La inmovilización de depósitos y la consecuente obligación de bancarizarse trajo consigo una grave preocupación en numerosos sectores de la economía y el trastorno para las cuentas familiares y usuarios de los distintos servicios y compra de productos… El alquiler: Muchas inmobiliarias ya trabajan con cheques y cuentas en los bancos. Algunas ofrecen la posibilidad de transferir el pago del alquiler a estas cuentas, una operación que no conlleva costos. Si la operación se efectúa entre cajas de ahorro no se paga el impuesto al cheque (6 por mil). Otra de las posibilidades es la compra de un cheque cancelatorio, pero cuesta entre 3 y 4 pesos y aquí sí se paga el impuesto al cheque. Algunos se muestran dispuestos a poner el Posnet para débito automático de la tarjeta.
El almacén: Muchos de los comerciantes pequeños temen la fuga de su clientela hacia los súper. En los tres primeros días las ventas cayeron drásticamente. Algunos analizan la posibilidad de extender la famosa libretita para que luego sea cancelada con cheques, que irían a parar a los proveedores. Son pocos los que ven que los costos del Posnet puedan redundar en un beneficio, pero reconocen que todavía están expectantes a la reacción de la gente.
El club: Algunas instituciones analizan instalar el Posnet, aunque otras apuestan a generalizar el uso de cheques. Los más pequeños temen que la falta de efectivo les haga perder socios. Como son montos pequeños, por lo general, no habrá más alternativa que seguir pagando cash.
Empleadas domésticas: Para no seguir pagando en efectivo se les puede abrir una cuenta bancaria, y pagarles con un cheque o transfiriéndoles el dinero a esa cuenta. Después la empleada podrá retirar el dinero como cualquier trabajador. Eso sí, la operación queda registrada y aunque no implique relación de dependencia es probable que al patrón le puedan reclamar el pago de aportes previsionales y de obra social, que dependen de la cantidad de horas de trabajo. Se trata de una cifra por debajo de los 30 pesos mensuales.
Escuelas: Las medidas llegaron justo con el cierre del ciclo lectivo, pero están analizando las distintas variantes que podrían implementar a partir de febrero. Reciben cheques y otras estudian aceptar bonos, una vez que comiencen a circular estos títulos en Santa Fe. Tampoco descartan la implementación del mecanismo de débito electrónico.
Cursos de capacitación: Suelen cobrar por medio de cheques o en efectivo. Ahora dicen que no descartan las operaciones habilitadas, pero prefieren una transferencia antes que el Posnet.
Gastos centrales: Algunas administraciones de edificios tienen cuentas bancarias abiertas, lo que facilita el pago por cualquiera de los instrumentos disponibles. En las unidades más chicas, los propietarios deberán consensuar una salida.
Quioscos y diarios: Existe un gran desconcierto en este sector, ya que las compras suelen ser por montos pequeños y temen una fuerte caída de las ventas. Algunos canillitas aceptan desde hace algún tiempo cheques a los clientes habituales.
Taxis y remises: Varias de las empresas de radiotaxi señalaron que reforzarán la apertura de cuentas corrientes para los clientes y así usar el cheque o la transferencia como forma de pago. Sólo algunas remiseras estudian o instalarán el sistema de pago con tarjeta de crédito o débito. Pero la implementación llevará por lo menos 30 días y aún no está definido quién pagará el costo del aparato entre la empresa de radio y los licenciatarios.
Profesionales: Los mayores problemas surgieron en las profesiones consideradas liberales. Hoy muchos facturan en negro aparte de lo que puedan cobrar de las obras sociales en el caso de los médicos, psicólogos u odontólogos (el famoso plus). Ahora se verían forzados al blanqueo.
Por Marcos Cicchirillo
Fuente: Diario La Capital