«El 90 por ciento de las denuncias que hizo el concejal Alberto Joaquín sobre la actual concesionaria de los semáforos son ciertas», aseguró ayer el dueño de la empresa rosarina Thopeck SA, Antonio Fenosa. Para el titular de esta firma, que compitió en la última licitación para la explotación de los semáforos, «la adjudicación a la empresa española Sainco Tráfico SA (que explota el servicio desde el 99) fue absolutamente ilegal». Fenosa acusó además que «si los españoles no estuvieran arreglados con alguien, no habrían pasado las inspecciones del municipio estos cinco años».
El empresario quiso dejar en claro que no tiene «cuestionamientos hacia la gestión que está llevando adelante el intendente (Miguel) Lifschitz». Pero sí cargó contra el accionar de Hermes Binner, quien estaba al frente de la Intendencia cuando se llevó adelante la última licitación para la explotación de los semáforos. «Los que fiscalizaron el proceso de concesión tienen que ir presos porque todo indica que hubo irregularidades de cualquier color para beneficiar a Sainco», disparó.
De esta manera, Fenosa ratificó las acusaciones del concejal justicialista Alberto Joaquín, quien no sólo planteó sus «dudas» sobre la próxima licitación porque sospecha que los pliegos enviados al Palacio Vasallo son «un traje a medida para la empresa Sainco», sino que también reveló que «existen irregularidades por parte de la empresa en el contrato actual».
En la edición de La Capital del viernes pasado, Joaquín recordó que la anterior adjudicación fue más que polémica, por eso dijo que «si el próximo proceso de concesión no se transparenta, esto puede terminar en otro escándalo».
El dueño de la empresa que en su momento participó de la licitación también rememoró aquellos tiempos. «No ganamos la concesión anterior porque el Banco Municipal dijo que nuestra firma era insolvente, cuando un mes antes esa misma entidad nos había dado un préstamo por 200 mil pesos», contó.
Fenosa también señaló que «para aprobar el primer sobre (donde se detallaban las ofertas técnicas de cada oferente) había que detallar el organigrama de todo el personal. Sainco nunca no lo presentó y ganó igual», manifestó.
Con respecto a las sospechas de irregularidades detectadas durante la prestación del servicio, Fenosa indicó que los pliegos «exigían 4 vehículos con hidrogrúas, y en estos cinco años la empresa española tuvo sólo una». Y acusó que «la firma nunca previó el mínimo stock de repuestos contemplados en el contrato».
Y siguió con las denuncias: «A los seis meses la empresa ganadora tenía que colocar 60 semáforos con cámara, y Sainco instaló cuatro de estos aparatos recién a los dos años de concesión», soltó.
Sobre estos y otros tantos cuestionamientos tendrá que responder el Ejecutivo municipal. Se trata de 88 preguntas concretas acerca de la actual concesión de semáforos que, a raíz de un pedido de informes del Concejo Municipal, tendrá que contestar la Intendencia.
Fuente: diario La Capital