Como consecuencia de la política intervencionista del Gobierno, es nefasta la situación en que se puso a las PyMEs lácteas, las cuales están cerrando en algunos casos y achicando personal en otros. Además del cierre de «La Cabaña» de Rafaela y «Lácteos San Juan» de Coronel Fraga como vino informando este Diario, se agregan ahora «Don Manolo» de Ataliva y «Lácteos Manucho» de la localidad de Manucho. También, «San Guillermo» de Colonia Rosa está en procedimiento de crisis y hoy estará en el área de Trabajo de nuestra ciudad.
El testimonio de dos empresarios santafesinos que decidieron tirar la toalla: Félix Garcías de «Don Manolo» y Juan Pablo Ruata de «Lácteos Manucho» (marca Lattaio). El progresivo cierre de tambos y de fábricas lácteas generará un déficit de producción grave en el mediano plazo.
La crisis lechera promovida por la política intervencionista del Gobierno nacional está generando una notable destrucción de riqueza en el sector. Mientras que algunas PyMEs lácteas optaron por reducir su plantel de personal, otras directamente cerraron, incluyéndose entre estas últimas «La Cabaña» de Rafaela y «San Juan» de Coronel Fraga, mientras que está en procedimiento de crisis lácteos «San Guillermo» de Colonia Rosa, tal como vino informando LA OPINION.
Entre lágrimas y con la voz entrecortada, Félix Garcías, titular de (la ahora ex PyME) Lácteos Garcías (Don Manolo), relató a Infocampo la drástica decisión que debió tomar al momento de liquidar su empresa familiar, la cual estaba inicialmente ubicada en el vecino distrito de Susana y luego se trasladó -hace unos dos años- a Ataliva, habiendo adoptado la drástica determinación hace tres semanas, contando con 8 empleados en su PyME».
«Cerrar nuestra empresa es terminar con muchísimos años de historia personal y familiar», comentó Garcías a Infocampo. «Cuando nos dimos cuenta que producir un kilo de queso nos costaba más caro de lo que podíamos llegar a comercializar, empezamos a vender nuestras máquinas y a indemnizar al personal de nuestra planta», agregó.
Don Manolo era empresa familiar de más de 30 años de trayectoria, que comercializaba el 100% de su producción en el mercado local. Producía fundamentalmente leche fresca, yogur, quesos y dulce de leche.
«Indemnizamos a los empleados, pagamos nuestras deudas con los productores y decidimos no seguir perdiendo», explicó Garcías.
«Nuestros costos no daban para más y ahora me dedicaré a asesorar a empresas del rubro por la zona hasta que encuentre algo más rentable; de lo que sí estoy seguro es que en este sector no invierto nunca más un centavo», comentó Garcías con mucha tristeza.
Otra de las tantas empresas lácteas que también cerró sus puertas, luego de atravesar una crisis de rentabilidad en los últimos dos años, fue lácteos «Manucho», elaboradora de productos marca Lattaio.
«Hace unos días ya despedí al 70% del personal y en estos días, lamentablemente, hago lo mismo con el resto», indicó a Infocampo Juan Pablo Ruata, titular de la empresa.
La página de Internet de la firma aún sigue en pie. Pero ya no como la carta de presentación on line de la firma, sino como el testimonio de la destrucción de riqueza generada por la política oficial (www.lattaio.com.ar).
«En un momento nacimos para salvar a un tambo y fuimos creciendo hasta posicionarnos muy bien en el mercado local, pero ya no damos más; preferimos plantar bandera acá antes que seguir endeudándonos», relató, apesadumbrado, Ruata.
La empresa estaba situada en la localidad de Manucho, a 50 kilómetros de la ciudad de Santa Fe. La planta estaba ubicada en un campo de 900 hectáreas donde procesaban 7.000 litros diarios directamente de su propio tambo, mientras que otro tanto lo adquirían a productores de la zona.
Empresarios del sector vienen advirtiendo al Gobierno nacional que, en caso de no haber cambios sustanciales en la política lechera oficial, el progresivo cierre de tambos y de fábricas lácteas podría generar un déficit de producción grave en el mediano plazo. (Fuente: Infocampo).
Lácteos San Juan
Cerca de las 14 de ayer continuaba la audiencia en la Delegación Rafaela del Ministerio de Trabajo entre los responsables de la empresa láctea «San Juan», propiedad de Silvana Porporatto de Peiretti, de la localidad de Fraga, -hoy tomada por sus empleados y sin producción- su abogado representante, dirigentes del gremio ATILRA, encabezado por su secretario general Domingo Posetto y Carlos Farinoli, delegado del organismo provincial del trabajo.
Según pudo establecer LA OPINION, en un alto de la audiencia, la empresa está decidida a liquidar esa industria, mientras desde el Sindicato solicitaban otra salida, como por ejemplo tratar de vender la empresa para preservar la fuente de trabajo a los más de 30 operarios con los que cuenta.
Fuente: Diario La Opinión de Rafaela