Los prestadores privados de salud podrían ir a un paro. Los sanatorios advierten que su situación actual es «desesperante». Dicen que absorbieron todos los aumentos, que arrastran deudas millonarias y que ahora los amenaza la Afip … La Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de Rosario denunció que la situación de los prestadores privados de salud es "desesperante". Según afirmó su presidente, Eduardo Javkin, la principal queja apunta a que el sector debió absorber todos los incrementos de costos laborales e insumos sin poder reajustar "ni un solo peso", es decir, "manteniendo los precios de la Convertibilidad". Para el dirigente, se trata de un cuadro "insostenible no sólo para los prestadores privados, sino para toda la población", que en breve "no tendrá dónde atenderse". A tal punto llega la presión que ya analizan "medidas de acción directa", algo que la semana próxima resolverán en Buenos Aires junto a otras asociaciones locales y provinciales y la entidad que los nuclea a nivel nacional.
Los titulares de clínicas y sanatorios de la ciudad aseguraron que sus costos aumentaron más del 60 por ciento entre diciembre de 2001 y junio pasado, pero como contrapartida subrayaron que sus servicios no subieron "ni un solo peso".
Javkin sostuvo que los incrementos más "feroces" provinieron de medicamentos y materiales descartables, a los que se agregaron el mantenimiento de los centros de salud, los costos salariales (agravados por la incorporación progresiva al básico de 200 pesos, por decreto del gobierno nacional), los alimentos y otros gastos.
Pero en Rosario, en particular, también se suma "una ofensiva en otros insumos, como el precio del oxígeno y el procesamiento de los residuos patológicos", afirmó el titular de la asociación.
Y hay un problema extra que amenaza a los prestadores privados: al no prorrogarse la emergencia sanitaria nacional, los sanatorios que mantienen deudas previsionales con el Estado corren el peligro de posibles embargos o de procedimientos limitativos por parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip).
"Ahora van a venir todas las medidas que la Afip pueda tomar contra nosotros, y todo sin que hayamos podido incrementar ni un solo peso en cápitas y aranceles", se quejó Javkin.
El tema es, justamente, las deudas que las obras sociales, las empresas de medicina prepaga y el Pami mantienen con los sanatorios. Para dimensionar el conflicto, el dirigente dio números: esas deudas llegan a unos 250 millones de pesos en Santa Fe y a unos 2.200 millones en todo el país.
Según el médico, hasta hace seis meses la situación no era buena, "pero al menos era más justa": las obras sociales y las prepagas sufrían la misma crisis que los prestadores. "Pero a partir de que se incorporó el aumento salarial de 200 pesos, que contribuye a las obras sociales, y desde que el aporte patronal subió del 5 al 6 por ciento, la situación del financiador mejoró", dijo.
Incluso, Javkin recordó que en el caso de las prepagas se aumentaron las cuotas a los afiliados y recortaron algunos beneficios. "Los únicos que vamos para atrás somos los prestadores y esa ecuación es absolutamente injusta e intolerable", disparó.
Por todo esto, la asociación rosarina ya solicitó a la entidad que la nuclea a nivel nacional "medidas de acción directa", lo que puede incluir un paro en todo el país, una jornada de lucha o el cobro de "diferencias" a los afiliados de prepagas u obras sociales.
"La situación es desesperante: no nos aumentan los aranceles pero sí los costos laborales, no nos reconocen seguros por mala praxis ni se prorroga la emergencia sanitaria y nos dejan al arbitrio de la Afip. ¿Cómo vamos a hacer?", se preguntó el representante local de los prestadores privados de salud.
fuente: La Capital 19-7-2003