El aislamiento obligatorio establecido por el Gobierno Nacional como medida preventiva frente a la pandemia del COVID-19 implicó la modificación de las rutinas de los integrantes de la mayoría de las familias.
En este contexto, los niños y adolescentes no pueden asistir a jardines de infantes o colegios y mucho menos ir a clubes o centros artísticos para realizar prácticas o socializar con personas de su misma edad.
Sin embargo, en la medida de lo posible y de acuerdo a la organización que exista en el interior de cada hogar, es fundamental que los chicos y los adultos destinen una parte del día a realizar actividades lúdicas.
No se trata únicamente de sentarse a disputar partidas de juegos de mesa tradicionales como las cartas, los dados o el bingo. Sino de realizar consignas en donde la familia pueda relajarse dejando de lado las responsabilidades y obligaciones a las que se enfrenta todos los días.
¿Por qué todos necesitamos jugar?
Además de ser un momento compartido en el cual todos los integrantes del núcleo familiar se conectan, hacer una actividad de juego ayuda a estimular los sentidos y fomentar la creatividad y la imaginación.
Al jugar activamos el pensamiento con el objetivo de resolver problemas distintos de los que se nos presentan habitualmente. Como resultado, tenemos ideas diferentes y nos olvidamos, al menos por unos minutos, de las preocupaciones.
Por otro lado, a través del juego los más chicos de la casa pueden percibir a sus padres o hermanos mayores como pares. En las actividades lúdicas no hay relaciones de poder, ni órdenes. Solo un momento de felicidad compartida.
Ideas para jugar en familia
A continuación les dejamos algunas propuestas para explorar la faceta lúdica con toda la familia.
Inventar personajes
Esta actividad es ideal para quienes tienen pequeños actores y actrices en su casa, porque invita a desplegar el talento y divertirse con las creaciones de todos los participantes.
Se trata de confeccionar fichas describiendo personajes e historias inventados. Por ejemplo, “una maestra jardinera que le gusta escuchar música de rock”, “un actor famoso que no quiere que lo reconozcan” o “una princesa que se viste de príncipe para escapar del castillo”.
Una vez que han seleccionado su personaje, los participantes deberán transformarse en esa persona usando ropa de otros miembros de la familia, maquillaje, pelucas y lo que deseen para pasar un buen rato.
Búsqueda del tesoro
Este juego es muy conocido, principalmente por los más grandes de la familia.
Consiste en esconder un premio, que puede ser una golosina, un paquete de galletitas o un juguete, e ir dejando pistas en toda la casa que ayuden a encontrarlo.
La persona que lo encuentre primero ganará el juego y el premio.
Historias inventadas
La actividad comienza colocando en un recipiente vacío muchos papeles en donde hayan escrito nombres de objetos cotidianos, como auriculares, vaso, flores, mesa, anteojos, plato, o lo que se les ocurra.
A continuación, uno de los miembros de la familia comenzará inventando una historia, armándola de acuerdo a lo que digan los papeles que saque del recipiente.
También pueden intercambiarse los turnos para ir armando la historia entre todos. Es un juego que despierta la imaginación por las ideas que van surgiendo a medida que se narra el cuento colectivamente.