El nuevo titular de Promoción Comunitaria no quiere un área asistencialista. Dijo Osvaldo Miatello: «Vamos a revisar uno por uno los subsidios a jefes de hogar». Exigirán a los beneficiarios que cumplan la contraprestación laboral … El flamante secretario de Promoción Comunitaria de la provincia, Osvaldo Miatello, no quiere que el área que administrará durante cuatro años «tenga simplemente una función asistencialista». Por eso considera que llegó la hora de exigir a los 170 mil beneficiarios del plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados de Santa Fe que cumplan con la contraprestación laboral. Pero antes de eso, cree que es necesario revisar uno por uno los subsidios, tal como lo propuso el gobierno nacional. «Mal no va a venir emprolijar los números», advirtió.
Tiene 46 años y es abogado. En la anterior gestión de Jorge Obeid se desempeñó como delegado de Promoción Comunitaria en Rosario y luego fue director del Programa Materno Infantil Provincial. En la entrevista dijo, entre otras cosas, que en vez de «cuestionar a las organizaciones piqueteras habría que solucionar los problemas que provocaron su origen». Además anunció el traspaso de los comedores escolares a la órbita de su secretaría.
«Las escuelas han ido recibiendo tareas que no les corresponden, por eso hoy las directoras tienen que ocuparse de comprar comida o rendir cuentas. Eso tiene que terminarse», consideró.
-¿Cómo y cuándo se producirá el traspaso?
-El proceso será gradual, pero ya en marzo se va a empezar a trabajar con algunas escuelas. Estamos estudiando cada establecimiento para saber cómo actuar: en algunos se construirá otro comedor y en otros se seguirá trabajando como hasta ahora.
-¿El cambio tiene que ver con alguna crítica a la gestión de Reutemann?
-Los comedores cumplieron y cumplen una función social importantísima. En ese sentido no tenemos una crítica. Simplemente nos parece que hay que darle a Educación las tareas que específicamente tiene que desarrollar.
-¿Por qué la decisión de reforzar la educación?
-Sin reforzar la educación es muy difícil resolver el problema social. Por ejemplo, si mañana no hubiera más problemas de desempleo seguramente muchos desocupados no podrían incorporarse al mercado laboral.
-¿Qué hará la provincia en este sentido?
-La idea es que los planes tienen que entregarse a cambio de una contraprestación. Ahora bien, esa contraprestación no siempre tiene que ser de trabajo, en algunos casos los beneficiarios tendrían la obligación de capacitarse. Nos preocupa sobre todo la franja etaria de jóvenes que no tienen empleo y tampoco terminaron el ciclo básico.
-¿Cómo van a garantizar que todos los beneficiarios de los planes cumplan con la contraprestación teniendo en cuenta que actualmente hay un alto porcentaje que no lo hace?
-En la provincia hay cerca de 170 mil planes Jefas y Jefes de Hogar Desocupados. Pero no tenemos un dato fidedigno de cuántos están cumpliendo con la contraprestación. De todos modos quiero aclarar que este programa vino a cubrir una necesidad, por eso en un principio fue imposible garantizar que todos trabajen. Exigir la contraprestación es una función nuestra. Si damos subsidios a cambio de nada, no promovemos la cultura del trabajo.
-¿Está de acuerdo con la revisión de los planes sociales que el gobierno nacional quiere llevar adelante?
-Es necesario tener un registro de quiénes reciben planes, con el fin de evitar la superposición de programas. Acá en Santa Fe hay un registro bastante fino, pero hay que unificar ese registro con el de las municipalidades, porque ahí se puede encontrar gente que recibe subsidios de distintas jurisdicciones.
-¿Eso quiere decir que la provincia trabajará en conjunto con la Municipalidad?
-Estuve hablando con Pedro Pavicich (secretario de Promoción Social de la Municipalidad) y creo que no vamos a tener ningún inconveniente en trabajar juntos. Hay que privilegiar la necesidad de la gente, no se puede hacer política partidaria desde lo social.
-La crítica eterna de la Municipalidad es que la provincia no entrega a Rosario toda la ayuda que llega de la Nación…
-En una reunión, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, nos confirmó que la relación del gobierno nacional será con las provincias, porque así corresponde. Hablé sobre este tema con Pavicich y creo que no vamos a tener problemas, porque se trata simplemente de una cuestión organizativa.
-El gobierno nacional está estudiando otorgar una especie de tarjeta de débito para los beneficiarios de los planes, ¿está de acuerdo?
-Si esa tarjeta sirve para transparentar el cobro, me parece bien. Pero tengo reparos sobre su instrumentación. Por ejemplo, si sirve para comprar, habría que evaluar el impacto en los barrios, porque el dinero que cobran los beneficiarios se vuelca en los pequeños comercios. Si los obligan a comprar en los grandes supermercados, eso generaría un desequilibrio.
-Hay quienes dicen que el cobro en efectivo se presta a que algunas organizaciones retengan parte del dinero de los beneficiarios…
-Puede haber algunas organizaciones que les certifiquen la contraprestación a cambio de dinero. Pero si pudiéramos transparentar ese mecanismo, no sería necesaria la tarjeta.
-¿Cree que los piqueteros tienen más poder del que deberían?
-No hay que restarle poder a esas organizaciones porque pusieron en el tapete a la pobreza, algo que para algunos no existía o no querían ver. Más que cuestionar el poder de los piqueteros habría que solucionar los problemas que provocaron su origen.
fuente: diario La Capital, 26-12-2003