El esqueleto del neosclerocalyptus -como es su nombre técnico- pertenecen a un antiguo animal que pesaba entre 250 y 300 kilos y es antepasado de mulitas y peludos
El esqueleto del neosclerocalyptus -como es su nombre técnico- pertenecen a un antiguo animal que pesaba entre 250 y 300 kilos y es antepasado de mulitas y peludos
Restos de un gliptodonte fueron hallados en la localidad santafesina de San Gregorio, población ubicada a la vera de la ruta provincial Nº 14, a 85 kilómetros de la ciudad de Venado Tuerto. Los fósiles, encontrados de manera fortuita, salieron a la luz mientras se realizaban obras en el patio de una casa de familia.
Según las primeras estimaciones, el hallazgo data de una antigüedad de 8 mil años, siendo el segundo encontrado en el área y el tercero en el distrito. Además, por las características que presenta, es el primero que se encuentra entero y en buenas condiciones.
Pedro Cocco, vecino y periodista de San Gregorio, contó que todo comenzó cuando un grupo de personas que trabajaba en el patio de la casa de la familia Carames, notaron una dureza en el suelo y un sonar de la pala al intentar excavar, que dejó al descubierto un objeto de aproximadamente 80 centímetros de largo por 25 centímetros de ancho de forma cilíndrica con dibujos similares a la caparazón de una “tortuga”.
“Junto a estos restos fósiles, se extrajeron vertebras, contornos de caparazón y un sinnúmero de huesos no conocidos a tres metros de profundidad aproximadamente. Ya en 1974 se había producido un acontecimiento similar, por lo que inmediatamente se supuso que se trataría de un animal prehistórico”, explicó Cocco.
La excavación
Luego de que la noticia se diera a conocer en el pueblo, se decidió llamar al vecino de Diego de Alvear, Luciano Rey, quien actualmente cumple funciones a nivel provincial en Museos y cuenta con experiencia y estudios en paleontología.
“Fue Luciano (Rey) quien constató inmediatamente que se trataba de un Gliptodonte Panochthus Tuberculatus, la especie más grande conocida de estos animales y por lo que pudo observar confirmó que está casi intacto”, dijo Cocco.
A partir de ese momento se monto un operativo y se comenzó a excavar para poder sacarlo a superficie, tarea de logística que demando más de 4 días. Los trabajos se vieron suspendidos por las lluvias, quedando los restos en el pozo excavado. “Hasta tanto se continúe con las tareas, el gliptodonte se encuentra envuelto en una masa compacta, rodeada de film, yeso y poliuretano expandido, a los fines de que al movilizarlo, no implique rotura del caparazón”, agregó Cocco.
Posteriormente, será sacado a superficie con grúa para proceder a su limpieza, armado y posiblemente, luego de realizar gestiones ante el gobierno provincial, exhibir en San Gregorio.
“Queremos que los restos queden lo más cerca posible del lugar donde fueron extraídos, porque nadie va a cuidar lo que no conoce y queremos que la gente conozca el valioso patrimonio que hay nuestra región”, completó.
Participando de esta activad, se encuentran prestando servicios la Comuna de San Gregorio; “Fundación Isabel”; “Mujeres Solidarias”; Bomberos Voluntarios y vecinos. También, el senador provincial por el departamento General López, Lisandro Enrico, se puso a disposición para colaborar en todo lo que sea necesario.
Historia
Este animal, relacionado con los actuales armadillos, era nativo de América. El gliptodonte medía cerca de 3 metros y pesaba cerca de 1,4 toneladas, siendo equivalente en forma y tamaño a un Volkswagen Escarabajo. Era herbívoro y, por su constitución, se supone que no fue muy ágil. Su defensa contra los depredadores se basaba en su caparazón rígido. Las diferentes especies se distinguen por los patrones y tipos de caparazones.
Durante milenios, muchos de esos caparazones permanecieron vacíos a lo largo de las planicies de Uruguay, Río Grande del Sur y de Argentina, probablemente sirviendo de refugio para los humanos primitivos de la región.
El gliptodonte pertenece al grupo de mamíferos placentarios conocidos como Xenarthra, que incluye también a osos hormigueros, perezosos y armadillos.
El gliptodonte surgió en el Plioceno en América del Sur en la actual patagonia argentina, migrando después al Norte cuando el Istmo de Panamá unió las Américas. Se cree que eran cazados por la población humana de su entorno, por su carne, y para utilizar sus caparazones como refugio. Se extinguió hace aproximadamente entre 10.000 y 8.500 años producto de su ineficacia adaptativa.