La vuelta. Récord de la década en la ruta 9: salieron y volvieron unos 42 mil autos con turistas. El pico del retorno tras Semana Santa se registró entre las 18 y las 24. Se preven más arribos para hoy. La mejor Semana Santa turística en años.
La Terminal de ómnibus fue un gran hervidero |
Ni que se hubieran puesto de acuerdo. Miles de rosarinos retornaron masivamente ayer, entre 18 y las 24, tras vacacionar en los más disímiles centros turísticos de Argentina y países vecinos durante esta Semana Santa. En la estación de peaje de Carcarañá, en la ruta 9 oeste, aseguraron que se vivió el récord de los 10 últimos años: pasaron desde el miércoles hasta ayer (y hoy continuará la llegada por la mañana) unos 42 mil autos con familias que cargaban bolsos y valijas en el portaequipaje, el típico perfil del vehículo del turista. En el de General Lagos sobre la autopista Aramburu, por donde regresaron los que optaron por la costa, el paisaje fue similar. Por su parte, la Terminal de Omnibus fue una romería, el aeropuerto también funcionó a pleno y el puente Rosario-Victoria registró un caudal incesante de autos que retornaron desde Entre Ríos, Uruguay y también de Brasil.
Desde Vial Cinco, la concesionaria de la ruta 9, el supervisor Gustavo Meconi pintó el panorama del regreso de ayer con una sola palabra: “Récord”. Es que según remarcó, entre el miércoles y domingo de la Semana Santa de 2004 habían pasado por esta ruta que va desde Rosario a Córdoba un total de 55.100 vehículos y esta vez la cifra ascendió a los 60 mil (un 70% de ese caudal vehicular está integrado por autos de turistas).
Viniendo desde Buenos Aires está el peaje de General Lagos de la empresa Vial Tres. El supervisor Pablo Delvecchio indicó ayer que se comenzaron a dar picos de tránsito alrededor de las 18.30 cuando las cinco cabinas de la firma estaban repletas y hubo que liberar tres. “Cada cola de cabina no puede tener más de 20 autos y la gente no puede esperar más de cinco minutos. Para evitar demoras es nuestro deber liberar y dejar pasar sin cobrar a los vehículos”, subrayó Delvecchio.
En el puente Rosario-Victoria, en cambio, a pesar de que entre las 18 y las 19 se dio el máximo registro de vehículos en tránsito, no hubo necesidad de liberar la barrera.
El episodio dio muestras del caso omiso que los automovilistas hicieron a las recomendaciones de la empresa concesionaria. Puentes del Litoral había pedido en una solicitada no concentrar el paso por la conexión en el horario de 18 a 22.30, a los efectos de evitar congestionamientos.
El encargado en turno, Esteban Bordenave, no dudó en decir que esta Semana Santa hubo más trabajo que la anterior. “Pasó un 30 por ciento más de vehículos que en el 2004”, remarcó antes de tirar cifras. Desde la cero hora de ayer a las 20.30 habían pasado 4.026 vehículos (de ese total, 3.600 eran autos y en su mayoría de turistas) que en general regresaron de Entre Ríos y Uruguay.
La estación de Cafferata y Santa Fe fue durante toda la jornada de ayer un incesante ir y venir de gente. Sumados a los habituales estudiantes que regresan los domingos desde sus pueblos, estaban los que se habían tomado los días pascuales como verdaderas vacaciones. “Esto es terrorífico. Siempre sucede lo mismo en estas fechas. Desde las 18 y hasta las 24 no para de pasar gente ni de sonar los teléfonos, terminamos locos”, se rió Gustavo, un empleado de la oficina de informes de la terminal.
Marcela Dratman arribó a horario desde Retiro. Estuvo en Buenos Aires paseando y visitando a familiares y destacó que el regreso fue tranquilo.
No le ocurrió lo mismo a Víctor Mendoza, que llegó a la terminal desde Santiago del Estero. “El coche se rompió, no pusieron uno alternativo y demoramos ocho horas que se sumaron a las diez habituales de recorrido. Por suerte nos devolvieron la plata del pasaje”, dijo.
En la dársena 40, 41 y 42 estacionaron casi al mismo tiempo tres coches que traían de Tanti (Córdoba) a 180 afiliados de la Asociación Bancaria. “La pasamos bárbaro y como tomamos una ruta alternativa llegamos a horario, para fortuna de quienes nos esperaban”, indicó Mauricio Durán. Mientras que el chofer de uno de los coches, Marcelo Islas, explicó que sus doce años de experiencia en el oficio lo alertaron a no tomar como vía de retorno la ruta 9. “Mis colegas me avisaron por radio que estaba imposible y que la 13 también estaba muy cargada”.
A Daniela y Fernando Santesteban se les notaba en la cara que habían disfrutado de sus días de descanso en Carlos Paz. Llegaron sonrientes, quemados, cargados de bolsos y con su hijito dormido a cuestas. “No tuvimos medio problema para regresar. Todo en orden y por suerte a horario ya que mañana mismo empezamos a trabajar”, comentaron.
Pero ayer no todo terminaba en la estación, al salir quedaba otro viaje pendiente, el del taxi, cuando, sobre las 20, las unidades comenzaron a escasear. Fue el fin de las minivacaciones.
Laura Vilche
La mejor Semana Santa turística en años
El boom turístico que se vivió esta Semana Santa en todo el país también tuvo como protagonista a Rosario, que durante los últimos cuatro días recibió entre 12 mil y 15 mil visitantes. El titular del Ente Turístico Rosario (Etur), Juan Nyffenegger, ayer estaba exultante. «Según los datos que tenemos, esta fue la mejor Semana Santa en años», estimó. Aunque los números que manejaba ayer la repartición eran todavía provisorios, el funcionario sí pudo afirmar que las 7.000 plazas hoteleras ofrecidas por la ciudad se vieron colmadas, como los tres hostels o albergues estudiantiles y dos residencias universitarias. Tanta fue la demanda que desde el Etur también tuvieron que echar mano al registro de alquileres por día para albergar a varias familias y transfirieron pedidos de alojamiento a localidades cercanas, como Victoria (Entre Ríos), San Lorenzo, Casilda y Granadero Baigorria. La enorme mayoría de los visitantes llegó desde Buenos Aires (Capital, conurbano y otras ciudades bonaerenses), pero también de las provincias de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe.
Hasta las oficinas del Etur llegaron familias con necesidad de alojamiento que, después de no encontrar ubicación en Rosario, tuvieron que ser derivadas a otras localidades, como Victoria, Casilda, San Lorenzo, Roldán y hasta Granadero Baigorria. También se recurrió a un registro de alquileres por día, actualizado para el III Congreso de la Lengua, aunque allí sólo se produjeron poco más que una docena de derivaciones.
«El viernes pasado, desde el hotel principal de Victoria ya me decían que no les mandara más gente porque estaban al tope», se sinceró una de las empleadas que ayer trabajaba, como en el más ajetreado de los lunes, en la oficina de atención a los turistas que el Etur tiene en avenida Belgrano.
Los más jóvenes, en parejas o grupos de amigos, tuvieron otras opciones, como los tres hostels que hay actualmente en la ciudad, ocupados al 100 por ciento, y las dos residencias universitarias, igualmente llenas.
Restaurantes, boliches y cultura
Así, las consultas fueron permanentes y no sólo por hoteles. «También hubo muchísima demanda de información sobre restaurantes, y en general no por los más económicos, sino que mucha gente vino a preguntar directamente dónde estaban los mejores», contaron desde el Etur. La programación cultural y los boliches fueron otros de los atractivos que motivaron más consultas entre los turistas, lo que permite pensar que también fueron motivaciones a la hora de pensar en la elección del destino.
Según Nyffenegger, si se redondean en poco más de 7.000 las plazas ocupadas formalmente durante los cuatro días, habría que calcular cerca del doble para tener una estimación del total de viajeros. Según esos cálculos, entre 12 mil y 15 mil personas visitaron la ciudad en Semana Santa.
«Dentro de esa cifra hay que contar a muchísima gente que viene a parar a casas de familiares o de sus propios hijos cuando los tienen estudiando en Rosario y también a los que sólo llegan a pasar el día», razonó el funcionario. Para corroborar el dato, afirmó que los colectivos que ayer salieron desde la Terminal con los destinos más variados lo hicieron totalmente colmados.
La procedencia de esos turistas es variada. Aunque, devaluación mediante, en Rosario ya nadie se asombra demasiado de escuchar hablar en otro idioma cada tanto, los visitantes que llegan en plan de miniturismo provienen de las provincias vecinas.
Nyffenegger no duda: según los datos preliminares del Etur, esta fue la mejor Semana Santa en términos turísticos que tuvo Rosario en años.
La ocupación hotelera se duplicó en 6 años
Si se analiza cómo fue evolucionando la ocupación hotelera en Rosario durante las minivacaciones de Semana Santa en los últimos años, quedan pocas dudas del crecimiento que registró la ciudad en materia de turismo receptivo: pasó del 50 por ciento de ocupación en 1999 al 100 por ciento este año, un 10 por ciento por arriba, incluso, del 2004. Y en esa cuenta hay que considerar además otra variación: que durante ese mismo período la disponibilidad de camas en los distintos tipos de alojamiento de la ciudad creció de 4.580 a casi 7.000. Aun así, este año no sólo estuvo colmada la ocupación de los hoteles. Según el propio titular del Etur, Juan Nyffenegger, la demanda más bien «se vio desbordada».
Silvina Dezorzi
Fuente: diario La Capital – Imagen: Gustavo de los Ríos