La necesidad de estrategias para el desarrollo local.
El mundo se encuentra hoy ante una encrucijada: el colapso de un sistema de valores y creencias, que arrastra una forma de organización económica y política; y la posibilidad de un salto cualitativo con nuevos paradigmas (equidad, justicia, diversidad, tolerancia, paz).
La urgencia de respuestas eficaces nos impone diagramar planes estratégicos con implementaciones prácticas inmediatas. Para ello se necesita una formidable alianza social, y nos exige también comprometer la voluntad en la consolidación de modelos políticos inclusivos, haciendo converger las ideas y militancias que aspiran a un destino común.
En este sentido cobra relevancia el desarrollo local, porque es el Estado Municipal quien tiene contacto directo con la gente y sus organizaciones en el territorio, donde se verifican las consecuencias últimas de las políticas públicas. Se trata de articular todos los espacios donde se expresa el trabajo, la cultura, el deporte, la religiosidad popular, priorizando los conflictos y abordando las soluciones en amplios foros comunales que legitimen los programas de gobierno.
Se destacan algunos aspectos como ejes directrices:
- La democracia directa, haciendo efectivos los mecanismos de consulta popular, audiencia pública, banca abierta, referéndum, plebiscito, presupuesto participativo, revocatoria de mandato, consejos consultivos, iniciativa legislativa, descentralización municipal, auditorías ciudadanas, etc.
- La economía solidaria, desterrando el poder de la especulación financiera y la usura, desconcentrando el capital y encauzándolo hacia la producción y hacia la distribución de la riqueza con justicia social.
- La educación para la no-violencia, como una referencia válida de comportamiento personal y comunitario para la convivencia.
- La ecología social, que considera al desarrollo sustentable, donde los recursos se utilizan en función de la superación de la pobreza y del mejoramiento conjunto de la calidad de vida.
- Una cultura de paz, fundada en los principios de libertad, democracia, igualdad de oportunidades, justicia, tolerancia, solidaridad y respeto a la diversidad.
- Comunicación plural, favoreciendo la apertura de medios comunitarios donde se expresen todas las voces del quehacer humano.
- Una nueva espiritualidad, superadora del dogma, la intolerancia y el fanatismo, para que se libere el sentimiento religioso y la posibilidad de una experiencia trascendente.
- La planificación estratégica, tanto desde las órbitas del Estado como desde la educación formal para que cada ciudadano pueda prever las consecuencias de la acción; establecer parámetros en las relaciones personales y sociales, y proyectar de acuerdo a sus aspiraciones y al interés colectivo.
En resumen, las políticas son las acciones de gobierno que dan respuesta a las necesidades de la comunidad, y que cuentan con su participación, monitoreo y control de gestión; el desarrollo implica una visión integral (humano, ambiental, cultural); y lo estratégico es tomar en cuenta todos las partes del cuerpo social, relacionar los contextos (local, provincial, nacional, regional, internacional) y orientar los procesos (productivos, económicos, educativos, etc.) con objetivos consensuados y mensurables en el tiempo.