Así lo aseguro el presidente de la Cámara de la Construcción, Gustavo Weiss, tras el ajuste que el Gobierno consignó en mayo de este año.
El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss, confirmó este lunes que la actividad ya comenzó a desacelerar fuerte y advirtió que está en riesgo «una parte» de los 430.000 empleos del sector dado que las compañías «tendrán que despedir».
La construcción creció 12,7% anual en 2017 y, según Weiss, este año venía expandiéndose entre 6% y 8% en el primer cuatrimestre «hasta la crisis cambiaria y ahora hay que esperar a los próximos dos meses para entender mejor cual será la tendencia».
El empresario señaló que las obras públicas que se verán afectadas por el recorte de unos 70.000 millones de pesos en el Presupuesto para el sector son las de extensión de las redes de agua y cloaca, veredas y asfaltado de calles.
El ajuste que realizará el Gobierno a este sector será superior al doble de lo que tenía planificado antes de comenzar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un crédito de 50.000 millones de dólares.
Weiss comentó en declaraciones a Radio Cooperativa que viene teniendo reuniones con los ministros Rogelio Frigerio, Guillermo Dietrich y Nicolás Dujovne, quienes le han «manifestado claramente que la Argentina gasta por encima de sus ingresos».
«Hay que hacer lo que hay que hacer: bajar el gasto. Lo más fácil, los más rápido e inmediato y en definitiva lo único que pueden hacer sin pasar por el Congreso es recortar la obra pública», expresó el empresario.
Y agregó: «Si no hay consenso con las fuerzas políticas para bajar otros rubros del gasto como por ejemplo las pensiones por discapacidad, que sabemos que excede mucho la realidad de la incapacidad que pueda haber en la población, bueno… lo que va a sufrir es la obra pública».
Weiss analizó que se está ante un «problema grave» porque «si los gobiernos nacional, provinciales y municipales no hacen los ajustes de los gastos improductivos que tienen… bueno… lo tienen que hacer los privados».
«Entonces, en vez de echar alguno de los empleados de los muchos que sobran en esas jurisdicciones, bueno lo tengo que echar yo: obreros de la construcción que se levantan a las 6:00 y se acuestan a las 22:00 y trabajan esforzadamente todo el día», sostuvo.
Weiss consideró que «se viene un panorama muy complicado» para la construcción porque que haya un consenso entre el Ejecutivo y la oposición para bajar el gasto sin tocar la obra pública necesitaría «de políticos con sombreros de estadistas y esto es posible en la Argentina de hoy».
«Nosotros tenemos de personal jornalizado solamente a unas 430.000 personas, a los que hay que sumarle administrativos, técnicos, capataces e ingenieros. De ahí corte lo que usted quiera. Si desaparece la obra pública, desaparece mucho de ello».