Imprescindible material de estudio para debatir sobre el uso de los dioses para justificar engaños e injusticias.
– Paulo Freire: Muy bien, yo sé, ustedes no saben. Pero ¿por qué yo sé y ustedes no saben?
– Campesino: Usted sabe porque es doctor. Nosotros no.
– Exacto. Yo soy doctor. Ustedes no. Pero ¿Por qué yo soy doctor y ustedes no?
– Porque usted fue a la escuela, ha leído, estudiado y nosotros no.
– ¿Y por qué fui a la escuela?
– Porque su padre pudo mandarlo a la escuela y el nuestro no.
– ¿Y por qué los padres de ustedes no pudieron mandarlos a la escuela?
– Porque eran campesinos como nosotros.
– ¿Y qué es ser campesinos?
– Es no tener educación ni propiedades, trabajar de sol a sol sin tener derechos ni esperanza de un día mejor.
– ¿Y por qué al campesino le falta todo eso?
– Porque así lo quiere Dios.
– ¿Y quién es Dios?
– Dios es el padre de todos nosotros.
– ¿Y quién es padre aquí en esta reunión?
Casi todos levantando la mano, dijeron que lo eran. Mirando a todo el grupo en silencio, me fijé – dice Freire – en uno de ellos y le pregunté.
– ¿Cuántos hijos tienes?
– Tres.
– ¿Serías capaz de sacrificar a dos de ellos, sometiéndolos a sufrimientos, para que el tercero estudiara y se diera buena vida en Recife? ¿Serías capaz de amar así?
– ¡No!
– Y si tú, hombre de carne y hueso, no eres capaz de cometer tamaña injusticia, ¿Cómo es posible entender que la haga Dios? ¿Será de veras Dios quien hace esas cosas?
(silencio)
– No, no es Dios quien hace todo eso. ¡Es el patrón!»
PAULO FREIRE.
«Pedagogía de la esperanza»
(conversación con estudiantes campesinos).
Problematizar creencias es un acto de liberación.
Marcela Petersen
Walter Joaquín Politano