
Riego, elección varietal y fertilización nitrogenada: ¿qué incide más en el rendimiento del trigo?
Por Ricardo Maich – ingeniero agrónomo e investigador (Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba)
Devkota et al. (2023) ponen foco en los principales factores climáticos, de manejo, de genotipo y de genotipo x manejo que determinan el rendimiento del trigo en contextos ambientales variables y cambiantes.
Loyce et al. (2008) observaron que el rendimiento se vio significativamente afectado por el manejo al que se sometió al cultivo, la elección varietal y la interacción genotipo x manejo agronómico, llegando a afirmar que los programas de mejoramiento conducidos en un contexto ambiental de altos insumos no conducen necesariamente a la selección de cultivares adecuados para los de bajos insumos.
Finalmente, Studnicki et al. (2016) afirman que tanto la elección varietal como las prácticas de manejo son menos relevantes en ambientes desfavorables que en los favorables.
UN ENSAYO SOBRE TRIGO EN CÓRDOBA
Durante la campaña agrícola 2024 se cultivaron en el Campo Escuela de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (FCA-UNC) tres variedades comerciales de trigo para pan. A saber: SY 120, Don Mario Catalpa y Pehuén.
Los materiales fueron sembrados el 7 de mayo. La densidad de siembra utilizada fue de 200 semillas viables por metro cuadrado. Cada unidad experimental (parcela) estuvo constituida por cuatro surcos de cinco metros de longitud distanciados por veinte centímetros.
Se contó con dos sectores contiguos de terreno que fueron sujetos a dos manejos hídricos distintos, uno de ellos se condujo en secano y al otro se le aplicaron sucesivos riegos suplementarios toda vez que se llegó al 40% del agua útil en el suelo. El total de la lámina de agua aplicada fue de 262 milíemtros (mm). Al momento de la siembra la cantidad de agua almacenada hasta los dos metros de profundidad fue 253,3 mm.
Durante la estación de cultivo se registró una precipitación acumulada de 113,5 mm. Para finalizar con el detalle de la metodología usada, tanto en el sector de secano como en el sector sujeto a riego suplementario se contaron con 18unidades experimentales. Seis por cultivar comercial, tres de las cuales no fueron fertilizadas con nitrógeno (urea) mientras que a las restantes tres se las fertilizó transversalmente a la dirección de siembra con 134 kg N ha-1.
El material cultivado en secano se cosechó el 31 de octubre y, con riego suplementario, el 5 de noviembre.
LOS RESULTADOS EN EL TRIGO
A partir de cada unidad experimental se midieron o estimaron las siguientes variables:
- Producción en grano y en biomasa aérea (g m-2)
- Índice de cosecha (%)
- Peso de mil granos (g)
- Número de granos y de espigas por metro cuadrado.
La interpretación estadística de la información obtenida fue realizada mediante el uso del software Infostat.
A excepción de la variable índice de cosecha, las restantes variables medidas o estimadas pusieron de manifiesto interacciones de segundo orden (material x manejo x dosis N) significativas. En cuanto al rendimiento en grano (Tabla 1), el material que recibió riegos suplementarios rindió significativamente más que aquel manejado en secano.
Al analizar cada tipo de manejo por separado, en el cultivo regado no se detectaron diferencias estadísticamente significativas entre medias de cultivares y ni entre dosis de nitrógeno. En secano, los valores medios de la variedad SY 120, con y sin fertilización a la siembra, no difirieron entre sí. Lo contrario aconteció con los dos cultivares de Don Mario. Pehuén rindió más cuando no fue fertilizado y Catalpa cuando lo fue. A diferencia de lo observado con el cultivar SY 120, las variedades de Don Mario interactuaron significativamente en secano cuando fertilizados o no con nitrógeno.
La interpretación de la interacción de segundo orden para la variable “biomasa aérea” no es tan directa como en el caso del rendimiento en grano (Tabla 2). En el caso de la variedad SY 120, el valor medio del material fertilizado no difirió del no fertilizado ya sea en secano como con riego. Algo similar aconteció con el cultivar DM Pehuén. En cuanto al comportamiento de la variedad DM Catalpa cultivada en secano, la producción de biomasa aérea fue significativamente mayor cuando el material se fertilizó.
En la tabla 3 se presentan los valores medios para el peso de mil granos en los tres cultivares de trigo evaluados con y sin riego suplementario, fertilizados o no con urea a la siembra. La variedad comercial DM Pehuén puso de manifiesto una clara tendencia respecto a la variable objeto de análisis. El peso del grano fue mayor cuando el cultivo se regó, sin embargo, la fertilización nitrogenada no incidió significativamente sobre éste.
En la tabla 4 se presentan los valores medios correspondientes a la variable “número de grano por metro cuadrado”. Independientemente del cultivar, el número de granos fue mayor cuando el cultivo recibió riego suplementario. Por otra parte, la fertilización nitrogenada no incidió significativamente sobre el número de granos en ninguno de los tres cultivares. En secano, el valor medio del material fertilizado resultó significativamente mayor al del no fertilizado en los cultivares SY 120 y DM Catalpa. Por el contrario, el cultivar DM Pehuén presento un mayor número de granos en el material no fertilizado.
Finalmente, los valores medios correspondientes a la variable “número de espigas por metro cuadrado” se presentan en la tabla 5. Analizando en primera instancia los resultados obtenidos en el cultivar SY 120, el número de espigas en el tratamiento “riego suplementario + 134 kg N ha-1” resultó significativamente superior al de las restantes combinaciones de tratamientos. Sin profundizar demasiado en la interpretación de los resultados obtenidos para los dos cultivares de Don Mario, valga la siguiente reflexión al analizar las combinaciones de tratamientos “riego suplementario + 134 kg N ha-1” y “secano + 134 kg N ha-1”. En DM Pehuén el riego potenció el efecto de la nutrición mineral, en DM Catalpa no.
CONCLUSIONES SOBRE EL TRIGO
En síntesis, y en línea con lo afirmado con Devkota et al. (2023) y Loyce et al. (2008), en ambientes marginales para el cultivo de trigo, aun cuando se lo fertilice y riegue, el cultivo interactúa con las prácticas de manejo puestas en juego.
Por otra parte, los resultados aquí presentados no apuntalan la hipótesis planteada por Studnicki et al. (2016), quienes afirman que la elección varietal y las prácticas de manejo son menos relevantes en los ambientes desfavorables que en los favorables.
Finalmente, y teniendo por delante la elección varietal, la fertilización nitrogenada y el uso de riego suplementario, los más altos rendimientos en grano se obtuvieron gracias al recurso hídrico adicional (riego) ubicándose en un segundo plano la elección varietal y la fertilización nitrogenada.
El autor pone en valor la calidad humana del Ing. Agr. José Raúl Giupponi colaborador desinteresado en toda ocasión.
Devkota, M., Devkota, K. P., Karrou, M., & Nangia, V. (2023). Genotype and agronomic management interaction to enhance wheat yield and water use efficiency in the Mediterranean rainfed environment of Morocco: I. Field data analysis. European Journal of Agronomy, 151, 126972.
Loyce, C., Meynard, J. M., Bouchard, C., Rolland, B., Lonnet, P., Bataillon, P., … & Doussinault, G. (2008). Interaction between cultivar and crop management effects on winter wheat diseases, lodging, and yield. Crop protection, 27(7), 1131-1142.
Studnicki, M., Wijata, M., Sobczyński, G., Samborski, S., Gozdowski, D., & Rozbicki, J. (2016). Effect of genotype, environment and crop management on yield and quality traits in spring wheat. Journal of Cereal Science, 72, 30-37.
Con información de INFOCAMPO
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