Los choferes y titulares de licencias de taxis de la ciudad comenzaron esta medianoche un paro nocturno por tiempo indeterminado, de 0 a 6, en reclamo de mayor seguridad. Sin embargo, está previsto que hoy, a las 19.30, se reúnan con el jefe de policía de Rosario, José Manuel Maldonado, y mañana hagan lo propio con el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa. Por lo tanto, la medida podría ser levantada en función de que las autoridades refuercen la seguridad, tal como lo solicitan los trabajadores del volante. La decisión de parar fue adoptada en la madrugada de ayer tras conocerse tres nuevos ataques a taxistas que, en todos los casos, coincidieron en la modalidad: siempre se utilizaron cuchillos.
De todas maneras, esta determinación de los tacheros adquirió mayor dimensión una vez que conocieron la primera respuesta de Maldonado. La máxima autoridad de la policía local les había contestado en principio que no podría reunirse porque estaba abocada «al operativo del clásico» que jugarán Rosario Central y Newell’s este fin de semana. Por eso, resolvió pasar para el martes próximo el encuentro con los representantes gremiales y la Municipalidad, quienes le solicitaron mayor seguridad ante la ola de asaltos que se registra en la ciudad.
La Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti) y el Sindicato de Peones de Taxis (SPT) pusieron el grito en el cielo tras los tres asaltos a tacheros que se registraron en menos de tres horas.
Los voceros gremiales manifestaron que si bien han tenido «tres o cuatro meses tranquilos», se teme que lo peor «vuelva a repetirse porque se comienza con estos robos y se sigue con la agresión física hasta llegar a lamentar la muerte de algún compañero».
Hasta obtener respuestas
Los dirigentes afirmaron que el paro continuará hasta tanto reciban «una respuesta necesaria de parte del sector político y de la policía».
En tanto, el gobernador Jorge Obeid estuvo ayer en Rosario y garantizó un contacto con funcionarios provinciales antes de lo previsto. Así, puso paños fríos al malestar que se había originado por la negativa de Maldonado.
«Por indicación mía, (los taxistas) se van a reunir con el secretario de Seguridad (Alejandro Rossi) o con el ministro Rosúa, porque estos son temas que hay que atender inmediatamente, nuestro estilo es escuchar los problemas de la gente», dijo Obeid.
Los taxistas están empeñados en remarcar que se necesita más presencia de patrulleros en la calle. Y esa demanda fue trasladada al gobernador. «La patrulla urbana está funcionando muy bien; es verdad que hacen falta más móviles y más personal, por eso seguiremos incorporándolos. Porque si bien no logramos patrullar las 24 horas del día, el objetivo es hacerlo».
En este sentido, el secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Boix, recordó que los choferes no quieren cumplir con el servicio nocturno. De hecho, sostuvo que «en los últimos seis meses los conductores están dejando de prestar sus tareas a partir de la 0.30».
Hasta el intendente Miguel Lifschitz se sumó a la polémica y reflexionó: «Como municipio tenemos que garantizar el servicio de taxis porque es un servicio público, pero entendemos las razones de los choferes y titulares que tienen miedo de trabajar en el horario nocturno».
Además, opinó que «a las cuestiones de seguridad hay que combatirlas a fondo y a largo plazo, pero en la coyuntura no hay otro modo posible de hacerlo que con mayor presencia policial, porque además tanto los taxistas como los colectiveros saben bien cuáles son las zonas críticas que hay que reforzar».
En este marco, los choferes seguirán con sus medidas de fuerza, siempre y cuando no se dé respuesta a sus necesidades de mayor seguridad. No obstante, mantendrán siempre la condición de levantar el paro apenas observen «más patrullas urbanas en la vía pública».
Y para rematar, exigieron que los controles «sean permanentes», porque «a partir de robos ocurridos meses atrás se incrementaron los operativos, pero con el paso de los días se fueron haciendo cada vez más esporádicos». En esta sintonía, hubo críticas hacia la Guardia Urbana Municipal (GUM), a la que «tampoco se ve de noche y bien podría estar presente de manera preventiva».
Fuente: diario La Capital