Comencé una investigación para determinar cuáles son los miedos y esperanzas de la gente, en la cual me pasaron dos cosas: La primera me asombró y la segunda me decepcionó.
Las personas encuestadas tenían bien claro cuales eran sus miedos, la mayoría relacionadas con la inseguridad, diría que ocupa el primer lugar. Y van de miedo a los asaltos y arrebatos hasta extorsiones y secuestros, los cuales incluyen armas de fuego, violencia y malos tratos.
En segundo lugar las enfermedades terminales, el deterioro físico y la pérdida de la conciencia, aquí podemos incluir también la extirpación de algún miembro u órgano vital.
En tercer lugar y muy lejos de los dos primeros, algunos encuestados manifestaron querer tener más tiempo de vida para poder disfrutar de sus nietos, sus hijos o sus mascotas. ¡Eh aquí!, donde me llevé la primer sorpresa. Haciendo un análisis de las prioridades según esta encuesta, es fácil concluir que la gente, en términos generales, se preocupa más por lo que le pueden robar que por lo que le pueda faltar en su cuerpo. Y aquí fue donde me decepcioné.
La humanidad está atravesando un período de cambios a niveles nunca antes visto. Pero estos cambios no creo que hayan logrado que lo material sea mas importante que lo físico o lo espiritual. Si fuera así, estaríamos en un problema.
Sin dudas, la educación, la cultura y porque no la religión, han tenido mucho que ver en este asunto. Desde siempre la religión estuvo muy ligada con la educación. No veo porque, la religión es una opción que cada uno elige o no, en cambio la educación es la formación de un individuo en cuanto a conocimientos y convivencia hacia el medio que lo rodea, el cual incluye toda forma de vida.
La inclinación de la sociedad hacia lo material, se debe a un estilo de vida, a la forma de ver las cosas, poco democrático, porque la gama de posibilidades existentes son demasiado escasas. Para que quede claro, la educación tendría que ser orientada por sabios y estar fundamentalmente basada en valores e ideales que a través del paso del tiempo, no deteriore la esencia humana.
Evidentemente esto no ha pasado en este mundo, solo basta con ver la destrucción que el hombre ha hecho a lo largo de la historia solo por cuestiones de poder y dinero y nos daremos cuenta que hemos hecho demasiado mal las cosas.
Las personas que participaron de esta encuesta, en un gran porcentaje, no supieron definir una esperanza concreta, realizable y tangible. Si bien la mayoría dijo que la esperanza que tenían era que todo cambiara para que estemos mejor, me da la sensación que están esperando que alguien las realice, como si eso no lo tuviéramos que hacer nosotros, no apoyando a corruptos o priorizando el dinero en vez del bienestar de todos, por ejemplo.
Mi conclusión es que la sociedad esta manejada por un sistema que no permite que la gente piense, porque todo se puede comprar hecho y nos estamos perdiendo el inmenso poder que tenemos que es el de crear, y para crear tenemos que tener fe y para tener fe, hacen falta conocimientos. Les dejo una frase para la reflexión “LA ESPERANZA ES LA HERMANA POBRE DE LA FE”.
Guillermo Perea.
15-03-09.