

Cada vez hablamos más de salud mental, pero no siempre lo hacemos con responsabilidad. Expresiones como “me da TOC ver eso desordenado” pueden sonar inofensivas, pero en realidad invisibilizan el sufrimiento real de quienes viven con Trastorno Obsesivo Compulsivo.
El lenguaje tiene un peso enorme en nuestra forma de percibir el mundo y de relacionarnos con los demás. Decir “tengo TOC” porque te gusta que todo esté prolijo o “soy bipolar” cuando cambiás de opinión rápido puede parecer una forma simpática de hablar de la personalidad, pero en realidad desinforma y banaliza trastornos complejos que afectan profundamente la calidad de vida de muchas personas.
¿Qué es el TOC?
El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) no tiene que ver únicamente con el orden o la limpieza. Es un trastorno de ansiedad caracterizado por pensamientos intrusivos, angustiantes y persistentes (obsesiones), que la persona intenta neutralizar mediante conductas repetitivas (compulsiones).
Lejos de ser un rasgo simpático o gracioso, puede generar un profundo malestar, interferir en las relaciones personales y afectar el desempeño en el trabajo o en los estudios.
Una mirada desde la psicología
La psicóloga española Marta Martínez Novoa, quien suele abordar estas temáticas en redes sociales, explica: “Escuchar a alguien decir ‘me da TOC’ porque algo está fuera de lugar no solo trivializa el trastorno, sino que contribuye a perpetuar ideas erróneas sobre lo que realmente implica. El TOC no es una manía; es una condición mental que puede resultar profundamente incapacitante si no se trata adecuadamente”.
Además, destaca la importancia de crear espacios de diálogo informados: “Para cuidar la salud mental, también hay que cuidar el lenguaje. Hablar bien no es hablar ‘políticamente correcto’, es hablar con empatía y conocimiento”.
¿Cómo podemos cambiar nuestra forma de hablar?
Hablar de salud mental con responsabilidad implica informarnos, evitar los estereotipos y ser conscientes de cómo usamos ciertos términos.
Una forma sencilla de comenzar es evitar utilizar diagnósticos como adjetivos. En su lugar, podemos decir que algo nos molesta, nos incomoda o que tenemos ciertas preferencias, sin apelar a etiquetas médicas.
También podemos aprovechar estas conversaciones para empatizar con quienes realmente atraviesan estos trastornos y contribuir a una sociedad más inclusiva y comprensiva.
¿Por qué decir “me da TOC” no es inofensivo? | Vida y Salud.
Nota original: vidaysalud.com