El Sábado 5 de Enero Rosario festejó el nuevo año con más de 100 embarcaciones desfilando por el Paraná y un impresionante show de Fuegos de artificio junto al Monumento. Alrededor de 200000 personas entre rosarinos y vecinos de toda la región
por GGF, especial para Rosarinos.com y NuevaRegion.com
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El director de Eventos Especiales de la Municipalidad, César Limonta, responsable de la organización general del evento, había comentado en rueda de prensa los detalles de la caravana náutica. En aquel momento acompañado por el presidente del Foro Deportivo Rosario, Víctor Ocariz; el jefe de la Prefectura Naval Rosario, prefecto principal Miguel Bartorelli, y el director de Carrefour Rosario, Hernán Perroni. Todos comentaron su parte, pero esa presentación formal no podía describir lo que luego fue una verdadera fiesta popular, inolvidable y con mucha más participación de la imaginada.
Convocada por la Municipalidad, la multitud en su mayoría se vistió con alguna prenda blanca como símbolo de paz y tolerancia, y depositó miles de mensajes de paz en «cofres» qye luego serían lanzados a navegar por el Paranáde. El broche: un espectáculo de fuegos artificiales de alto impacto de aproximadamente 15 minutos.
Sobre las 20.30, y aún bajo el sol, el gobernador Hermes Binner, el intendente Miguel Lifschitz, funcionarios de los gabinetes provincial y municipal y legisladores nacionales y santafesinos, entre otros, abordaron el barco Ciudad de Rosario desde Costa Alta. Al frente de la caravana se ubicó un velero que transportaba una batucada, cuyos integrantes hacían sonar sus tambores luciendo remeras blancas con el logo MR, la marca registrada del municipio.
Pocos minutos después, a la altura del balneario La Florida, centenares embarcaciones fueron sumándose a la denominada «Caravana de los deseos» haciendo sonar sus sirenas y bocinas. Las naves representaban a los clubes náuticos, guarderías y al Foro Deportivo Rosario. Fue muy notorio el apoyo de Prefectura Naval Argentina participando de la caravana y vigilando que todo transcurriera dentro de los parámetros de seguridad.
Casi todos, funcionarios y navegantes, vistieron prendas blancas, según lo solicitado en la convocatoria. Desde la costa, los rosarinos saludaron manos en alto el arranque de la caravana. Muchos aprovecharon para tomar fotos. El Gobernador respondía los saludos desde la terraza superior del barco. Lo mismo hacía el Intendente, apostado en el balcón abierto inferior.
Tras los saludos, Lifschitz deseó a todos «un año de construcción y paz». Luego de varios minutos de navegación bordeando la ribera del Paraná, las embarcaciones llegaron al sector frente al Monumento Nacional a la Bandera.
Desde temprano miles de rosarinos fueron ocupando todo el parque y el Patio Cívico. Desafiando al calor, y la mayoría cumpliendo la premisa de lucir ropa blanca, familias enteras y jóvenes llegaron con sus equipos de mate, gaseosas y alguna otra bebida. No faltaron los ya clásicos asientos plegables para disfrutar del espectáculo confortablemente.
Otra de las atracciones fue «el cofre» en el parque donde las personas pudieron depositar sus deseos para el 2008. «Yo pido muchos juguetes», dijo Mauro, de 6 años (la noche previa a reyes). «Yo pido paz y más respeto entre nosotros» agregó Juliana, su madre. «Paz Fuerza y Alegría pàra todos» gritó desde más atrás un muchacho saludando con tres dedos extendidos.
La espera durante la tarde fue amenizada con música (el «Tema de Rosario» de Lalo de los Santos fue el más escuchado). Patricia Dibert y Mauricio Maronna, los locutores, anunciaban «una fiesta de bienvenida de año sin precedentes».
Unos minutos antes de lo previsto, casi a las 22, un estruendo conmovió a la ciudad. Fue el potente inicio del imponente show de fuegos de artificio que deslumbró a la multitud y llenó de color el cielo nocturno rosarino durante 15 minutos.
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