Miedo a enfermedades y accidentes. Se trata de la enorme estructura para telefonía celular. El equipo no tiene habilitación pero una cautelar impide que sea desmantelado. Se reanuda el ciclo lectivo y recrudece la preocupación de los padres de los alumnos del Instituto Juan Bautista de La Salle. … Es que se inician las clases otra vez y todavía continúa instalada en ese lugar una antena de telefonía celular de la empresa Telecom Personal. A pesar de que en noviembre pasado se suscitaron reiteradas protestas, nada cambió. La torre no está habilitada por la Municipalidad y desde el gobierno local aseguran que existe la decisión de que sea removida de allí, pero el propio secretario de Gobierno municipal, Juan Carlos Zabalza, advirtió que «la Justicia Federal es la que pone las trabas para que se bajen las antenas». Mientras, ya hay padres que decidieron no enviar este año a su hijos a la escuela o están pensando en esa posibilidad ante el temor que les genera semejante estructura instalada en el patio del colegio, equipamiento sobre el que además pesa la sospecha de que produce efectos gravísimos para el organismo.
«Este año decidí no mandar a mi hija al La Salle porque tengo miedo». Sergio es papá de una nena de 3 años. La pequeña asistió durante el 2003 al jardín de 2 años en el colegio de Mendoza al 400. Está conforme con la educación que recibió la niña en la institución, pero la presencia de la antena de telefonía celular en el sitio lo inquietó. La preocupación no es sólo de él, sino que es compartida por muchos otros padres ante el temor de un accidente o por la posibilidad de que el equipamiento genere diversas enfermedades.
Es que si bien nadie puede asegurar categóricamente que las radiaciones no ionizantes provocadas por el funcionamiento de un equipo transmisor de base de telefonía celular generen cáncer, no hay científico serio que se atreva a descartarlo. El titular de la organización no gubernamental (ONG) Alerta Antena, Esteban Villalba, indicó que este tipo de aparatos «provocan alteraciones y problemas en la salud».
Riesgos para la salud
El químico, biólogo y genetista Norberto Gilliavod, que colabora con la mencionada entidad, destacó que las radiaciones que emiten las antenas de telefonía celular generan «un mayor riesgo de desarrollar leucemia mieloide crónica» y apuntó que en ese sentido, los niños son más vulnerables a ese padecimiento que los adultos.
El especialista -que participó en audiencias públicas en el Concejo Municipal- señaló que Rosario es una de las cinco ciudades de mundo más contaminadas por radiaciones. Además recomendó trasladar las torres telefónicas a unos 2 ó 3 kilómetros fuera de la periferia de la ciudad.
Gilliavod subrayó que las radiaciones no sólo pueden provocar cáncer, sino que también pueden contribuir al desarrollo del Parkinson, mal de Alzheimer, alteraciones en los marcapasos, cefaleas, problemas de insomnio, ansiedad, depresión y un sinnúmero de patologías. «A pesar de que pueden traer serios problemas de salud a las personas, las antenas se siguen instalando por el gran poder que tienen las empresas transnacionales que las manejan», comentó.
Graciela manda a su hijo al La Salle desde hace seis años. Esta mamá está considerando al posibilidad de cambiar al niño de colegio por el temor de la antena. Susana, quien tiene dos chicos que concurren a ese colegio, en diálogo agregó que existe un gran temor de que la antena se desplome sobre el patio, tal como ocurrió en noviembre de 2000 en el club Banco Nación, cuando murió un operario que trabajaba en la torre.
Iván es papá de cuatro chicos que asisten al colegio y no ocultó su preocupación. De todos modos, consideró que será muy difícil que sea retirada la antena porque «están en juego intereses de empresas muy poderosas».
Y ante esta situación, Marisa, mamá de dos alumnos, llamó al resto de la comunidad educativa a interiorizarse sobre los posibles riesgos que provocan las antenas sobre la salud.
En todos los casos, los padres resaltaron la calidad educativa de la institución, pero criticaron a las autoridades por continuar con la antena dentro del predio de la escuela.
«Existe una duda razonable sobre los riesgos que generan las antenas. Entonces por prevención debería ser desmantelada», recalcaron los papás de alumnos del La Salle, eso sin contar que esa estructura no cuenta con habilitación.
El paraguas judicial
El director de Obras Particulares de la Municipalidad, Eduardo González; el titular de Asuntos Jurídicos, Aldo Gómez, y el secretario de Gobierno, Juan Carlos Zabalza, confirmaron a este diario que la antena ubicada en el colegio La Salle «no está habilitada». Explicaron que está funcionado porque la empresa Telecom Personal interpuso una medida cautelar ante la Justicia federal, que hizo lugar al pedido de la transnacional.
Los funcionarios municipales detallaron que cuando la antena se instaló en 1996 no había una normativa al respecto en la ciudad. Entonces la empresa inició los trámites de habilitación correspondientes, llamados de aptitud urbanística. Antes de conseguir los permisos, en el año 2000, se aprobó la actual ordenanza, que prohíbe la instalación de este tipo de equipos sobre escuelas, clubes, iglesias y hospitales, entre otro tipo de entidades. La Municipalidad le dio dos años a Telecom para que cumpliera con la normativa vigente. Vencido ese plazo, la firma de telefonía interpuso una medida cautelar ante los Tribunales federales y cuando la Justicia hizo lugar a la solicitud de la transnacional frenó el poder de policía que debe cumplir la Municipalidad.
«Vamos a desmantelar esa y todas las antenas que no tengan habilitación», señaló Zabalza, y agregó que «sólo necesitamos que la Justicia emita la orden de allanamiento para poder actuar». En ese sentido agregó que «la Justicia federal pone trabas en este proceso al hacer lugar a los recursos de amparo y las medidas cautelares que interponen las empresas de telefonía para poder continuar operando, aún fuera de la normativa vigente».
Al parecer, padres y chicos deberán continuar esperando que se diriman los tironeos en la Justicia para lograr que la norma se cumpla.
Sólo tres habilitadas
Sólo tres de las 116 antenas instaladas en la ciudad están habilitadas por el municipio, cuya potestad para otorgar el permiso de instalación fue siempre objetada por las empresas.
fuente: Gabriela Zinna, diario La Capital