Finalmente se hizo el show pospuesto desde el viernes ante miles de personas y en un clima «rojinegro». Hubo que sacar a la hinchada de Newell’s ubicada debajo del escenario central… Sonó el teclado de Lito Vitale e inmediatamente la voz de Adrián Abonizio. El «mangrullo del tiempo» marcaba las 21.25; así se iniciaba anoche el show de apertura del vigésimo Encuentro de Colectividades que se había pospuesto por la tormenta del viernes.
La fiesta tuvo el color y los sonidos prometidos. Cantó La Trova Rosarina y se lanzaron los fuegos artificiales. Pero se sumó un condimento que no estaba en los planes oficiales: los hinchas de Newell’s, que ya se sienten campeones. La lepra se plantó adelante del escenario mayor y la policía tuvo que retirarla para poder comenzar con el espectáculo. Las Colectividades tomaron un tinte rojinegro.
Eran las 20.30 cuando ya oscurecía y el Patio Cívico del Monumento Nacional a la Bandera estaba poblado de simpatizantes del equipo del Parque Independencia. A esa hora se habían agregado unos 200 policías como refuerzo al operativo especial de la feria que contaba con 170.
El fervor de la hinchada de Newell’s parecía circunscribirse sólo al área central del monumento, pero no fue así. A las 20.45 una columna de ñulistas se acercó hasta el borde del escenario donde cantaría la Trova. Era una noche de contrastes, mientras desde allí se escuchaba una balada de Caetano Veloso, al lado un grupo de hinchas imparables repetía: «para todos los canallas, el regalo de papá».
Sin embargo, después de que los cánticos comenzaron a hacer alusión a algunos de los integrantes de la Trova (entre ellos, el centralista Juan Carlos Baglietto) y temiendo que no pudiera iniciarse el espectáculo, los simpatizantes de Newell’s fueron retirados.
El cantautor rosarino confesó que le hubiera gustado estar «en la situación» del equipo del Parque, aunque relativizó esa circunstancia: «Todavía no son campeones», dijo entre risas. Hasta al presentador de la fiesta Alberto Lotuf (también canalla) se lo vio cabizbajo.
Miles de personas presenciaron finalmente la actuación de los músicos rosarinos. Adrián Abonizio, Rubén Goldín, Jorge Fandermole, Silvina Garré y Juan Carlos Baglietto cerraron el show haciendo juntos: «La vida es una moneda» mientras se desplegaban los estandartes de los abanderados de todas las colectividades. En ese momento, los fuegos artificiales pusieron aún más brillo ante la mirada atenta de la gente que, de tanto en tanto, degustaba algún plato típico. El resto del público recorría los stands donde la música también era una presencia permanente, incluso con números en vivo.
Un total de 53 colectividades participan en esta oportunidad de la fiesta, donde se levantan 29 puestos gastronómicos y seis culturales y hay 33 candidatas a ser la reina anual.
Además, este año se presentan por primera vez tres nuevos centros regionales: el Centro Extremeño (de Extremadura), el Círculo Sardo (de Cerdeña) y el Centro Riojano Español. Este último, que comparte una carpa en la zona cercana a La Fluvial con otras colectividades españolas, fue refundado en abril del año pasado (su primera fundación había sido en 1920).
En el otro extremo, y en medio de las carpas de las regiones italianas, el Círculo Sardo invitaba a participar de sus actividades y también mostraba los encantos de esta isla del sur italiano, región autónoma del país peninsular. El Centro Extremeño, en tanto, no tiene stand, pero presentará su espectáculo en el escenario mayor.
Al cierre de esta edición, la policía y el resto de los integrantes del operativo de Colectividades (Tránsito, Control Urbano, Guardia Urbana Municipal y los servicios de emergencias médicas, entre otros) permanecían atentos a la desconcentración del público cuando aún un grupo de leprosos seguía cantando en las inmediaciones del Monumento y cientos de personas buscaban algún colectivo para poder volver a casa.
fuente: Pablo R. Procopio, diario La Capital