Suma capítulos el escándalo del concurso de historia en San Lorenzo, donde padres agredieron al jurado en la final. Juan Carlos Cruz, presidente de la…
El escándalo desatado en un concurso de historia en San Lorenzo, donde un grupo de padres agredió al jurado en la instancia final, suma capítulos.
Juan Carlos Cruz, presidente de la institución organizadora, el Ateneo Cultural San Lorenzo, reconoció que hubo idas y venidas en cuanto a las semifinales, ya que en un momento se estableció por sorteo qué escuelas debían continuar el certamen, pero posteriormente se volvió atrás sobre esa decisión por considerar que se cometía una injusticia con uno de los establecimientos, cuyos alumnos habían demostrado muchos conocimientos. A partir de esto, opinó, "falló la instancia de comunicación entre escuelas y padres, porque efectivamente muchos se enteraron de la situación recién en la final".
Tal como publicamos ayer, padres y alumnos que se sintieron perjudicados en la final del concurso "Quiero saber de mi tierra" protagonizaron un escándalo en el Teatro de la Ciudad, donde quisieron pegarle a docentes y a otros padres luego de que uno de los establecimientos ganara, a juicio de los perdedores, por "acomodo".
Ocurre que a la final había llegado tres escuelas de la ciudad: la Nº 664 Rosario Vera Peñaloza, la Nº 182 Martín Miguel de Güemes y el Colegio Nuestra Señora de la Misericordia. Tras varias rondas de presuntas y respuestas, la 664 quedó eliminada, y en la ronda siguiente, ganaron los de Misericordia por un ajustado margen. Pero ocurre que en semifinales, la que resultó vencedora había quedado descalificada por sorteo, algo que luego se revisó y dejó sin efecto.
Semifinales. En efecto, el punto neurálgico del conflicto llegó con las semifinales. Sobre todo en la primera, disputada entre la Escuela Güemes y Nuestra Señora de la Misericordia. "Al momento de redactar el reglamento nadie pensó en la posibilidad de que hubiera un sorteo —recordó Cruz—. Pero al ver la paridad entre los chicos al momento de disputarse las semifinales se nos ocurrió esa posibilidad, la cual fue agregada". Y cuando el duelo entre ambas escuelas no llegaba a una resolución, porque ambos grupos contestaban sin equivocaciones, "se hizo el sorteo para darle cierre a la semifinal y el ganador de esa instancia fue la Escuela Güemes", dijo el directivo de la institución organizadora.
Sin embargo, se volvió atrás sobre esa decisión porque se la consideró "injusta, ya que los chicos del Misericordia sabían realmente mucho y estaban quedando afuera por el azar. Entonces nos reunimos inmediatamente y resolvimos anular el sorteo, haciendo que ambos establecimientos educativos pasaran a la final. Y esa decisión fue anunciada y notificada debidamente a cada escuela en forma inmediata, con el argumento de que era injusto hacer depender todo el esfuerzo en el azaroso resultado de un papel", informó el Ateneo.
Mala comunicación. Para Cruz, "falló la instancia de comunicación entre las escuelas y los padres, porque efectivamente muchos de ellos se enteraron de la situación el martes, en la final".
A raíz de esto, y cuando la Misericordia ganó el certamen, padres y alumnos de los colegios perdedores empezaron a increpar tanto a los docentes presentes, los jurados y los padres y alumnos ganadores. "Los hacen ganar porque son del Misericordia, es un acomodo", fue uno de los gritos más repetidos, además de insultos que resonaron por todo el teatro.
A partir de esta experiencia, y pensando en las próximas ediciones del concurso, el Ateneo decidió "dejar sin efecto la palabra sorteo. En caso de empates en semifinales, pasarán todos".
La Capital