La idea de festejar el día del niño surgió hace ya más de 40 años, el 20 de noviembre de 1959, cuando la Asamblea General de la ONU tuvo una reunión en la que decidió reafirmar los derechos de los niños universalmente.
por Irene Schmidt, especial para Puertenses.com.ar
y Sanlorencinos.com, del grupo NuevaRegion.com
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Desde entonces, cada país cuenta con un día para celebrar y organizar actividades para ayudar a desarrollar el bienestar de los pequeños en todo el planeta.
Por este motivo, y por que los niños son la esperanza y el futuro, muchas organizaciones y entidades organizan celebraciones. Una de la primeras en nuestra región en ofrecer un agasajo a los niños, y a sus familias, fue el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA). Invitó a todos los niños de sus afiliados a una serie de actividades artísticas y de esparcimiento que se desarrollaron en la Sociedad Española de la ciudad de San Lorenzo. Contó con artistas locales como el Mago Gabriel y el impactante show de Tito y Pelusa. Se hicieron presentes todas las familias aceiteras de la región.
Con un recinto colmados de niños padres y abuelos, comenzó el festejos con la participación del mago Gabriel, quien deleitó a los niños y a los que llevan un niño en su corazón, con los trucos de magia, donde todo es posible.
El show de Tito y Pelusa fue una aventura inolvidable para chicos y grandes, donde toda la familia pudo disfrutar de la alegría de los payasos y sus nuevas canciones. Viajando con la imaginación al maravilloso mundo de los cuentos, con la obra The animal show, «La selva está de fiesta»
Todos los niños que concurrieron para festejar su día recibieron cada uno un hermoso juguete, golosinas y participaron de un gran sorteo donde se llevaron como premios reproductores de mp3 y DVD, radiograbadores, entre otros lindos regalos.
La niñez es un tiempo mágico de sueños, donde todo es posible. En este día los integrantes del Sindicato agasajaron a los hijos de sus afiliados y tuvieron la retribución con algo que no tiene precio, que no se puede comprar: la sonrisa de un niño.