Con una importante presencia de vecinos y autoridades municipales comenzó la presentación de comentarios y propuestas en el marco del Plan Estratégico San Lorenzo. Aquí las ponencias de Lilian Uber y de Dante Sandrigo
Con una importante presencia de vecinos y autoridades municipales comenzó la presentación de comentarios y propuestas en el marco del Plan Estratégico San Lorenzo. Más abajo, las ponencias ambientalistas de Lilian Uber y de Dante Sandrigo
La primera Audiencia Pública del Plan Estratégico se realizó el Jueves 16 de diciembre 2010 en el auditorio del Complejo Museológico de la ciudad de San Lorenzo, reciéntemente inaugurado.
Estuvieron presentes numerosos vecinos, empresarios y autoridades políticas. Se presentaron ideas y algunos proyectos para el desarrollo de la ciudad en varias áreas. Los oradores se habían inscripto libremente y pudieron expresarse de igual modo durante las tres horas que duró esta primera jornada, entre las 18.30 y las 21.30 horas.
MEDIOAMBIENTE: No fue el único tema, pero predominó la presencia de ambientalistas, que expresaron sus reclamos y proyectos desde diferentes estilos.
Según Lilian Uber, ambientalista y miembro de la Vecinal de barrio Bouchard, "La 1ª Audiencia Pública fue positiva. La mayoría de los más de 30 oradores abordó la problemática medioambiental a consecuencia de tener las industrias adentro de la ciudad. Dijeron que las próximas audiencias serán por áreas temáticas, así podremos profundizar en argumentos y propuestas. Ojalá no se arrepientan de haber empezado!! Estamos muy contentos con la participación de todos los vecinos y vecinales presentes! Felices Fiestas y ahora con más esperanza en el 2011"…
A continuación las ponencias de Lilian Uber y Dante Sandrigo
San Lorenzo, 16 de diciembre de 2010.
Con esperanza y optimismo participamos en esta 1ª. Audiencia Pública dedicada a la elaboración del Plan Estratégico de San Lorenzo. La participación ciudadana, precursora de todos los cambios, es paso obligatorio rumbo a la construcción colectiva de la ciudad deseada por todos los que en ella viven y trabajan.
Como vecinos, quisiéramos ocuparnos de las problemáticas comunes a cualquier ciudad, dedicándonos a proponer proyectos de “basura cero”, mejorías en el tránsito urbano y más áreas verdes. Pero como vivimos en una región que ha aceptado la instalación y ampliación sistemática de emprendimientos industriales, sin fijar distancias mínimas de protección a sus áreas urbanas y suburbanas, debemos hoy dar prioridad al ordenamiento urbano y al planeamiento territorial.
Incluso la ilusión de un escenario ideal de controles ambientales continuos, combinados con una fuerte inversión empresaria en tecnologías de producción limpia, todavía no serían suficientes para aceptar la presencia de mega plantas aceiteras, químicas y petroquímicas instaladas adentro del ejido urbano. El riesgo potencial de explosiones y escapes de gases tóxicos, aunque fueron mínimos, no habilitarían la convivencia diaria de estas empresas con nuestras escuelas y viviendas.
Los vecinos no tenemos capacidad técnica para sugerir cuál sería la distancia mínima prudencial que garantizaría la seguridad de nuestras familias. Esto es tarea para especialistas. Pero intuimos que el territorio de San Lorenzo no es lo suficientemente amplio como para albergar un parque industrial acorde a la capacidad productiva ya instalada, sin afectar la salud y arriesgar la vida de sus ciudadanos. Actualmente el ancho de una calle pública suele separar los barrios urbanos y suburbanos de las instalaciones industriales y sus playas de camiones. Y para obtener más distancia no conocemos otra solución que la reubicación de actividades incompatibles entre si, como son los complejos industriales y los barrios residenciales.
El Plan Estratégico no podrá evadir esta problemática, debiendo enfrentar con decisión la posibilidad de relocalización de empresas y/o viviendas, según propongan proyectos urbanísticos, debidamente avalados por la ciudadanía, que aconsejamos sean elaborados por grupos interdisciplinarios de profesionales.
Reivindicamos y reafirmamos la autonomía municipal, recordando que el Gobernador Hermes Binner, en sus primeros actos de gobierno, ha vetado la Ley 12824, conocida como Ley de Silos, que impediría el almacenaje de granos a menos de 500m de áreas urbanas y suburbanas, por considerar, según disposiciones constitucionales, que el ordenamiento urbano es potestad de los municipios.
Mientras esperamos y respetamos los tiempos necesarios para la elaboración y evaluación de propuestas técnicas, que tiendan al reordenamiento urbano de San Lorenzo, rogamos, en nombre de la paz social, que todo intento de ampliación industrial a ubicarse en el ejido urbano sea rechazado por el ejecutivo municipal.
Entendemos que aún cuando exista la conformidad previa del uso del suelo y la aprobación provincial del impacto ambiental, un emprendimiento no tiene prioridad sobre la autodeterminación ciudadana que desea reorganizar su espacio urbano.
Muchas gracias por la oportunidad de expresión.
Lilian Uber – Vecina de Barrio Bouchard
16 de diciembre de 2010
Por imperio de políticas desacertadas y de gobernantes ineficaces, la ciudad de San Lorenzo dejó de ser ciudad para convertirse en un Parque Industrial con viviendas. El concepto de ciudad industrial es equivocado porque se trata de un oxímoron, de una contradicción: se es ciudad o se es zona industrial, pero nunca pueden darse juntas. La ciudad es un ámbito en el que vive gente, y la vida implica precisamente el estar vivo y el tratar de seguir estándolo, para procurarse cada individuo lo que se llama felicidad, y la felicidad implica a su vez un estado de bienestar general (salud, alegrías, relaciones afectivas). Aunque parezca una obviedad, la ciudad es un territorio para las personas exclusivamente, y la zona industrial lo es para el desarrollo de actividades económicas, productivas e industriales.
Decimos que San Lorenzo se convirtió en un Parque Industrial porque la prioridad la tienen las empresas. Toda su actividad prevalece a la de los ciudadanos y, en todo caso, cuando se piensa en afectar lo menos posible a las personas se lo hace con la única premisa de que la actividad industrial no merme ni cese. Es decir que lo más importante es el interés de las empresas.
Las empresas radicadas en San Lorenzo son altamente contaminantes o con inmenso riesgo de explosiones de gran magnitud, y generan un movimiento desestabilizador del orden urbano con el tránsito de camiones y trenes, con los ruidos y con los olores. Entonces la pregunta que surge ineludible es: ¿se pueden compatibilizar la vida en una ciudad y la actividad de esas empresas? Sin dudas que la respuesta es NO.
Es imperioso que el Poder Ejecutivo y el Concejo Deliberante sinceren esta situación evidente. No queda otra salida y este Plan Estratégico no tiene sentido si no se plantea con claridad la opción definitiva: San Lorenzo es una ciudad o es un Área Industrial.
Si decidimos que sea una ciudad, las empresas deberán irse. Si decidimos que continúe la actividad industrial, los ciudadanos deberán mudarse. Pero en este caso, las autoridades deberán disponer un plan y un sitio para la erradicación. Lo más probable es que contesten que no puede hacerse, con lo que coincidirán con nuestra afirmación de que es imposible, y en ese caso, deberemos reconocer que las que deben erradicarse son las empresas. Lo que de ninguna manera puede sostenerse es la situación actual porque implica disponer irreversiblemente a la población a una muerte temprana, ya sea por cáncer o por un accidente de gran magnitud. Quien vea en esto un fatalismo exagerado está olvidando los antecedentes de explosiones como los de ACA y Toepfer, o los incendios en Petrobras, o está minimizando el dolor de las miles de familias que perdieron un miembro por el cáncer.
Las estrategias para llevar adelante la erradicación de las empresas son varias y todas ya fueron expuestas por los vecinos y desestimadas por las autoridades. El primer paso es tomar la decisión política de hacerlo, y el segundo es comenzar a cumplir las leyes, ordenanzas y disposiciones existentes.
El primer movimiento en este sentido y el más simple debe darse prohibiendo la carga de camiones en el cargadero de Petrobras de calle Mosconi, tal como sucedió en la década del 80. Al mismo tiempo se debe disponer la erradicación de ACA por el antecedente de la explosión de 2002, por la existencia de silos en áreas urbanas, por la presencia de fertilizantes, y por la presencia de nitrato de amonio. Este paso promueve el desarrollo urbano de la ciudad con apertura de nuevos espacios residenciales y verdes, bajadas al río, trazado de nuevas calles y construcción de la avenida costanera, además de la creación de un circuito histórico-turístico por el verdadero sitio del combate de 1813. Hay un hecho simple que no debe soslayarse y es que no se afectan los puestos de trabajo ya que disponen de un terreno apropiado a sólo 10 kilómetros, y tampoco existe una imposibilidad de tiempo y dinero, ya que luego de la explosión se reconstruyó el 80 % de la planta en sólo nueve meses.
Como conclusión, señalamos nuestra propuesta de tres puntos:
– Definición política de las autoridades y sinceramiento sobre la incompatibilidad entre las industrias y una ciudad.
– Cierre y desmantelamiento del cargadero de combustible de Petrobras.
– Erradicación de la empresa ACA.
Por todo lo expuesto, les pedimos a las autoridades que asuman la responsabilidad que les corresponde. El desarrollo de la ciudad pero sobre todo la salud, la seguridad y la vida de las personas tienen la prioridad.
Dante Sandrigo – Asamblea por la Vida