El coronavirus demostró el fracaso del capitalismo en un mundo donde las principales potencias fueron las más perjudicadas como consecuencia de políticas lejanas al resguardo de la vida y la solidaridad.
Referentes políticos, sociales y culturales unidos en la red la Internacional Progresista (IP) analizaron los pasos a seguir en un mundo postpandemia.
Por Silvina Caputo / TELAM
Referentes como Noam Chomsky; Naomi Klein; Celso Amorim; Fernando Haddad; la primera ministra de Islandia, Katrin Jakobsdottir; el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa; el ex vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera; y por Argentina, la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; y la embajadora designada en Rusia, Alicia Castro, coinciden en la necesidad de impulsar valores que defiendan la democracia, la solidaridad y la sustentabilidad.
Se unieron previo a la emergencia sanitaria frente al resurgimiento de la derecha en el mundo, convocados por el senador demócrata Bernie Sanders; y el ex ministro de Economía griego, Yannis Varoufakis. Sin embargo, la pandemia y la forma en la que fue encarada en las grandes potencias y sus resultados, vinieron a reforzar la importancia de “asignarle un rol central al Estado, y de poner en primer lugar el valor de la vida humana en el nuevo mundo que deberá ser creado”, contó Castro en diálogo con esta agencia.
En principio, la Internacional Progresista -apoyada en el Movimiento Democracia en Europa 2025- apuntaba a la creación de un frente mundial para fomentar la unión y movilización de activistas, asociaciones, y movimientos sociales, ante el avance del autoritarismo.
“Pero ahora, estamos en un momento crítico de la historia de la humanidad. En una situación inédita que no vivimos desde 1918 cuando fue la gripe española. Nunca habíamos decidido colectivamente poner en suspensión toda la actividad humana y económica para preservar la salud”, dijo Castro.“En esta fragilidad e ignorancia en la que todos estamos inmersos han habido reacciones diferentes, y es muy impactante ver cómo las grandes potencias como Brasil y Estados Unidos, al tener reacciones erradas, sufrieron la consecuencia de miles de muertos”.
“Ecuador se ha transformado en un cementerio a cielo abierto, EEUU que es la potencia bélica militar y política más grande del mundo, no puede curar a sus enfermos ni enterrar a sus muertos, y ha llegado al ridículo de que su Presidente (Donald Trump) recomendara tomar lavandina”, recordó.
Por lo que “estamos ante el fracaso del neoliberalismo y del capitalismo salvaje para atender la necesidad de los ciudadanos. La pandemia dejó al descubierto la desigualdad”.
Del mismo modo se pronunció el ex funcionario Celso Amorim quien aseguró a Télam que “sólo el progresismo tiene salidas para la pandemia”.
Similar visión a la de Chomsky quien pronosticó días pasados en declaraciones a la agencia DPA, que “Estados Unidos va hacia el abismo por carecer de un plan federal de enfrentamiento a la pandemia y por retirar financiación a la salud pública”.
Declaraciones que resuenan hoy, tras la ola de violencia desatada en ese país como consecuencia del asesinato del afroamericano George Floyd quien murió asfixiado por un policía blanco.
Reforzando esta teoría, Castro dijo a esta agencia que “es el desmanejo político el que acentúa los crímenes de este tipo y genera las reacciones que desatan aún más violencia”.
“Las injusticias y las inequidades no resuelven los problemas, los agravan. El coronavirus, por ejemplo en nuestro país, dejó al descubierto la desigualdad con el caso de la falta de agua en las villas, algo que no era nuevo, pero que se expresó en su peor faceta, junto al incremento de la violencia contra la mujer que se acrecienta en tiempos de pandemia”, manifestó.“También se ve más fácilmente el deterioro en el que había caído la salud pública aún en países que tuvieron un estado de bienestar como Francia, que hoy tiene más de 25 mil muertos; o vemos como en el Reino Unido, recién ahora el primer ministro Boris Johnson, descubre los beneficios de la salud pública”.
“Esto sucede porque los gobiernos de derecha habían dejado de prestar atención a enfermedades como el dengue, la gripe o el cólera, porque eran cosas que en general atacaban a los más pobres. Ahora, vieron que el coronavirus no discrimina”, dijo.
También expresó que es un “falso dilema el de ´cuarentena vs. actividad económica´ ya que en EEUU hay más de 100 mil muertos y más de 30 millones de desempleados. Por lo tanto, se trata de una ecuación falsa agitada por un grupo, en Argentina, autodenominado anticuarentena, o infectadura, que resulta lamentable”.
“Ya sea por ignorancia o por intencionalidades políticas, no son postulados a los que hayan llegado cuantiosos científicos, ni connotados intelectuales, sino que provienen de los mismos sectores que durante los cuatro años pasados en nuestro país han gobernado a base de mentiras como la ´Pobreza Cero´”, indicó Castro.
Por el contrario, “hoy hay que discutir en serio, a nivel global, el estado de las cosas. Por ejemplo, hay un debate frondoso dentro de la IP entre el filósofo Slavoj Zizek que tiene una visión optimista postpandemia, y su par surcoreano Byung Chul Han que es más pesimista”.
Optimistas vs. Pesimistas
“En la visión optimista se estima que el sistema económico cambiará en pos de la vida humana mientras que el otro se sostiene que habrá más control de los Estados sobre la vida privada, y una mayor explotación de los trabajadores”, contó Castro.
Agregó que también es necesario hacer “profundos cambios fiscales, cuando pensemos que acá (en Argentina) todavía hay resistencia a que paguen más los que más tienen”.
Por lo que sintetizó con que será necesario “gestos muy fuertes de justicia social y un cambio de prioridades en la salud y en la vida de los seres humanos y del planeta así como en la igualdad jurídica de los Estados, que combatan el Lawfare”.
Por su parte, Amorin relató a Télam que tal como publicó en un artículo junto al ex presidente de Brasil, Inacio Lula Da Silva, “el orden mundial ya no existe y es imprescindible un nuevo orden multilateral con cooperación internacional”.
“Esta era la idea convocante de la IP cuando nos juntamos, antes de la victoria de Jair Bolsonaro, al observar que también había un resurgimiento de la derecha en Europa. Luego los nacionalismos extremos, empezaron a hacer sentir cada vez más marginada a la gente, y eso se evidenció en el surgimiento de los llamados chalecos amarillos en Francia, por ejemplo”, citó.
Ahora, “frente a la pandemia vemos que aunque los países tienen diferentes puntos de partida para enfrentarla, las grandes potencias no saben dar respuestas”.
“Y esto sucede porque tanto Bolsonaro como Trump demuestran un profundo desprecio por la vida humana, por la ciencia, y tienen una visión poco solidaria del mundo”, dijo Amorín, tras citar a “un alto funcionario del ministerio de Economía de Brasil que llegó a decir que ¡era preferible que se murieran los viejos porque iba a ser bueno para la economía porque la seguridad social iba a a ser más barata, una brutalidad!”, calificó.
Para el ex canciller, “el mundo no será el mismo después del Covid-19 y habrá que ver cómo se situarán los organismos de crédito internacional, como llevar a cabo una globalización sin frenos, cómo se van a repensar los temas sociales, el rol del Estado, la esfera pública y privada”.
“En el mundo postpandemia serán necesarias inversiones en infraestructura, a sabiendas de que no tendremos las inversiones extranjeras como antes”, anticipó.
Agregó que “algunas ideas están siendo tomadas en la región por el Grupo de Puebla que está recobrando peso con la presencia del presidente Alberto Fernández, lo que se ha traducido en un gran honor junto a miembros del gobierno de México y la presencia de ex Presidentes. Es algo fenomenal que hay que aprovechar”, dijo el diplomático brasileño.
“Hoy Argentina tiene una gran oportunidad de tener un Presidente humano. México también tiene un gobierno más volcado a los problemas sociales. En Brasil, en el 2022 podría haber una esperanza en los nuevos comicios”, deseó.
En tanto, peligra la realización del próximo encuentro presencial de la IP previsto para septiembre aunque sus integrantes no descartaron realizarlo en forma virtual porque aseguran que “el nuevo orden mundial será sobre valores humanos, o no será nada”.