AHORA KIRCHNER PUEDE CUMPLIR SU PROMESA DE OBRAS EN ROSARIO Y RUTAS: El jefe de Gabinete podrá modificar las partidas del presupuesto nacional sin autorización del Congreso gracias a la modificación a la ley de Administración Financiera aprobada esta madrugada en la Cámara de Diputados Buenos Aires- El jefe de Gabinete, actualmente Alberto Fernández, podrá modificar las partidas del presupuesto nacional sin autorización del Congreso gracias a la modificación a la ley de Administración Financiera aprobada esta madrugada en la Cámara de Diputados.
El oficialismo impuso a las 4 de la madrugada la modificación con 134 votos a favor sobre 90 en contra.
El kirchnerismo logró así que el Parlamento elimine en forma permanente las restricciones que imponía el artículo 37 de la ley, que impedía desviar recursos de un área a otra.
El cambio aprobado hoy también permitirá al Poder Ejecutivo transformar inversiones de capital en gastos corrientes, como sueldos o jubilaciones, o viceversa.
La sesión incluyó repetidas alusiones al cambio de posición de la senadora Cristina Fernández de Kirchner, que en el pasado había rechazado la delegación de facultades exigidas en su oportunidad por Domingo Cavallo cuando ocupó el ministerio de Economía.
La sesión tuvo un comienzo trabajoso para el oficialismo. La oposición se negó a colaborar con la formación del quorum, el número mínimo de 129 diputados que se requiere para dar por abierta la sesión.
Por lo tanto, el kirchnerismo debió esperar tres horas para comenzar, desde que empezó a sonar la chicharra que convoca a los diputados al recinto hasta que sentó a 129 legisladores necesarios.
Para lograrlo, el oficialismo se valió de la colaboración del bloque Peronista Federal y de los representantes del Partido Nuevo, del intendente cordobés Luis Juez.
“Plantear que alteramos la Constitución es una cosa de locos”, exclamó el titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el kirchnerista Carlos Snopek para atajarse de antemano a las críticas que preparaba la oposición y aseguró que el objetivo era sólo lograr “flexibilidad presupuestaria”.
“La Constitución dice claramente que el presupuesto lo fija el Congreso”, le contestó el diputado y presidente de la UCR, Roberto Iglesias.
Hubo referencias concretas a la forma como en la práctica el Poder Ejecutivo llevó recursos de un lado a otro.
El macrista Esteban Bullrich, por caso, aludió a los fondos desviados para Salta de la partida prevista para el saneamiento de la cuenca Matanza Riachuelo, de la cual, según su informe, sólo se usó un tres por ciento.
“No entiendo el motivo del desvío, a menos que haya aumentado sorprendentemente el acuífero Guaraní”, ironizó Bullrich.
El mismo camino recorrió Adrián Pérez, del ARI, quien recordó los aumentos del fondo manejado por el gremio de Camioneros, a cargo del sindicalista Hugo Moyano, y la “cesión de ATN a la provincia de Buenos Aires en la campaña electoral de 2005”.
Como contrapartida, la kirchnerista Patricia Fadel repasó los recursos desviados a las provincias gobernadas por la oposición para atender obras públicas.
“Con la modificación de la ley de Administración Financiera de ninguna manera se da un cheque en blanco, sino que se fijan las atribuciones y las competencias propias de cada uno de los poderes”, aseguró Fadel.
Entre quienes apuntaron contra Fernández de Kirchner se destacó su coprovinciano, el radical Juan Acuña Kunz, para quien la senadora sufre “en política el mismo principio que enfrenta cuando va al shopping: la compulsión”.
En un juego destinado a dejar una imagen para las cámaras presentes, Mauricio Macri (PRO) mostró un sapo de peluche para ilustrar una comparación, según la cual “el pueblo se queda inmóvil” frente a una acumulación paulatina del poder como el anfibio que muere en el agua hirviendo si se la calienta lentamente. (DyN)