La escasísima participación de los rosarinos fue la nota más llamativa del acto conmemorativo del Día de la Bandera se desarrolló en el Monumento y que tampoco contó como la presencia de las máximas autoridades nacionales, ya que ayer se confirmó que la presidenta Cristina Fernández no vendría a Rosario.
Lifschitz: «La bandera es un símbolo de unidad nacional»
El intendente Lifschitz formuló un discurso con fuerte anclaje en la controvertida situación que atraviesa el país por el conflicto que enfrenta el campo con el incremento de las retenciones que dispuso el gobierno nacional. “La bandera de Belgrano nos evoca sueños, nos plantea nuevos desafíos para pensarnos como pueblo y reivindicar nuestros valores como Nación. La bandera es un símbolo de unidad nacional, integración, un símbolo de que podemos vivir juntos, aprendiendo de los errores del pasado”, señaló.
“Pensábamos que íbamos a llegar a este 20 de junio con un clima de pacificación, de unidad, con más democracia y justicia social y, sobre todo, habiendo superado el conflicto entre el gobierno nacional con el sector agropecuario”, indicó. “Lamentablemente no es así”, agregó. “O el 20 de junio llegó demasiado pronto o el conflicto se está dilatando más allá de la cuenta”, consideró Lifschitz, quien calificó a este diferendo como “interminable controversia”.
El acto concluyó tras el desfile cívico militar y el paso de la bandera más larga del mundo. Varios funcionarios ayudaron a portarla, entre ellos el propio gobernador Binner y el intendente Lifschitz.
Luego de los discursos pertinentes se tomó juramento a la enseña patria y a continuación dio comienzo el desfile cívico militar que tuvo su punto más emotivo cuando la bandera más larga del mundo, una creación del periodista rosarino Julio Vacaflor, hizo su paso frente al palco oficial.
Pese a que no muchos rosarinos se acercaron en esta oportunidad al acto, fueron muchos los que quisieron portar por algunos metros la bandera. Y no faltaron autoridades que acompañaron un tramo el recorrido del paño celeste y blanzo, entre ellos el propio gobernador Hermes Binner y el intendente Miguel Lifschitz.
Como ya es habitual, otra ovación fue para los veteranos de la guerra de Malvinas.
Quienes expresaron sus quejas fueron los vendedores ambulantes, quienes esperaban realizar una buena venta de banderas y golosinas y se fueron con los bolsillos casi vacíos. Uno de ellos expresó: «Hace veinte años que vengo al Monumento y nunca vi nada así», refiriéndose a la falta de público.
El acto fue presidido desde minutos después de las 10 por el gobernador Hermes Binner y el intendente Miguel Lifschitz y otras altas autoridades provinciales, municipales, eclesiásticas y militares. Ante la ausencia de la presidenta Cristina Fernández de Kircher -participó de un acto en la ciudad de Quilmes- la única autoridad nacional presente en el palco fue la ministra de Salud Graciela Ocaña, quien arribó al aeropuerto de Fisherton minutos antes de las 10.
Más allá de la ausencia de la presidenta, tampoco se hicieron presentes en el acto el senador nacional Carlos Reutemann y el jefe de la bancada de diputados justicialistas Agustín Rossi.
Una jornada muy fría y destemplada enmarcó los actos del Día de la Bandera. Desde hora temprana ya se notaba en las adyacencias del Monumento una gran cantidad de los 3.000 efectivos que controlarán la seguridad en la zona..
A las 8.15 en punto se procedió a izar la bandera nacional en el mastil ubicado frente al Monumento y ya se ubicaban en la zona integrantes de algunas bandas militares y los primeros rosarinos que desafían la fría jornada. Sin embargo, a la hora del comienzo del acto eran pocos los ciudadanos que se habían sumado a la convocatoria, situación que no se modificó con el correr de las horas.
Por la tarde desde las 15 se desarrolla, como también es tradicional en el predio de la ex Sociedad Rural, en el parque Independencia, un festival artístico y tradicionalista con la presencia de artistas y la realización de juegos y otras actividades.
fuente parcial: La Capital / Prensa Municipal