Unas 25 mil almas (según estimaron desde la Dirección de Control Urbano municipal) vibraron ayer con el II Festival Solidario «Rosario por los Niños» organizado por la Fundación Soledad Pastorutti, y pese al fuerte viento permanecieron toda la tarde en torno al escenario montado en el Monumento a la Bandera. La Sole hizo su aparición hacia las 19.30 y realizó un show de unos 40 minutos donde repasó parte de su repertorio. También se sumaron a la cruzada solidaria el grupo Los Palmeras, varios conjuntos folclóricos y de tango, y hasta hubo danzas típicas. La movida sirvió para recaudar leche en polvo y pañales descartables para el Hospital de Niños Víctor J. Vilela y libros para las bibliotecas populares de Rosario.
Si bien el clima ventoso amenazó durante la mañana con atentar contra la realización del show, con el correr de las horas el intermitente sol despejó todas las dudas y la gente concurrió masivamente al Monumento.
Por segundo año consecutivo, la Fundación Pastorutti eligió a entidades públicas de Rosario para «darles una mano», y esta vez se lograron reunir 8.220 productos entre alimentos no perecederos, útiles escolares y libros.
La tarde dominguera fue una postal de la familia rosarina. Desde las 15, la plaza de la Coronación, el Monumento y el parque a la Bandera se poblaron de gente con termos para el mate, canastas con alimentos y gaseosas. De vez en cuando el sol se asomó para calentar el día nublado.
Nada impidió que el show alcance su objetivo: llegar a la gente con un mensaje solidario. Sandra Ríos, Susana Velázquez y Estela vinieron en patota desde Villa Manuelita. Todas se confesaron fanáticas de Los Palmeras y se instalaron con canastas y gaseosas cerca del mástil del Monumento para disfrutarlos de cerca. «A nuestros hijos les encanta la Sole, así que hoy disfrutamos todos», sonrieron a coro.
Desde Alvarez y en colectivo se vino Hugo con toda su familia para «ver a la Sole y también a los ídolos de Los Palmeras». Trajeron cuadernos y libros que depositaron en uno de los 7 puntos de recepción que la Fundación Pastorutti diseminó en el parque a la Bandera. Las voluntarias de esa fundación estuvieron a full colaborando con la Municipalidad.
Patricia y Omar son un matrimonio humilde, situación que no les impidió ser solidarios con el prójimo. Se acercaron a un puesto de Defensa Civil para arrimar dos paquetes de harina de maíz y polenta. Llegaron en colectivo desde Grandoli al 3.900 (barrio General San Martín), con sus hijos de 7 y 9 años. «Siempre les digo que hay muchos chicos que tienen hambre cuando a veces no quieren comer», dijo la mamá mirando a sus hijos para recordarles que «existen muchos pibes que pasan necesidades y hay que ayudarlos».
La tarde invitó a sentarse en el césped, tomar mate, comer galletitas y escuchar música en vivo. Pasadas las 15.30 pisó el escenario Corina Piatti, luego el casildense Federico Reschini, le siguieron el Ballet Folclórico y de Tango El Cimarrón, Los Palmeras -con un set impecable de unos 20 minutos-, luego el ballet folclórico de Tandil El Cielito, y más tarde Los Indios de Ahora, Yamana y Noelia Moncada.
El plato fuerte llegó a las 19.25, cuando La Sole saludó a las 25 mil almas que pese al viento y el ocaso estaban firmes esperándola al pie del escenario ubicado de espaldas al Monumento y de frente al río.
En ese momento, el intendente Miguel Lifschitz se hizo presente para ofrendarle a Soledad un ramo de flores. También se acercó la directora del Vilela, Karen Liljesthröm, quien también le entregó un diploma de agradecimiento.
El Tifón de Arequito se emocionó con la participación del público en su cruzada solidaria y empezó a deleitarlos con «Mi sueño Mejor», luego con «Luces para Mí», «Para Mi Pueblo Argentino», «Por donde va el amor», «El Bahiano», «Adonde Vayas», «A Don Ata», «Todos Juntos» y para los bises el remate estuvo con «Tambores del Sur» y «Tren del Cielo».
La desconcentración del público tuvo problemas por la imprevisión de no haber reforzado la frecuencia del transporte urbano de pasajeros. Muchos de los fanáticos de la Sole tuvieron que esperar hasta entrada la noche para poder subirse a un colectivo rumbo a sus hogares.
Fuente: diario La Capital