El nuevo Código Urbano para la ciudad de Rosario será aprobado este jueves 6 en la primera de las sesiones ordinarias del año. El proyecto enviado por el departamento ejecutivo tuvo despacho favorable en la comisión de Planeamiento del Concejo Municipal, seguramente pasará el mismo trámite en la comisión de Gobierno que se reúne el martes y, finalmente, será votada por el socialismo en la sesión de este jueves 6.
Las disposiciones que integran el nuevo Código Urbano vienen a reemplazar la normativa sobre edificación vigente desde los años 60. Reglamentan el desarrollo de la ciudad, en cuanto al uso y división de la tierra, el área edificable, el destino y las alturas de la edificación en coordinación con las directivas del Plan Urbano.
En el proyecto enviado por el departamento ejecutivo, se plantea la modificación de indicadores urbanísticos referidos a alturas y características de la edificación. Entre los asuntos más importantes, se establecen alturas y se definen la cantidad de metros cuadrados a edificar, en concordancia con el carácter de los distintos barrios o sectores de la ciudad y con los procesos de transformación o conservación que se pretenden.
Así, se construirá de manera diferente según se trate del área central (Oroño, Pellegrini y el Río) o el primer anillo perimetral (Oroño y Pellegrini hasta 27 de Febrero y Vera Mujica).
Por otra parte, se reducen algunos índices y también alturas en ciertas áreas con la finalidad de proteger su calidad urbanística, y se habilita a la concentración de alturas en determinados corredores urbanos. También se determinan herramientas para la protección de edificios y áreas de valor patrimonial.
Desde el oficialismo, desbordan optimismo. Creen que el nuevo código es una herramienta superadora de la actual normativa que ya tiene más de 40 años. La socialista Viviana Foresi, presidenta de la comisión de Planeamiento del Concejo, dijo a Rosario3.com que dentro de la discusión que se dio este lunes en el Palacio Vasallo se “tuvieron en cuenta los aportes de la oposición. La concejal Bielsa adelantó que votará en contra pero hizo sus aportes y eso es una actitud positiva”, expresó Foresi.
Por otra parte, la edil oficialista defendió la propuesta de la gestión Lifschitz de las críticas opositoras. “Todas las ciudades tiene que tener criterios para su urbanización. El proyecto es reglamentario y no arbitrario”, dijo para rebatir los argumentos que sostienen que en distintas áreas habrá valores distintos de los lotes.
La oposición, en desacuerdo – El proyecto oficial, redactado por la secretaría de Planeamiento luego de la audiencia pública de mayo del año pasado, no tiene el respaldo de la oposición. La concejal justicialista María Eugenia Bielsa adelantó que tanto ella como su compañero de bloque, Fernando Rosúa, no acompañarán con sus votos en la próxima sesión. Y justificó la decisión en que el nuevo Código Urbano es “poco imaginativo e incongruente”.
Entre los puntos que Bielsa cuestiona se encuentran la inequidad “económica y jurídica que representará la aplicación del código”, la falta de documentos “que no envió el ejecutivo” y la situación jurídica en la que quedará el municipio por una eventual “lluvia de juicios”.
“Estamos votando una herramienta de un plan sin haber visto el plan. El Código Urbano es una herramienta que forma parte de un Plan más amplio de cómo se piensa a la ciudad que fue elaborado en 2005 en comisiones de trabajo y que nunca fue enviado al Concejo por el intendente”, se quejó la concejal ante la consulta de Rosario3.com.
Por otra parte, mostró su discrepancia en lo que considera una “aberración jurídica” del nuevo código que no permitirá la construcción en los dos lotes linderos de una vivienda patrimonial. “Esto va a significar que en una misma cuadra haya distintos valores en el precio de los lotes de acuerdo a si se puede o no construir”. Para la arquitecta, la situación “generará una lluvia de juicios en contra de la Municipalidad”.
En otro orden, Bielsa dijo que “los males que se erradicarán del centro y del los anillos perimetrales que pretende ordenar el nuevo código, se van a ir donde no hay norma”. La edil ejemplificó con que “ya hay un proyecto de construir un edificio de altura al lado de Villa Hortensia porque hay no hay normativa”. “Se van a empujar los problemas a otro lado”, explicó.
Finalmente, Bielsa dijo que no se puede pensar a una ciudad fragmentadamente: “la nueva normativa considera sólo en las fachadas en altura y no piensa si hay infraestructura, si hay servicios, no se piensan las aceras y las calles” y agregó que “se vota el estacionamiento medido por un lado, la basura por el otro y el Código Urbano aparte”.
Otro de los concejales que mostró su discrepancia con el proyecto oficialista es el radical Jorge Boasso. El edil cree que con la sanción de la nueva normativa quedarán “baches que abren la puerta a la corrupción”. Puntualmente, se refirió al vacío legal que queda con el área de reserva de calle San Juan (la zona comprendida por Entre Ríos, Maipú, Rioja y Mendoza). Para ese sector el oficialismo prometió enviar un nuevo proyecto de ordenanza al Concejo. Sin embargo, para Boasso quedará para “la arbitrariedad de los funcionarios de la secretaría de Planeamiento”.
También Boasso desacuerda con la altura que plantea el nuevo código y propone un máximo de 30 metros que en concreto significarán 9 ó 10 pisos “con mayor exigencia para la construcción de cocheras”. En ese sentido, criticó duramente al intendente porque, dijo, “firmó un convenio para la construcción de un edificio de 42 metros de altura en San Lorenzo al 1500. Por un lado se quiere restringir la altura y por otro se hace lo contrario”, dijo el edil.
Fuente: Rosario3.com