La Unión de Naciones Sur Americanas (UNASUR) se creó el 23 de mayo 2008 en Brasilia mediante un Tratado que se firmó y oficializó en esa ciudad brasileña. Aunque ya había producido hechos políticos -en 2006, la Comisión Estratégica de Reflexión produjo “Un nuevo modelo de la integración de América del Sur: hacia la Unión Sudamericana de Naciones” por citar uno poco conocido-, su intervención fue decisiva en 2008 para frenar la secesión de los departamentos orientales (“la media luna”) de Bolivia.
También en la crisis de Honduras y aún hoy -con la deserción de Perú y Colombia por influencia de EEUU- Unasur condena el golpe militar y no acepta las elecciones militarizadas que consagraron presidente a Porfirio Lobo Sosa. Consecuentes, los países que integran esta Comunidad de naciones no concurrirán a Madrid para la reunión de América Latina y la Unión Europea si el presidente hondureño es invitado. Incluso Sebastián Piñera -fue su primer cumbre regional- se mostró favorable al boicot.
El presidente “pro tempore”, actualmente el ecuatoriano Rafael Correa -la primera presidencia estuvo a cargo de Michelle Bachelet- y Cristina Fernández de Kirchner actual presidente del MERCOSUR fueron encargados de llevar a España la inquietud por Honduras.
Los integrantes de esta Comunidad de Naciones son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Tal vez el hecho más importante de esta reunión en el complejo turístico Sofitel, a 80 kilómetros de Buenos Aires, fue la elección de Néstor Kirchner como secretario General de la UNASUR, un cargo que es vital para el desarrollo del organismo. Su elección, entonces, merece una consideración especial.
El impulsor de esta idea inclusiva de todos los países del sub continente es Luis Ignacio “Lula” da Silva, presidente de Brasil, quien lanzó la iniciativa en 2002, cuando Argentina estaba sumergida en una crisis similar a la de Grecia y mucho se debe a la visión de Sanmuel Pinheiro Guimaraes y la paciente gestión de su canciller brasileño Marco Aurelio. Por eso, cuando Lula propuso a Néstor Kirchner como primer secretario de la organización, le brindó un apoyo decisivo.
Uruguay, país miembro que había mostrado resistencias al ex Presidente de Argentina para ese cargo a raíz de las diferencias entre ambos países por un conflicto puntual -la instalación de una pastera sobre el río Uruguay- fue el foco de la atención. El nuevo presidente José “Pepe” Mujica se distanció de su antecesor Tabaré Vázquez y de la derecha de su país -“Colorados” y “Blancos” echaron espuma por la boca- con esta inapelable definición: “Hemos decidido priorizar la integración de América del Sur”.
Las voces airadas se escucharon en Argentina donde la oposición al gobierno no sabe cómo impedir la continuidad del gobierno de CFK al que ve como un puente para que Néstor Kirchner entre nuevamente a la Casa Rosada. El despecho y otras emociones menores tal vez hagan prosperar en el parlamento una declaración de rechazo a la designación unánime de los Presidentes sur americanos votando a Néstor Kirchner como Secretario General de Unasur. Una declaración que no tendrá efectos prácticos. Como todo lo que hacen.
Hubo manifestaciones elogiosas de parte de todos los presidentes pero una llegó al corazón de la mayoria de los argentinos: la de Evo Morales, presidente de Bolivia. El dijo de Néstor Kirchner: “Es el primer presidente de Sudamérica, después de 200 años”.