del hemisferio norte, que envían sus barcos al hemisferio sur a capturar y muchas veces pesca ilegal de países en desarrollo que necesitan de la pesca como actividad de subsistencia».
– ¿Cuáles son las especies que las embarcaciones pescan de manera ilegal en Argentina? ¿Y en dónde operan precisamente?
«Las especies que más capturan en el Atlántico Sur son el calamar, merluza común, merluza de cola, abadejo, mantarrayas y tiburones. Se acaba de documentar en 2020 que también capturan elefantes marinos y otras especies marinas que no sabemos. La mayor concentración de la pesca destructiva se genera en las costas argentinas, desde la altura de Bahía Blanca hasta la zona de Comodoro Rivadavia, aproximadamente. Luego hay una concentración importante, pero que son sólo unos 300 barcos chinos que se ubican en la zona de Galápagos, Ecuador, por el Océano Pacífico».
La gravedad de que haya una pesca desproporcionada del calamar por parte de los buques extranjeros que capturan en la Argentina
– Entonces, ¿puede ser que también estén capturando otras especies marinas que se alimentan de los peces que justamente necesitan capturar los buques pesqueros ilegales? Por ejemplo, en el documental de Netflix «Seaspiracy», hay embarcaciones que asesinan delfines tan sólo por el simple hecho de que se alimentan del atún que necesitan capturar para luego vender.
«Es muy probable. Lamentablemente, como no podemos estar al borde de esos barcos y cerca para documentar lo que está ocurriendo, es muy probable que también capturen o maten los elefantes marinos o delfines porque consideren que son una competencia. Más allá de eso, para dar un ejemplo de la importancia que tiene para todo el ecosistema marino, el calamar es la especie que más capturan frente a las costas de Argentina. Y es el principal alimento de la merluza común. Cuando hay una reducción importante del calamar, esto tiene un importante impacto en el resto de las especies. A su vez, el calamar es uno de los principales alimentos del cachalote, que es como la ballena de ‘Moby Dick’. Los delfines, los albatros, los pingüinos y otras especies también se alimentan del calamar. La principal especie de esta flota es uno de los eslabones principales de la cadena alimentaria del Océano Atlántico Sur. Por lo cual, el impacto ambiental es terrible sobre todas las especies. Afecta a todo el ecosistema y tiene un daño que va más allá de todo el daño ambiental y económico. Es gravísimo y afecta severamente el Atlántico Sur y el Mar Argentino».
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