CLEAN quiere decir limpio, pero también quiere decir puro. Y en esta película lo que se nos quiere mostrar, además del misterioso submundo del rock and roll –en donde aparece nada más y nada menos que TRICKY-, es el difícil proceso que hace una mujer para purificar su alma dependiente de la heroína.
Calificación: * * * ½ CLEAN quiere decir limpio, pero también quiere decir puro. Y en esta película lo que se nos quiere mostrar, además del misterioso submundo del rock and roll –en donde aparece nada más y nada menos que TRICKY-, es el difícil proceso que hace una mujer para purificar su alma dependiente de la heroína.
Por Anabel Donnet para Rosarinos.com
EMILY WAG (Maggie Cheung, quien ganó el Premio CANNES a la Mejor Actriz por esta interpretación) es cantante de rock. De ese rock tosco, pelado de perfeccionismos musicales en donde lo que más importa es expresar esa lava que transita por la espina dorsal quemándolo todo.
LEE HAUSER es su esposo o más bien el padre de su hijo. El que, por razones obvias, tiene que estarlo más lejos posible de sus progenitores. De allí que está en Vancouver (Canadá) con sus abuelos paternos, al otro lado de la vorágine londinense.
La cámara nos agita de tal forma en los primeros minutos que uno alcanza a percibir esa ansiedad desmesurada e impredecible con la que conviven los adictos. Filmada sobre el hombro del camarógrafo recorre la habitación de un hotelucho y los entredichos de la pareja.
La discusión no llega a buen puerto. Él la acusa de ser una perfecto imán para las desgracias. Entonces ella agarra sus paquetitos de polvo blanco y mágico y se va. Dejándolo sin perdición.
Pero a la mañana siguiente descubre que otra mujer lo ha seducido hasta frenarle el corazón. Está muerto por sobredosis rodeado de policías.
Y aquí comienza su largo camino a la propia meca. Seis meses presa, sin heroína temblando de vacío y desajuste corporal hasta hacerse adicta a la metadona (droga química “buena” que ayuda a dejar la droga ilegal). Sin el amor de su vida y sin nadie que la venga a visitar porque la bendita prensa se encarga de acusarla de tal muerte.
Las cosas no se ponen mejor cuando sale de la prisión. La busca su suegro (Nick Nolte) y le dice que vendió el departamento para pagar los gastos y que, por un tiempo, es preferible que no vea a su hijo…por lo menos hasta que recupere su cordura. O sea, hasta que sea “persona grata” en la sociedad.
¿Cómo hace una persona para recobrar la confianza de sus pares si es acusada de drogadicta, de expresidiaria, de ser mufa, de ser mala madre, de ser una rebelde sin causa, de ser una perdida total? ¿Cómo hace para convencerlos de que esta vez sí quiere cambiar? ¿Cómo hace para sostener su fuerza de cambio cuando no recibe más que golpes y puertas contra la nariz? ¿Quién la va a dar trabajo?
Allí la vemos recorriendo París, con un francés perfecto, con sus monedas ganadas como propina en un restauran chino. La vemos, también, tratando de visitar viejas amistadas para que la contengan. Pero la transmutación hace que los puntos de vista sean otros, el que solía ser un buen compañero de ruta puede transformarse en un idiota.
Baja la cabeza cuantas veces sea necesario. Acepta transar con el mercado que detesta con tal de poder llamar a su suegro y decirle: “ya estoy limpia, tráiganme a mi hijo”. Nunca lo puede decir tan abiertamente porque ni ella misma se lo cree. Tiene mucho miedo de no poder ser madre. Tiene miedo de no poder seguir estando en pie.
Las vueltas de la película (demasiado final feliz, para mi gusto) hacen que los abuelos tengan que replantearse su futuro. Ya son viejos y el fin de sus existencias está más cercano, por lo menos biológicamente, que el de Emily. Por tanto será el abuelo de JAY el que intentará, con mucho más terror de lo que demuestra, hacer las pases con aquella que lo llevó nueve meses en su vientre.
CLEAN, dirigida por Oliver ASSAYAS, tiene muchas cosas a su favor: una actuación brillante por parte de Maggie Cheung, un movimiento de cámaras preciso y artístico a la vez, y una temática que, por más que esté trillada en la películas referidas al rock, nunca alcanza a estar perfectamente evidenciada.
Esta no es la excepción. Pero al menos no hace hincapié en los escapes mentales que se obtienen cada vez que se clavan una aguja en el brazo (sólo hay una imagen de este tipo, que es la mortal) sino más bien que apunta a la fuerza de voluntad que deben tener los que quieren liberarse de esa cadena de hierro incandescente.
Para ponernos, al menos un rato, en la piel del otro y reformular las típicas acusaciones.
Clean Título original: Clean Género: Drama Dirección: Olivier Assayas Guión: Olivier Assayas Interpretes: Maggie Cheung, Nick Nolte, Beatrice Dalle, Jeanne Balibar, Don McKellar, Martha Henry, James Johnston Fotografía: Eric Gautier Música: Brian Eno, David Roback, Tricky Montaje: Luc Barnier Origen: Francia – Inglaterra – Canadá (2004) Duración: 110 minutos Calificación: Apta para mayores de 16 años Horarios: El Cairo 14:50 y 20:00 hs. Trasnoche: 01:10 hs. |