La ceremonia que puso en marcha el Mundial duró 25 minutos y rindió homenaje a la cultura local. Cerró la estadounidense Jennifer López junto al rapero Pitbull y la cantante local Claudia Leitte. Fue ante 68.000 personas en el Corinthians Arena de San Pablo
La ceremonia que puso en marcha el Mundial duró 25 minutos y rindió homenaje a la cultura local. Cerró la estadounidense Jennifer López junto al rapero Pitbull y la cantante local Claudia Leitte. Fue ante 68.000 personas en el Corinthians Arena de San Pablo
El nuevo estadio Arena Corinthians de la ciudad de San Pablo se vistió de fiesta para darle la bienvenida al certamen deportivo más importante del planeta con un show de apenas 25 minutos que sirvió de antesala para el primer partido entre el seleccionado local ante su par de Croacia, por el Grupo A.
El eje del espectáculo fue una enorme bola de LED, denominada "pelota viva", que con 90.000 clústeres con 7.000 nits de luminosidad, estuvo ubicada en el centro del campo de juego y acompañó con imágenes el desarrollo de las diferentes coreografías.
Unos 600 artistas, gimnastas y especialistas de capoeira, participaron de los diferentes bailes típicos y sobre el final se apostaron alrededor de la bola luminosa que se abrió y dejó a la vista un mini escenario para el momento más emotivo y
ovacionado, el del tema oficial del Mundial `Somos Uno` (We Are One).
Primero apareció desde abajo en el estrado la local Leitte, quien arrancó gritos y aplausos al por doquier, y a continuación surgieron la estadounidense López y su compatriota, el rapero Pitbull, para interpretar en conjunto la pegadiza canción.
Pero antes hubo tiempo para resaltar los tesoros de Brasil, ya que primero fue el turno de la naturaleza con artistas con zancos vestidos de árboles y personas disfrazadas de plantas características como la Araucaria, Samambaia y Fucsia, entre otras.
Y luego se honró al agua y la creación de los ríos, en particular el Amazonas, la reserva natural más grande del mundo, que en la cancha fue surcado por varias canoas.
Tras la naturaleza, llegó el homenaje a la danza y la gente de Brasil con bailes típicos acompañados por instrumentos característicos gigantes, e incluso con el famoso grupo de percusión Olodum.
Hubo tiempo para disfrutar del Reco-Reco, Afoxe, Berimbau, Parades, Frevo y Samba de Roda, con artistas vestidos de Gaúchos, Coco y Baianas, y el cierre estuvo a cargo del famoso Capoeira.
Finalmente, apareció el turno del fútbol con acróbatas vestidos con una pelota en su cabeza que formaron diferentes pirámides humanas, mientras que niños realizaban "jueguitos" con un balón liviano atado con un hilo.
Tras el homenaje a los tesoros de la tierra que albergará durante 31 días la máxima fiesta del fútbol, ingresó una bandera enorme de Brasil para ubicarse en el centro del estadio y desde los cuatro costados explotó una verdadera ovación.
Así, se abrió la bola de led, cantó el trío el tema oficial y 25 minutos después de iniciado el acto, tal como se había estipulado, se puso punto final.
La fiesta inaugural de Brasil 2014 no pasará a la historia, pero lo cierto es que las ceremonias de apertura de los mundiales no suelen ser espectáculos impresionantes, porque la realidad es que el show lo pone el fútbol.
En ese sentido, el estadio no estuvo colmado a lo largo del acto, pero sí se fue llenando a medida que se acercaba el duelo entre Brasil y Croacia, cuando la pelota comenzaría oficialmente a rodar.
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