Soledad y la solidaridad lograron convocar ayer a 40 mil rosarinos
"El mejor mensaje lo da la gente de Rosario, que sufre esta realidad pero que además ayuda", dijo la Sole, sorprendida por la convocatoria, a minutos de brindar un show que resultó inolvidable para todos los presentes. Ayer, unas 40 mil almas vivaron al compás de sus canciones en el Monumento, en un acto solidario organizado por la Fundación Soledad Pastorutti y la Municipalidad de Rosario. «El mejor mensaje lo da la gente de Rosario, que sufre esta realidad pero que además ayuda», dijo la Sole, sorprendida por la convocatoria, a minutos de brindar un show que resultó inolvidable para todos los presentes. Ayer, unas 40 mil almas vivaron al compás de sus canciones en el Monumento, en un acto solidario organizado por la Fundación Soledad Pastorutti y la Municipalidad de Rosario. Lo recolectado -miles de alimentos no perecederos y útiles escolares- fue destinado a Cáritas y a 18 escuelas carenciadas de la ciudad.
No era obligatorio colaborar para ver el espectáculo, pero la mayoría entendió cuál era el mensaje. Por eso, enormes bolsas de consorcio se llenaron desde el mediodía de ayer con arroz, fideos, latas de tomate, polenta, yerba, té en saquitos y azúcar, entre otros productos.
La gente -en gran porcentaje jóvenes devotos del tifón de Arequito- fue llegando de a poquito por las cinco bocas de acceso al Monumento, en donde estaban ubicadas mujeres de Cáritas de los decanatos norte, sur, este, oeste y centro. Ellas se encargaron de juntar todos los alimentos no perecederos, que serán distribuidos para los carenciados de las distintas parroquias.
En los mismos accesos, unas 50 integrantes de la fundación de Soledad, con pecheras identificatorias, recibían los útiles escolares. «La Sole hace estas cosas porque es una artista que se pone en el lugar del otro, y también viene de abajo», dijo Daina (16), mientras arrastraba una bolsa repleta de lápices y cuadernos.
El presidente de la Fundación Soledad Pastorutti, Juan Carlos García, confirmó que la artista «no cobró un peso por la actuación», aunque la fundación se hizo cargo del cachet de los músicos y del montaje del show, unos 25 mil pesos. La Municipalidad donó el recurso humano que colaboró con el espectáculo (personal de la Secretaría de Cultura) y, junto con la fundación, organizó el encuentro.
Desde las 16, distintos números mostraron lo suyo. Primero hizo su entrada un grupo de la Escuela de Danzas San José Nº1115, muy aplaudido, tras lo cual subieron al escenario «Los indios de ahora», en un set folklórico.
La hora del tango llegó con «2×3 Sexteto Menor», a cargo de jóvenes parejas de baile que lucieron sus cortes y quebradas. Y para cerrar la lista de invitados, el solista Federico Reschini, de Casilda, mostró por qué es uno de los preferidos de Soledad.
El plato fuerte
A las 17.45, y en medio de un grito ensordecedor, la Sole saltó sobre el escenario. Ataviada con un conjunto beige campestre con botas al tono y remera bordó, Soledad arrancó con «Libre», tema que le da el título a su último disco, justamente el que presentó en el recital de ayer.
La cantante estuvo acompañada por una banda muy sólida integrada por los guitarristas Jorge Calcaterra, Alberto Araujo y Javier López, el bajista Pablo Santos, el percusionista Silvio Chiuy López, y el tecladista rosarino Edgardo Spinassi.
A lo largo de los 23 temas que duró el show, la artista se mantuvo permanentemente comunicada con su público e hizo sucesivas referencias a la situación social. «Esta canción es para que haya un país sin guerras, sin secuestros y sin robos. Y que nos mantengamos todos juntos», dijo, antes de interpretar «Todos juntos» en compañía de su hermana Natalia.
Uno de los momentos más intensos del recital fue cuando interpretó «A don Ata», quizá el tema fetiche de su trayectoria. Allí, la Sole revoleó su poncho junto a miles de jóvenes, y no tanto, que cantaron cada estrofa de memoria.
El nombre del tema de cierre, «Corazón americano», dejó latiendo más fuerte que nunca el motivo por el que había sido convocado el encuentro. La solidaridad fue entonces tan convocante como la misma Soledad. Así lo revelaron los bolsones llenos de alimentos para los carenciados y una combi que ya estaba repleta de útiles escolares dos horas antes del show. Quizá la frase en la que coincidieron Román (15), Jonathan (15) y Daiana (13), resumió un poco el espíritu de la jornada: «La Sole convocó y trajimos lo poco que teníamos. Es que ya no creemos en los políticos. Lo único que nos va a salvar es la unión de la gente».
