Las emociones son como ese ingrediente secreto en la receta de la vida ¿sabes? Son esas chispas que nos hacen humanos
¿Cómo sería vivir en un mundo sin emociones? Sería como un día sin sol. Nuestras emociones son el panel de control del cuerpo y mente. Te dicen qué te gusta, disgusta, hace feliz o triste. A veces, pueden ser un tornado, otras una brisa suave pero, están ahí, siempre presentes, en cada paso que damos.
Por Valeria Rivera / Ecoosfera
No podemos negar su importancia. Son el pegamento que mantiene unidas nuestras relaciones, nos ayudan a comprendernos a nosotros mismos y a los demás.
Las emociones viven dentro y nos convierten en lo que somos
Identificar tus emociones es como tener un superpoder secreto que te ayuda a navegar por la vida. Puede ser como aprender un nuevo idioma: lleva tiempo y práctica, pero cuanto más lo hagas, mejor te entenderás a ti mismo. ¡Eso es una habilidad valiosa y significativa para la vida!
Resulta que nuestras emociones son pequeños mensajeros que nos dicen cómo nos sentimos en un momento dado, ¿Será que por eso tiene un impacto directo en nuestra salud mental?
Cuidar de ella, ya no es un tema tabú, sino una forma que nos permite florecer en todas las áreas de nuestra vida cotidiana, desde tomar decisiones más inteligentes, hasta mejorar la manera de relacionarnos con los demás, principalmente con uno mismo.
Aprender a manejar las emociones y nuestra mente crea situaciones de menor estrés, ya que, es una declaración de amor hacia nosotros mismos, un recordatorio de que merecemos sentirnos bien por dentro y por fuera.
Pero… ¿Cómo puedo reconocer mis emociones?
- Escucha tu cuerpo: ¿Sientes un nudo en el estómago? Quizás estés ansioso. ¿Tu pecho se expande con alegría? Puede que estés feliz. Las emociones a menudo van de la mano con sensaciones físicas, conecta con esas sensaciones y verás que te dan pistas sobre lo que estás sintiendo.
- Nombra tus emociones: A veces, solo ponerle etiqueta a lo que estás experimentando te ayuda a entenderlo mejor.
- Observa tus pensamientos: ¿Qué estás diciéndote a ti mismo en este momento? Nuestras emociones frecuentemente se asocian con nuestros pensamientos, es decir, observar algún pensamiento que se repite podría darte una pista de lo que sientes de cierta manera.
- Revisa tus acciones: ¿Te sientes enérgico y quieres salir a correr? o tal vez, te sientes triste y solo quieres acurrucarte. Las emociones a menudo nos impulsan a actuar de cierta manera, normalmente las acciones están ligadas a nuestro sentir.
- Practica la auto-observación: Reflexiona que desencadena esas emociones.
Los colores en un cuadro que le dan vida a nuestra existencia
Cuando reconoces lo que sientes, tienes el control, una vez que te tomas el tiempo para observar cómo te sientes o incluso llevar tu propio diario emocional, es más fácil identificar y conectar con tus emociones.
Alegría
Es un sentimiento cálido y efervescente que llena el corazón y contagia una sonrisa radiante; un rayo de sol en un día gris, una explosión de felicidad que ilumina el alma y nos conecta con la belleza y la gratitud de estar vivos.
Tristeza
Una emoción profunda que se manifiesta cuando experimentamos pérdida, decepción o dolor emocional. Es una nube gris que cubre el cielo, haciéndonos sentir melancólicos, solitarios y vulnerables. También puede ser una señal de que necesitamos tiempo para sanar y reflexionar sobre nuestras experiencias.
Ira
Intensa y poderosa, está emoción surge en respuesta a la frustración, injusticia o amenaza, manifestándose en sentimientos de furia y un impulso de reacción vigoroso, como un volcán en erupción dentro de nosotros, capaz de generar acciones impulsivas y confrontaciones.
Temor
Surge ante la percepción de peligro o amenaza, desencadenando una sensación de ansiedad y precaución. Es una sombra que nos sigue de cerca, recordándonos nuestra vulnerabilidad y desencadenando respuestas de lucha, huida o congelación.
Desagrado
Aquí se hace presente la aversión o disgusto hacia algo o alguien, es una respuesta emocional negativa, una falta de afinidad o conexión. Es esa señal de alarma interna que nos indica que algo no resulta agradable o satisfactorio.
Ansiedad
Es la respuesta de miedo o preocupación excesiva ante situaciones amenazantes, acompañada de síntomas físicos como tensión muscular, palpitaciones y dificultad para respirar. Un estado de alerta constante que puede interferir en el funcionamiento diario y afectar negativamente la calidad de vida.
Vergüenza
Surge cuando percibimos que hemos cometido un error, violado una norma social o fallado en cumplir con ciertas expectativas, provocando una sensación de humillación y el deseo de ocultar nuestra conducta o situación. Es como si siempre estuviéramos bajo el reflector, haciéndonos sentir expuestos y vulnerables ante los demás.
Aburrimiento
Conocido como la falta de interés o estimulación, caracterizado por la sensación de monotonía, desinterés y desgano. Es un callejón sin salida emocional, donde el tiempo parece estirarse infinitamente sin ofrecer satisfacción ni entretenimiento.
Envidia
Una emoción compleja que surge cuando deseamos algo que poseen otros y sentimos resentimiento o insatisfacción por no tenerlo nosotros mismos. Se manifiesta a través de la amargura, deseo y comparación con los logros o posesiones de los demás. Aunque, puede actuar como un motivador para alcanzar metas similares a las de otros, inspirándonos a mejorar y crecer.
En conclusión…
Nuestras emociones nos impulsan a actuar. ¿Qué nos hace levantarnos de la cama por la mañana? La emoción de vivir otro día, de perseguir nuestros sueños. Sin emociones, seríamos como barcos sin timón, a la deriva en un mar de monotonía.
Fuente: Ecoosfera