Por Julio Ramírez Hay motivos para estar alegre en nuestra querida Argentina.
Antes, no hace mucho, en todas las escuelas se estudiaba a fondo la semana de mayo…
Hay motivos para estar alegre en nuestra querida Argentina.
Antes, no hace mucho, en todas las escuelas se estudiaba a fondo la semana de mayo. Era sin dudas, junto con el mes de julio, los dos meses que mas argentinos nos sentíamos. Solo superado después por los mundiales de fútbol…
Hoy algunos directores y maestros de escuelas parecen, querer reflotar aquella mística de mayo. Así festejaríamos civiles y militares, como antes, con un gran desfile, donde solo ondeara la celeste y blanca (ojalá pudiéramos pronto re-encontrarnos todos los sectores de la argentina).
Por lo pronto «el campo» levantó el paro y el gobierno, creo, se dio cuenta que se equivoco. Provoco que 60 diputados se pongan de acuerdo, en reclamar por la derogación de las retenciones. Es de esperar, que den marcha atrás, no solo pensando en la imagen de Cristina, bastante caída en los últimos 30 días.
Otra gran alegría es saber que el hermano de Fidel Castro, parece tener un corazón mas abierto que el»Comandante» y le dio el pasaporte a la madre de Hilda Molina y finalmente podrá visitar a sus parientes en nuestro país.
Para estar casi completos, faltaría que aparezca con vida Julio López y la inflación se detenga, no tener mas desocupados ni niños con hambre. Si todo esto ocurriese podríamos gritar ¡Bingo! Y ¡¡Viva la Patria.!!
Julio Ramírez