Qué bueno sería un poco de autoconocimiento.
Por Gabriel Gómez Fiori
Director de Nuevaregion.com
Qué bueno sería un poco de autoconocimiento.
Preguntarse, por ejemplo: Esto que me sale decir sobre tal cosa… ¿De dónde viene?
¿Es algo que SÉ porque tengo los conocimientos y la experiencia en esos temas?
¿Es algo que CREO porque me parece que es así aunque no tenga ni conocimientos ni experiencia, o porque alguien lo dijo y le creo? …
Ya tengo suficientes años para recordar otras décadas. Tuve la suerte de vivir la transición de la vida antes de internet, y asistir a su aparición y expansión cubriendo todo el planeta.
Tuve, también, la suerte de experimentar las décadas pasadas, antes de las redes sociales, cuando las personas todavía escuchaban más de lo que hablaban. Cuando reconocíamos que de algunos temas no sabíamos, entonces escuchábamos a los especialistas, a los profesionales, o como mínimo a quienes tenían experiencia sobre los temas que abordaban…
LEÍAMOS MUCHO!, estudiábamos, pensábamos, intercambiábamos ideas con otros y eso enriquecía nuestros puntos de vista y ampliaba nuestra capacidad de observación y comprensión.
Ni se nos ocurría opinar sin estar seguros que sabíamos lo que decíamos.
Tiempos donde todavía había humildad para reconocer que uno no es politólogo, o economista, o contador, o abogado, o científico, o médico, y entonces escuchaba y aprendía. Tiempos cuando había conciencia de que uno sabe poco, muy poco de casi todo.
Teníamos muy claro que hablar o publicar sin fundamentos terminaba en papelón y vergënza.
Hoy día, la omnipresencia de internet y de las redes sociales le da la posibilidad de opinar de todo a miles de millones de personas con escasa o ninguna formación ni especialidad.
Asistimos a un festival diario de opiniones lanzadas al mundo como verdades reveladas, sin ningún argumento que pueda sostener esas afirmaciones. Personas sin conocimientos ni experiencias pero que al repetir esos slogans sienten la sensación de que son sus propios pensamientos y que saben muy bien cómo es la realidad.
Imaginate! los que pretenden mantener el mundo como está de mal, han perfeccionado la tecnología de manipulación, del engaño y lo que ahora se llama «Creación de Realidad».
Han concentrado la propiedad de los medios masivos de comunicación y perfeccionaron su capacidad de hipnotizar al ingenuo televidente.
Pueden implantarle todo tipo de slogans, formateando su interpretación de la realidad. Así forman ejércitos de TeVezombies repetidores de consignas. Las llevan a sus conversaciones familiares, a su trabajo, y claro, las comparten en sus redes sociales.
Y como buenos autómatas, escribirán las consignas en los comentarios de cada publicación que vean sobre el tema del que esos medios decidieron que hay que hablar esa semana.
Imagínate pedirle argumentos! pedirles que expliquen… «Oye amigo, ¿por qué dices eso? en qué hechos comprobados se basa esa afirmación?» y entonces el TeVezombie empiece a responder con más «slogans» y frases implantadas desde la maquinaria de propaganda…
Entonces le vuelves a preguntar, ¿Oh, pero eso otro que dices, de dónde sale? qué fundamentos tiene? y así en bucle mecánico hasta que algún día algo inesperado lo saca del limbo y o obliga a replantearse la vida, ojalá!… o a dejarla ir sin sentido y sin haber comprendido nada.
Agradezco haber tenido la oportunidad de tener la experiencia clara de cuán poco sabe uno de casi todo. Agradezco también tener la paciencia (a veces no tanta) de convivir con quienes lo saben todo de todo y se incineran cada día en comentarios que solo exaltan su torpeza.
Agradezco también la esperanza de que todo irá bien. Que las etapas de aprendizaje pasarán y las cosas volverán a la normalidad. Que todos comprenderemos que tener dispositivos y acceso a las redes, no nos convierte automáticamente en sabios, sino en aprendices. Y volveremos a escuchar más que a hablar, y a leer y estudiar más que a desparramar credulidades vergonzosas.
GGF.