Fue una de las cosas que declaró Roberto, el Negro, Fontanarrosa, en una diálogo previo con la prensa, a su “charla con el público” en el marco de la Feria del Libro Rosario 2006, donde habló por más de dos horas con las cientos de personas que se acercaron a verlo y escucharlo “Me siento muy cómodo las veces que doy charlas en Rosario, que no son muchas, fundamentalmente porque, está bien que la gente que viene me conoce a mi, pero yo las conozco a casi todas ellas porque he vivido toda mi vida en Rosario, ósea que indudablemente me siento muy cómodo, distendido, como me sentí en el congreso de la lengua, pese a la solemnidad del entorno”, afirmó el Negro Fontanarrosa, minutos antes de dialogar con el público que concurrió al predio de la Feria del Libro para escucharlo, público de todas las edades y regiones el país.
“Siempre he sentido mucho cariño de parte de la gente, en definitiva por ahí se da porque es recíproco, porque es el mismo cariño que yo siento en general por todos”, aseguró.
Con respecto a la feria en sí, expresó que le “alegra mucho la repercusión”, ya que ve “que crece”, esta feria que durante muchos años ha tenido un “trayecto un tanto errático”, que a veces lo llevaba a preguntarse, “por qué no se daba en una en una ciudad populosa como la nuestra, al menos un reflejo de lo que ocurre con la feria en Buenos Aires”.
Además expresó que la masividad de concurrencia a la feria, es bienvenida “sea por lo que sea”, si es o por un acercamiento a la lectura, o por ser un espectáculo, ya que “es muy importante desacralizar el libro”, transmitirle a los chicos que “es una forma fantástica de ilustrarse y de divertirse”, aclarando que “no es nada contra la televisión, ni internet”, “todo vale”, y resaltó: “La cercanía de los chicos y no tan chicos con los libros, es muy positivo”.
Hablando de su futuro en lo relacionado a su carrera, Fontanarrosa aseguró que quiere “hacer mejores chistes”, ya que es lo que siempre le gustó, y que no realiza este trabajo “para el día de mañana solamente escribir o meditar, o hacer danza”, “es un fin en si”. Por ello dentro de lo que quiere, es que le salieran “mejor las cosas, nada más”.
Sobre el “partido que está jugando con su enfermedad”, expresó: “Yo digo que estoy jugando con ocho, pero bueno, también hay recursos para sacar un buen resultado”, recurriendo a una metáfora futbolera, que denota su pasión por ese deporte.
Con respecto a su pedido de indulto a las malas palabras, realizado en su discurso del Congreso de la Lengua, hace dos años, teniendo en cuenta que en esta época del año se revisan los fallos judiciales, comentó: “Que yo sepa todavía no han sido indultadas, la revisión de fallos origina malas palabras también, de fallos judiciales, pero yo creo que tampoco es un tema tan profundo, no creo que la valorización de una persona, pase a través de que diga o no malas palabras”.
Luego de conversar con la prensa, habló con su público, pasando por temas como su “odio por las matemáticas”, su amor por la ciudad, y una innumerable cantidad de preguntas que le fueron realizadas. Siempre contestó con su picardía, haciendo pasar a los presentes de la atención, a la risa, a la emoción y nuevamente a la risa, que sólo una persona tan grande, reconocida y querida puede lograr.
Por Melisa Kelly