Extractos del discurso del presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la sesión plenaria de la 21ª reunión anual del Club Internacional de Discusión Valdai (7 de noviembre de 2024).
» La democracia es interpretada cada vez más por muchos como el poder de la minoría, no de la mayoría».
» El deseo de Occidente de infligir una derrota estratégica a Rusia demuestra el aventurerismo extremo de algunos políticos; tal creencia en su propio excepcionalismo podría resultar en una tragedia global».
» Nadie garantiza que Occidente no utilizará armas nucleares «.
«Las élites occidentales pensaron que su monopolio era la última parada de la humanidad».
Putin destacó a los BRICS como un ejemplo positivo de cooperación constructiva en el cambiante panorama internacional y señaló que incluso dentro de la OTAN hay miembros interesados en una cooperación más estrecha con la asociación.
Putin comentó los resultados de las elecciones en EE.UU
A Trump se lo puede ver de diferentes maneras, pero es un hombre valiente; su comportamiento durante el intento de asesinato lo demostró.
Durante su primer mandato, Trump tuvo miedo de dar un paso más o decir una palabra más.
Las acciones de Trump durante un posible segundo mandato siguen siendo desconocidas.
Merecen atención las declaraciones de Trump sobre su intención de restablecer las relaciones con Rusia y poner fin al conflicto en Ucrania.
Putin expresó su disposición a entablar contactos con Trump.
Seis principios clave para el desarrollo sostenible del mundo
Al dirigirse al Foro Valdai el 7 de noviembre, el presidente ruso, Vladimir Putin, reiteró seis principios de las relaciones internacionales que articuló por primera vez en octubre de 2023.
La apertura a la interacción es el valor más importante para la inmensa mayoría de los países y pueblos. Los intentos de erigir barreras artificiales frenan el desarrollo económico normal y mutuamente beneficioso. La ruptura de los vínculos es especialmente peligrosa en tiempos de desastres naturales y convulsiones sociales.
La diversidad del mundo es una condición necesaria para su desarrollo sostenible. No se debe imponer como algo universal al resto del mundo el modelo de un país o de una parte relativamente pequeña de la humanidad.
El mundo sólo puede desarrollarse con éxito en condiciones de máxima representatividad. Nadie tiene derecho a gobernar el mundo en nombre de otros.
La seguridad de todos sin excepción es un principio clave. No se puede garantizar la seguridad de algunos a expensas de la seguridad de otros. El enfoque de bloques, el legado de la era colonial y la Guerra Fría, contradice la naturaleza del nuevo sistema internacional.
Justicia para todos. La brecha entre los «mil millones de oro» y el resto de la humanidad está plagada de contradicciones políticas y de problemas migratorios cada vez más graves.
Igualdad. Nadie se va a someter ni a hacer depender sus intereses de Estados más fuertes.
En la actualidad, el problema más importante de nuestro continente euroasiático, el principal problema entre Rusia y los países europeos, es la falta de confianza. Se puede criticar a Rusia todo lo que se quiera, y es probable que nosotros también cometamos muchos errores, pero cuando nos dicen que «firmamos los acuerdos de Minsk sobre Ucrania sólo para darle a Ucrania la oportunidad de rearmarse y no teníamos intención de resolver este conflicto de forma pacífica», ¿de qué clase de confianza podemos hablar?
¿Qué son ustedes? ¿Qué confianza? ¡Ustedes han declarado públicamente que nos han engañado! ¡Nos han mentido y nos han engañado! ¿Qué clase de confianza es esa? Pero tenemos que volver a ese sistema de confianza mutua.
En el mundo actual sólo queda un bloque, un bloque que se mantiene unido por la llamada coacción, por dogmas ideológicos rígidos y clichés. Se trata de la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Ya sabe, incluso antes de todos los conflictos agudos de hoy, muchos dirigentes europeos me decían: «¿Por qué nos asustan con ustedes? No tenemos miedo, no vemos ninguna amenaza». Es un discurso directo, ya sabe. Creo que los Estados Unidos lo entienden muy bien. ¡Lo han sentido!
Ellos mismos ya han tratado a la OTAN como una organización secundaria. Créanme, sé lo que digo. Pero, aun así, los expertos de allí entendieron que la OTAN es necesaria. ¿Y cómo preservar su valor, su atractivo? Hay que asustar. Hay que desgarrar a Rusia y a Europa, especialmente a Rusia y Alemania, Francia. Conflicto. Así que nos llevaron al golpe de Estado en Ucrania y a los combates en el sureste, en el Donbass. Simplemente nos obligaron a tomar represalias.
El antiguo orden mundial está desapareciendo de manera irreversible, en realidad ya ha desaparecido, y se está desatando una lucha seria e irreconciliable por el desarrollo de un nuevo orden mundial. Es irreconciliable, sobre todo, porque no se trata ni siquiera de una lucha por el poder o la influencia geopolítica.
Se trata de un choque de los principios que fundamentarán las relaciones entre los países y los pueblos en la próxima etapa histórica. De su resultado dependerá si seremos capaces, mediante esfuerzos conjuntos, de construir un mundo que permita a todas las naciones desarrollarse y resolver las contradicciones emergentes sobre la base del respeto mutuo de las culturas y las civilizaciones, sin coerción ni uso de la fuerza. Y, por último, si la sociedad humana será capaz de conservar sus principios éticos humanísticos y si el individuo será capaz de seguir siendo humano.
A primera vista, podría parecer que no hay alternativa, pero lamentablemente la hay: la caída de la humanidad en las profundidades de la anarquía agresiva, las divisiones internas y externas, la erosión de los valores tradicionales, el surgimiento de nuevas formas de tiranía y la renuncia real a los principios clásicos de la democracia, junto con los derechos y libertades fundamentales.
Cada vez con más frecuencia se interpreta la democracia no como el gobierno de la mayoría, sino de la minoría. La democracia tradicional y el gobierno del pueblo se contraponen a una noción abstracta de libertad, en aras de la cual, como sostienen algunos, se pueden ignorar o sacrificar los procedimientos democráticos, las elecciones, la opinión mayoritaria, la libertad de expresión y unos medios de comunicación imparciales.
El peligro reside en la imposición de ideologías totalitarias y su conversión en la norma, como lo ejemplifica el estado actual del liberalismo occidental. Este liberalismo occidental moderno , en mi opinión, ha degenerado en una intolerancia y una agresión extremas hacia cualquier pensamiento alternativo o soberano e independiente. Hoy, incluso intenta justificar el neonazismo , el terrorismo, el racismo e incluso el genocidio masivo de civiles.
Además, existen conflictos y enfrentamientos internacionales que entrañan el peligro de destrucción mutua. Existen armas que pueden causarlo y se perfeccionan constantemente, adoptando nuevas formas a medida que avanza la tecnología. El número de países que poseen esas armas está aumentando y nadie puede garantizar que no se utilizarán, especialmente si las amenazas se multiplican cada vez más y las normas jurídicas y morales terminan por desbaratarse.
Hemos llegado cerca del punto peligroso.
Los llamamientos de Occidente a infligir una derrota estratégica a Rusia, nación que posee el mayor arsenal de armas nucleares, revelan el temerario aventurerismo de ciertos políticos occidentales.
Esa fe ciega en su propia impunidad y excepcionalismo podría conducir a una catástrofe global.
Los intentos de aferrarse a su poder menguante por medio de la fuerza sólo dan como resultado una inestabilidad generalizada y más tensiones, que conducen a víctimas y destrucción. Sin embargo, esos esfuerzos no logran el resultado deseado de mantener un poder absoluto e indiscutible.
Porque la marcha de la historia no puede detenerse.
DISCURSO COMPLETO: http://kremlin.ru/events/president/news/75521
Fuente: Instituto Humanista de Pronosticación Sistémica
Autor: Instituto hps