«Por la falta de cloacas Rosario vive una realidad del Medioevo», se despachó ayer el intendente Miguel Lifschitz frente a un numeroso grupo de empresarios locales. De esta manera, cargó una vez más contra la empresa Aguas Provinciales por no haber realizado las obras e inversiones acordadas por contrato. A la hora de las acusaciones, Lifschitz no se olvidó de los últimos gobiernos santafesinos. «En gran parte los incumplimientos fueron avalados por la provincia», disparó.
En un desayuno que organizó ayer el grupo Trascender, el intendente analizó e intercambió opiniones con empresarios locales acerca de la realidad actual de Rosario. Las perspectivas para la ciudad, la falta de un moderno sistema de transporte y los reclamos ante la demorada concreción de la autopista a Córdoba formaron parte de la agenda. Pero la polémica que acapara por estos días la opinión pública no quedó afuera del debate.
Así, el intendente advirtió que «las obras no concretadas (por la empresa) son de tal importancia que no tenerlas nos ubica como una ciudad de segunda categoría».
El gobierno provincial es quien debe exigir el cumplimiento de lo acordado, pero Lifschitz no perdió la oportunidad para dar algunos consejos. «Acá hace falta firmeza, pero al mismo tiempo una decisión para que se concreten las obras en un plazo razonable. No podemos esperar otros 15 años más para tener saneada la ciudad», soltó.
El intendente también le pasó factura al gobierno provincial. «En gran parte los incumplimientos fueron avalados por la provincia. La renegociación del 99 y las sucesivas resoluciones fueron consintiendo las postergaciones de las obras», afirmó.
Por ahora resta esperar que el próximo 22 de septiembre Aguas presente el plan de obras. Lifschitz prefirió no adelantarse, pero reiteró que «cualquier solución que se adopte debe contemplar en el primer punto de la agenda la concreción de las obras».
Fuente: diario La Capital