El agroturismo, o turismo rural es otro de los segmentos turísticos que, con el pasar de los años, viene ceciendo con relevancia en Panamá
Panamá, Enero 2014. El agroturismo, o turismo rural es uno de los segmentos turísticos que, con el pasar de los años, viene tomando mayor relevancia en Panamá, posicionándose como un rubro cada vez más sostenible para el desenvolvimiento de la economía local.
Fuente ATP · Hilo People · Publicado por www.TURISMO.NUEVAREGION.COM
Actualmente existen en el país existen 44 fincas agro turísticas certificadas por la Autoridad de Turismo Panamá (ATP), entre las cuales se encuentran Finca Lérida, Cottito Boor, La Isleta, Hato Viejo, Verba Odrec, Icacos Adventures o La Granja.
Para el desarrollo de la actividad del turismo rural, la ATP y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario trabajan de forma mancomunada, con el objetivo de asesorar al personal encargado de las fincas sobre el mejoramiento de las prácticas agrícolas, pecuarias y agroindustriales.
El desarrollo de actividades y servicios turísticos en fincas agropecuarias es un valor agregado a la economía del país y, principalmente, para el área en la que se realizan.
Una gira turística en una finca rural con fines dedicados al turismo brinda la oportunidad de conocer las vivencias que ofrece un entorno rural, debido a que permiten mayor contacto del viajero con las costumbres, tradiciones, y el paisaje natural que se encuentra a su alrededor.
Chiriquí es la provincia que cuenta con la mayor cantidad de este tipo de fincas y su puesta en funcionamiento se debe al auge turístico que posee esta provincia norteña. Un alto porcentaje de los turistas que llegan de visita lo hacen para vivir la grata experiencia de este nuevo atractivo turístico.
Vivencias del campo. En las alturas del Distrito de Boquete, a tan sólo diez minutos del centro de esta población chiricana y rodeado de una espesa vegetación, se encuentra Finca Lérida.
La finca, caracterizada por su hermoso paisaje, su casi constante cielo azul y el espectacular olor a café, le da la bienvenida a una gran cantidad de viajeros de distintas partes del mundo, en especial de Europa, Asía, Estados Unidos y Canadá.
La actividad de la recolección del grano del café en esta finca es uno de sus principales atractivos, al realizarse de forma manual y en un ambiente de aire puro y altura rememorando aquella época cuando los abuelos tostaban y molían el grano en las casas.
Según cuenta la historia este hotel fue propiedad de Toleff Bonche Monniche, un ingeniero noruego que llegó al Istmo para trabajar en la construcción del Canal de Panama. Una vez retirado de sus funciones se instaló en Boquete, donde construyó una casa con la peculiaridad de no utilizar ni un clavo de acero en toda la obra, usando en su lugar cuñas de madera para unir todas las partes.
Hoy en día esta casa forma parte de Finca Lérida, un conjunto hotelero de 23 habitaciones sobre una extensión de 100 hectáreas, de las cuales 50 de estas son utilizadas para plantar café.
Las principales actividades que se pueden hacer en esta finca son el tour del café, durante cuyo recorrido se aprende historia del café, su origen, cualidades y secretos de la manipulación del fruto y los principales factores que influyen en la producción y calidad de esta bebida reconocida a nivel mundial.
Otra atracción ofrecida por esta finca agrosostenible es el avistamiento de aves pudiéndose observar en los alrededores alrededor de 500 especies de aves tropicales de la región, incluyendo el Quetzal, que ha hecho de este lugar su morada gracias a la presencia del aguacatillo, árbol del que esta ave consume su fruto.
Finca Lérida ofrece a sus visitantes caminatas por senderos ecológicos a través de las plantaciones de café para tener una de las experiencias más cercanas con la naturaleza, ver distintos tipos de animales, vegetación y las espectaculares vistas que ofrece el Parque Nacional Volcán Barú.
Un rincón de Suiza en Panamá. A 14 kilómetros del Volcán Barú en la carretera hacia el Río Sereno, en las tierras altas de Chiriquí, se encuentra Cottito Boor.
El nombre de la finca se origina de los indios Cottitos, quienes años atrás ubicaron su asentamiento en el área, convirtiéndola en un lugar muy rico y próspero gracias al comercio o trueque. El término Boor proviene de la gran cantidad emigrantes suizos y alemanes que vivieron también en esta región, originando el nombre “Cottito Boor”, que significa “Indígenas que laboran la tierra”.
La faena en la finca está dedicada a mejorar la genética del ganado, la cría de ganado vacuno europeo, caballos “Cuarto de milla”, Pura Sangre y de la raza Frisón, todos provenientes de Holanda.
Sus propietarios, panameños descendientes de emigrantes suizos, explicaron que entre los atractivos que esta finca posee están las visitas guiadas y especializadas en agroturismo, la cría de caballos con doma racional como los “Cuarto de milla”, Frisones Holandeses, Pura Sangres y al mejoramiento genético del ganado europeo como los Angus, Simmental, Belgian Blue o Charolais, entre otros.
Actualmente la granja hotel cuenta con un total de 20 habitaciones divididas en 3 secciones y su modelo de operación es “Todo Incluido”. Sus visitantes provienen principalmente de Europa, Norte, Sur y Centro América, además de turistas nacionales.
Cottito Boor, ofrece dentro de sus actividades la enseñanza del proceso de mejoramiento genético del ganado, el recorrido a pie o a caballo por senderos ecológicos los cuales comprenden un total de 5 kilómetros de camino, entre otros.
Con estilo Andaluz. Sin salir de Chiriquí y ubicada en el kilómetro 348 de la Vía Interamericana, se encuentra Guabalá, que cuenta con un recinto agroturístico llamado La Isleta, propiedad de la familia Castrellón, descendiente de emigrantes españoles y dedicada a la cría de ganado andaluz.
Este hotel agro-sostenible con fines turísticos cuenta con un territorio de 70 hectáreas, donde se pueden observar más de 300 especies de aves, el cual incluye el Tucán Pico Iris. Durante el recorrido dentro de la finca también se pueden recorrer los esteros que conducen a las costas del Pacífico de esta provincia, donde se pueden apreciar los arrecifes de coral y practicar kayaking, pesca o surf.
Un paraíso en las riberas del Canal. En la provincia de Colón, a 68 kilómetros de la ciudad capital y a orillas del lago Gatún, se encuentra La Granja, un hotel ecocampestre de 115 hectáreas, equipada para ofrecer un trato de calidad a los visitantes en las modalidades de pasadía y hospedaje.
Su mercado está enfocado a captar turistas de Sur América, Europa, Asía y Norte América; de igual forma, es el escenario ideal para los empresarios que comercian con la Zona Libre de Colón y de paso están interesados en hacer turismo familiar.
Dentro de las actividades que se realizan en este punto turístico, están el agro y el ecoturismo, interactuando directamente con la naturaleza gracias a actividades como las visitas al mariposario, el avistamiento de aves, el senderismo y los paseos por el lago Gatún, a través de los cuales se puede disfrutar de la vegetación y toda la fauna presente.
Dentro del segmento de aventura extrema, la finca cuenta con uno de los mejores canopy del continente, con once plataformas y 6 líneas diferentes que recorren más de 2.5 kilómetros alrededor del lago Gatún.
A su vez, cuentan con un parque temático de aventura extrema, donde se pone a prueba la agilidad y destreza de los visitantes que deben demostrar su pericia en pruebas como el cruce de puentes elevados, caminatas por troncos y un muro de escalar de piedra natural.
Un paraíso campestre. A 90 minutos de la ciudad capital de Panamá, se encuentra la finca agroturística Hato Viejo, un verdadero paraíso para el descanso y la diversión turística con una gran belleza natural que brinda al visitante tranquilidad, relajación y aventura.
Sus estructuras se extienden en una superficie de 170 hectáreas de área protegida, y cuenta con villas unifamiliares, condominios, boutique, resort, spa y rancho agroturístico, donde se puede disfrutar al máximo de un día lleno de actividades al aire libre.
Dentro de las actividades que ofrece esta finca están los paseos a caballo, el pastoreo, el ordeño de vacas, caminatas por senderos palmarios, experiencia de siembra y cosecha de huerto orgánico o molienda de caña, entre otros.
Cabe destacar que en este hotel agro sostenible también se pueden realizar deportes como el tenis, el golf o la natación gracias a sus completas instalaciones deportivas.
La Autoridad de Turismo y el Ministerio de Desarrollo Agropecuario cuentan con una guía de buenas prácticas para el correcto desenvolvimiento y desarrollo de la actividad del agroturismo en todo el país. Esta supervisión directa del Gobierno de Panamá sobre la actividad turística, permite a los visitantes disfrutar de sus vacaciones con tranquilidad, autenticidad, comodidad y seguridad.
A su vez, cuentan con un plan de seguridad con los diversos estamentos a nivel nacional para garantizar el cuidado de los excursionistas.