En medio de una interna del Gobierno, la Casa Rosada abre la puerta a rediscutir aumentos en torno al 25%.
Luego del contundente paro general del 25 de junio el gobierno nacional tuvo que ceder y reconocer que la pauta salarial del 15% para las paritarias no va más. Habilita la reapertura de paritarias, como forma de controlar el descontento sindical y social.
El Gobierno tomó nota de la amplitud de la medida de fuerza, que unificó como hace tiempo no ocurría a todas las vertientes de la CGT (con excepción del ultraoficialista UATRE), las dos CTA, el sindicalismo combativo y los movimientos sociales. Por eso, continuará tendiendo puentes con la CGT, a la cual consideran la mejor administradora del conflicto social, aunque deba realizarle concesiones.
Los guiños al sindicalismo peronista es una iniciativa del ala «política» del Gobierno y contrasta con la actitud del ala dura, encabezada por Marcos Peña, que ayer siguió con los dardos dialécticos contra el gremialismo. El ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, por ejemplo, se encargó de remarcar un cálculo que hicieron en su cartera en el que afirma que el paro le «costó» al país alrededor de mil millones de dólares, o 28 mil millones de pesos.
Coherente con la línea dialoguista, el flamante ministro de Producción, Dante Sica, reconoció ante empresarios que la pauta del 15% ya quedó desactualizada. Es por eso que el Gobierno habilitará acuerdos más a tono como el que firmó Camioneros, en torno al 25%.
Esta misma semana el Gobierno seguirá tendiendo puentes con la CGT. Lo hará en diversas mesas de diálogo sectoriales, como el caso de la construcción. El titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, mostró anteriormente su preocupación por el empleo en su sector ya que el ajuste feroz que acordó la Casa Rosada con el FMI incluye una reducción de los gastos en obra pública a casi la mitad de lo que es ahora.
Aunque la CGT lanzó el Paro SIN movilización, hubo cortes en numerosos puntos del país.
La contundencia del PARO GENERAL no pudo ser ocultada por los medios concentrados, aunque hablaron todo el día del Mundial de Fútbol para distraer de la masiva adhesión a la medida.